Males De Vida-Aiteda

3-¿cabe la posibilidad que lo intentase por usted, Luis Cepeda?

Allí está.

Su pequeño temorroto quita, inmóvil, con millones de cables y una máscara respiratoria en la cara que imagina que la ayuda a respirar

-como ya le habrán dicho, por ahora se dice que fue un intento de suicido, ¿pasó algo antes?
-discutimos, media hora antes o así
-¿a dónde iba?
-a casa de alguna amiga suya, no me dijo nombres
-¿cabe la posibilidad que se intentase suicidar por usted, Luis Cepeda?
-imposible, ella nunca haría eso, sabe perfectamente que en el momento que la pase algo, yo me muero

Como en esos momentos, pues intenta mostrar toda la madurez y fuerza posible a la situación, pero por las noches llora como un niño pequeño que no a podido salir hoy al parque, o le han robado su bolsas de chuches que le había comprado sus padres con tanto cariño.

Como si se hubiera ido ya.

Quiere pensar que es imposible, pero siempre se le pasa por la cabeza la posibilidad de que ella no quiera seguir, y se vaya por completo al otro barrio. Le es imposible no pensarlo. Pero eso no quiere decir que no piense en que viva con el por y para siempre, que pueda ver su sonrisa aunque sea una sola vez más, y pueda oír sus carcajadas cuando le hace cosquillas

Definitivamente, eso quiere

-luego nos gustaría hablar con usted un poco más, pero creo que será mejor dejarle un rato con la joven
-gracias- dice en un medio susurro
-Todo saldrá bien, no se preocupe- animando

La doctora sale por la puerta

-¿Aitana?- pregunta sabiendo que lo más posible es que no la contesté- se que puede que no me puedas oír princesa, pero me destroza verte aquí aiti, si lo hiciste por mi, no vuelvas a hacer ninguna gilipollez por este imbécil que no te sabe valorar, por favor no lo hagas- las primeras lágrimas salen cuando toca su mano- no lo vuelvas a hacer si no me quieres matar de un disgusto como este aiti, todos te esperamos sana y salva, con tu sonrisa, espero que cuando salgamos de aquí, los dos juntos, quiero salir de aquí contigo Aitana, necesito salir de aquí contigo princesa. Ana está preocupadisima por ti, y luego decías que no le importabas nada, ha estado toda la noche aquí, sin poder dormir, y ya sabes lo que le gusta dormir a ella

Cepeda para de hablar, y empieza a acariciar la mano de Aitana, sus lágrimas no cesan, más bien lo contrario, salen más por segundo

-Roi no a podido venir todavía, intentará venir está tarde, Amaia vino por la noche, pero se tuvo que ir por su horario laboral, ¡por su trabajo! Tus padres han pillado el primer vuelo para poder verte, y aún así me han dejado a mi primero, no saben que te he fallado, se lo diré, pero ahora lo primero eres tu, y no quiero ahora malos rollos con tus padres. No me he atrevido a decirle como estabas a miriam ni mimi, pero no creo que tarden mucho en llamarte, y tener que cogerlo yo o tus padres, y explicarles todo, pero ahora no estoy bien. Si cuando despiertes no quieres volverme a ver en tu vida, no me lo pensaré dos veces y saldré de ella, pero peque, tu nunca saldrás de la mía, nunca lo hicistes, y de verdad deseo, que nunca lo hagas, porque eres lo más bonito que me a pasado en mi vida y que pasará por mi vida. Aitana, te quiero, te quiero aquí, viva

Cepeda besa su mano, y cuando va a dejarla, nota como le agarra con fuerza, como cuando daban sus paseos de verano por Madrid

Una sonrisa enorme se dibuja en su rostro y llama rápido a algún doctor, no separa la mano de la de Aitana, eso tiene que ser bueno, ¡le a agarrado la mano! ¡a el!

-necesitamos que venga usted también con su mano cogina- dice la doctora que anteriormente le atendido
-no me importa
-¡pues acompañame!- llevan la camilla de Aitana y a Luis como pueden sin tener que mover todo el hospital para ello, no arman mucho revuelo, pero tampoco pasar desapercibido, pero le da igual como salir, lo único que le importa, su alma gemela le a cojido la mano justo después de contarle todo lo que pasaba, y todo lo que la quería. Su alma gemela le a cojido la mano después de besar la propia mano.

Eso sólo puede significar cosas buenas.

-al parecer su propia respiración a mejorado, ¡usted es mago! Ha echo que la señorita Ocaña mejore bastante
-sabía que era fuerte
-¡si vienes muy amenudo puede que despierte pronto!- bromea la doctora

Cepeda suelta una pequeña carcajada y borra su sonrisa al instante

¡está allí por Aitana no para tontear con una doctora!

-se que debe ser duro, pero puede estar más tranquilo, si mejora así, despertará antes de lo previsto
-muchas gracias, ¿puedo ir a avisar a sus familiares?
-ahora no podrán venir, la investigaremos un poco y después podrán entrar, de uno en uno
-vale, me parece bien
-ahora le avisaremos
-muchísimas gracias
-a usted, no se preocupe, es fuerte

Y no tiene ninguna duda de ello, pero que haya una mínima posibilidad de que lo último que oiga por su boca fuera "te perderé", le a atormenta, nunca quiso perderla, pero sigue siendo un imbecil sin remedio.

Cepeda va a la sala de espera donde están los padres de Aitana y se levantan ambos. Cepeda no borra su sonrisa tonta porque la mano que a cojido fuera la suya

-¿y?- pregunta Belén
-todavía no podéis ir, he estado hablando, sabiendo que no recibiría respuesta, le he cojido la mano, y me la a agarrado con fuerza
-eso es precioso- contesta Cosme
-la amo- se sincera Luis
-¿y cuando podremos verla?- vuelve a preguntar Belén con ganas de ver a su pequeña
-no lo se, se ve que le a sentado bien oír mi voz, dicen que su respiración a mejorado, que a mejorado en segundo, y esos han sido los que le he cojido la mano
-estamos muy felices, Cepeda- dice Cosme pasando una mano por la nunca de Cepeda