Capitulo IV

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De Marcos, sabía lo que él me había dicho, que tenía dos hijos, que estuvo casado con la madre de la niña, con la primera mujer sólo vivieron juntos, bueno en fin. Sabía que tenía 8 años de divorciado pero nada más. No sabía si había tenido o no más relaciones formales y la verdad no me importaba, sólo me importaba el presente.

Llegamos a su casa nuevamente, eran al rededor de las 6:30 p.m. le dije que yo acostumbraba a ducharme antes de ir a dormir, me miró y me dijo que él hacía lo mismo.

Así fui, me duché, obviamente me prepararia para la acción pues era lo que esperaba con ansias en las últimas 24 horas.
A Marcos lo notaba muy tranquilo, nada de apresurado, muy relajado.
Se ducho y entro en la habitación, encendió el aire y puso una película, yo estaba en la sala poniendo mi crema de noche y no sabía que hacer, estaba nerviosa, me sentía rara.
Bueno, había que dar ese paso, toqué a la puerta  y escuché su voz decir " pasa amor".

Marcos: ven acuestate, acomodate.

Inmediatamente accedí y sentí delicioso sentir esas sábanas tan suaves.

Recosto sobre mi pecho su cabeza y suavemente acarició con sus dedos mi seno derecho.... mmmmm  ya había llegado la hora, me miró a los ojos y de manera inocente le pregunté:
"Vamos hacer el amor"  movió su cabeza diciendo que sí.

Sentía como me humedecia con sólo sentir su aliento, sus besos cada vez se volvían más intensos y era para mi una tortura, una deliciosa tortura.

Yo: quiero sentirlo.

Marcos: tranquila mi amor, disfruta.

Tenía razón, sólo me iba a dejar llevar, la noche era larga.

Sus manos acariciaban mis piernas, mis senos, mi cuello. Zassss, quitó mi blusa, comenzó a jugar con mis pezones, me volvía loca de placer, el respiraba agitado y yo tenía entre mis piernas un torrente.

Yo acariciaba su espalda, esa espalda grande y suave, inmediatamente sentí como sus manos buscaban arrancar la parte baja de mi sexi pijama...wooow, mi amor que delicia.

Estando totalmente desnuda en un ambiente a media luz, se apartó y se despojó de la prenda que vestía, era lo que toda mujer desea, justo lo que me imaginé, bastante proporcionado.

Obvio no era mi primera vez, pero tenía casi un año de no estar con alguien.
Yo tenía que poner de mi parte, quería que para él también fuera agradable, no que se diga así woooow que gran experiencia sexual, pero no quería dejarle todo el trabajo a él.
Me levanté y le dije que se acostara...

Yo: cierre los ojos.

Marcos: qué vas hacer.

Yo: cierre los ojos, sabe bien lo que haré.

Yo quería, deseaba ver frente a frente ese pene. Me mataban las ganas de tocarlo, de sentirlo, de acariciarlo, de chuparselo!!!. Al introducirlo poco a poco en mi boca pude sentir el placer que le causaba en el, al poco tiempo agarro mi cabello y  Me llevó hacía su pecho de manera que su cuerpo estuviera abrazado por mis piernas.
Era la mejor posición para mi, es decir mi favorita, el tamaño de su pene provocaba en mi un dolor, delicioso dolor, era raro pero cuando al fin penetró fue la sensación que por tanto tiempo esperé.

Sentía como  poco a poco su ritmo era cada vez más intenso, mis movimientos causaban en él que no dejará de repetir " que rico mi amor"

Yo: le gusta?

Marcos: si mi amor, me encanta. Que delicia.

Creo que nuestro placer estaba muy bien sincronizado, ya había pasado al rededor de 1 hora desde que iniciamos a descontrolarnos....

Yo: Ahhhh que rico mi amor¡¡¡¡¡¡ Que bien me siento, cansada pero muy bien, gracias.... no sabe lo lindo que me ha hecho sentir.

Marcos: Gracias a ti mi amor, mi princesa hermosa. Te amo.

Amor a Ciegas....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora