Amor a Ciegas....

capitulo II

Así pasaron varios días, mensajes a cada momento en los que me decía que me extrañaba y que estaba ansioso por volverme a ver.
Marcos, es su nombre... Era de otra ciudad, a casi 2 horas de mi casa pero su trabajo lo ahogaba un poco así que hacía un extra esfuerzo para verme una o dos veces por semana, igual, yo esperaba con muchas ansias verlo y besar sus labios, escuchar su voz y ver su linda cara. Demasiado bueno para mi.

Al cabo de 3 semanas hablábamos de lo rápido que va el tiempo, que casi cumpliríamos un mes y cursilerías de un par de enamorados.

Fue ahí que surgió lo que era inevitable en una pareja.

Marcos: Amor, y si te dijera que quiero pasar más tiempo a tu lado ¿Qué me dirías?.

Yo: que sería lindo.

Marcos: no te da miedo?

Yo: por qué habría de tenerlo

Marcos: porque estaríamos solos.

Yo: ah ósea que usted quiere llevarme a su casa?

Marcos: si mi amor, eso quiero. Quiero tenerte sólo para mí, que no estés mirando el reloj porque se hace tarde, quiero que me des el gusto de pasar el fin de semana juntos, qué dices, te animas?

Yo: (que le digo a mi madre, yo quiero ir, pero que hago) si amor, está bien.

Marcos: en serio????? No, me estás mintiendo, no te creo.

Yo: de verdad mi amor, por qué no me cree? O era una mentira, no quiere que conozca su casa?

Marcos: mi bella Scarlett, cómo crees que te pediría eso sin querer?
Pero sabes que es casa pequeña, vivo sólo y en mi refrigerador no hay comida sólo refrescos amor.

Yo: Amor, a mi no me importa. Puedo cocinar por eso no hay ningún problema.

Marcos: entonces, llegó por ti mañana, estás segura?

Yo: segura amor. Lo estaré esperando. Hasta mañana.

Marcos: hasta mañana amor. Te amo.

Estaba feliz, sabía lo que venía y me moría de deseo por estar con él, por sentir ese cuerpazo sobre el mío. Por Dios me sentía super ansiosa¡¡¡¡¡¡¡¡

Le dije a mi madre que iba a la celebración del cumple de mi amiga y que habíamos planeado un fin de semana en un hotel de campo, que no se preocupara que regresaba lunes por la mañana, ella sabía que yo tenía novio y me imagino que pensó que él me estaría acompañando.

Esa noche no dormí, pensando en que llevaría, tenía que ser cómodo obviamente y provocativo porque yo estaba que moría por tenerlo entre mis piernas.

Pero al mismo tiempo tenía miedo de no ser lo que el quisiera, tenía miedo de mi cuerpo, desconfianza y eso poco a poco comenzó a invadir mi mente.

Si no le agrado, y si al verme sin ropa se decepciona.

Que cosas tan ridículas pasaban en mi mente.
Pero llegó la hora, ya no me podía echar para atrás.

Respire profundo y me dije " con todo, tú puedes"...