𝕃𝕀𝔼

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태형

Ya era pasado el medio día cuando irrumpió en la casa de So Yun. Los ojos de la chica aun entrecerrados en representación de su somnolencia, su pelo enmarañado en un moño descuidado y el pijama color crema en su cuerpo le confirmaban aun continuaba en la cama a esas horas. El rostro lleno de tensión y los pasos apresurados de Taehyung la hicieron cambiar su expresión de adormilada e irritada a una preocupada.

—¿Qué haces tú aquí, no tenias trabajo? —Cuestionó So Yun mientras cerraba la puerta tras de si.— ¿Qué pasa? Tienes cara de muerto.

Taehyung vestido en jersey blanco y vaqueros anchos, siguió sin mencionar palabra hasta atravesar el pasillo que lo llevaría al salón. La luminosidad del enorme ventanal le deslumbro por un momento hasta que sus pupilas se adaptaron a la claridad. Desde ahí podía observar parte de Seúl sin ningún problema. Se sentó en el sofá de terciopelo color champán dejando su teléfono en la pequeña mesa de mármol frente a él.

Observo a su alrededor. So Yun había dejado muy bonito su nuevo apartamento. Cada rincón estaba decorado con obras de arte originales de pintores desconocidos. Objetos selectos que reflejaban una personalidad elegante y buen gusto. Se detuvo en una de las baldas, observando sus propios álbums junto al lightstick de su grupo. Sonrió.

Al notar la falta de comunicación por parte de Taehyung, ella lo intentó otra vez. —¿Has venido a chismorrear mi apartamento o que?

— No me acostumbro a que seas también una de nuestras fans. Se me hace muy extraño. ¿No nos sacaras fotos a escondidas como hacen algunas locas o si? — Bromeó Taehyung ligeramente.— Si es asi, avísame que poso. 

—Obvio, pero solo a Yoongi le saco fotos a escondidas, a ti no.— Le dijo levantando su mirada al techo con fastidio. No era la primera vez que le hacían esta broma. Se dispuso a preparar un té detrás de la barra americana de la cocina. — ¿Por que estas aquí? Me has despertado de mi agradable sueño de resaca, te metes en mi casa sin avisar y luego no cuentas nada. Llamaré a seguridad y te prohibiré el acceso como no hables.

—¿Cómo termino la noche ayer? Por un momento he pensado que Park Bogum estaría aquí también. —Indagó con una sonrisa picara. 

Ella entorno sus ojos. —No te desvíes del tema. 

Taehyung se carcajeo, alegrándose realmente de haber tomado la decisión de ir a hablar con ella. Si de ayudarle y animarle se trataba en momentos difíciles, tanto sus compañeros como Soyun estaban al nivel. Dado que no quería que los demás lo supieran, fue su mejor opción.

—Me encontré con Jungkook al volver anoche a casa. Pero todo fue a peor, no se en que momento termine complicándolo todo.— Reconoció Taehyung a la vez que se giraba para observarla. — Sólo recuerdo haberle dicho que por favor se fuera después de discutir. — Mintió, obvio recordaba absolutamente todo, pero no era capaz de contarle los detalles ni a ella, ni a nadie.

So Yun meditó por unos momentos como si estuviera buscando las palabras correctas. — No quiero que te lo tomes a mal pero... No es tan malo que tenga pareja. Me refiero si es cuidadoso y no se expone no tiene porque afectarlos. Entiendo que te molestaras con él pero sabes que puede llegar a ser despistado a veces. Seguro por el volumen de trabajo se le habrá pasado.

Taehyung no sabia como abordar el tema sin que la chica dijera que estaba loco por sentirse así. Soyun intentaba quitarle peso al asunto e intentaba sosegar su estado de animo, no obstante la información que tenia de la situación estaba incompleta. Él no solo había hecho daño a Jungkook con sus actos, si no que también había acabado arrastrándolos a ambos al mismo acantilado del que casi saltan una vez por un beso ebrio entre dos adolescentes. Le había costado mucho ignorar aquella situación en ese entonces. Se sintió tan erróneo que solo pudo tomar distancia hasta que el tiempo curo, bloqueo esos pensamientos y recuerdos. 

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