Después de que sus amigos se fueron, JungKook fue su hombro para llorar. Llorar por otro hombre en sus narices.
Se regañaba mentalmente, lloraba a causa de sus fuertes sentimientos hacia el pequeño rubio.
- Lo siento, lo siento, lo siento tanto- negaba una y otra vez aún con su cabeza apoyada en el hombro del peli rosa quien daba suaves caricias a su cabello, para calmarle.
- No te disculpes, no tienes razones- respondió suave.
Obviamente se sentía mal, lo mejor es no hacerlo notar.
- Prometí protegerte y cuidarte. Quieres contarme que sientes?- HoSeok le miró con ojos llorosos y levemente rojos.
Jeon le sonrió con intenciones de tranquilizarlo, HoSeok dudoso asintió para luego levantarse. Una vez los dos en el sofá, JungKook atrapó entre sus manos el sonrojado rostro del menor.
- Yo...- soltó un ruido ahogado por el llanto.- JiMin y yo crecimos literalmente juntos. Sólo tuve una novia cuando tenía entre cinco y siete años, eramos muy pequeños así que no duró absolutamente nada. Después de eso empecé a ver a JiMin de forma distinta, si antes lo veía como mi mejor amigo pues ahora lo veía como más que uno...
Hizo una pausa para después bajar la mirada, sintiéndose avergonzado.
- Pasó cierto tiempo pero nuestra amistad nunca se dañó y mucho menos mis sentimientos hacia Mochi. Supe que estaba enamorado de mi Donsaeng cuando ya éramos más grandes y todo eso seguía guardado ahí...- sorbió su nariz, lágrimas caían de nuevo.- Pensé que todo sería pasajero pero no fue así, JiMin con el tiempo se hacía mucho más lindo y con ello los pretendientes. Yo nunca fuí celoso pero me llenaba de enojo ver a muchas personas intentar algo con el.
JungKook limpió las pequeñas gotas saladas pero éstas salían solas.- No sabía nada de esto bebé, empiezo a entender. Continúa - lo alentó sonriéndole en grande y con confianza.
- Bueno, mamá logró darse cuenta. Recuerdo haber llorado mucho ese día pero mi mamá es un ángel y nadie la merece. Aceptó mi orientación y me dijo... No importa a quien ames, no importa si es niño o niña, siempre serás mi hijo y te amaré con todo mi corazón. Desde ese día se volvió más que mi mamá, se volvió en la persona que siempre puedo confiar y puedo contarle todo sin ser juzgado - sonrió con amargura frotando sus manos mientras tenía pequeños flashes.
- Y qué pasó cuando Nam se hizo novio de Park?- preguntó, mirando con atención al pelinegro sobando de forma suave su muslo.
- Nunca sentí rencor hacia Nam pero no pude evitar sentir celos - rió divertido.- Prometió ser lo mejor para JiMin, y yo lo acepté gustoso. Después de todo tenía muy metido en la cabeza que jamás tendría oportunidad con JiMin y ahora se casará... Definitivamente no lo esperaba, fue un golpe bajo el cual hizo que terminara de romperme.