28.Su Mundo.

873 39 6
                                    

Noelia se durmió en el pecho de su madre mientras ella, Aitana, su madre, hablaba con su padre tranquilos mientras le robaba algún dulce beso en los labios.

Sellando lo que habían vuelto a ser.

Familia.

Esta vez, era familia de tres, con una pequeña ricura entre los brazos de la madre.

Pero nunca dejaron de ser una familia.

Luis, Aitana y Noelia. 

Noelia Cepeda Ocaña.

No podía quedarle mejor.

Aitana deja a su hija en la cuna, y coje a Luis de la nuca y lo besa.

-te he echado de menos.-susurra Luis.
-eres un axagerado.-Dice Aitana abrazandole.
-tu has estado unos dias sin mi, pero yo llevo sin ti nueve meses.
-eso pasa por fumar.
-ya no volveré.

Aitana le da un pico a Luis y corretea hasta llegar al salón y ponerse la camisa que se puso Luis, o mas bien, quito Aitana anteriormente.

-eres una ratona.

Aitana arruga la nariz pareciendo aún mas adorable.

Luis no pudo sopotarlo mas y dio un dulce beso en la frente de Aitana.

O mas bien, en el flequillo revuelto y despeinado de Aitana.

Se querían mucho.

Y era algo que Aitana intento negarse ese último dia.

Intento negarse.

Demasiado tiempo diría.

Estaba enamorada.

Pero era más fácil negarse a aceptarlo.

Siempre será mas fácil.

Pero ahora estaban ahí.

Queriendose, queriendo.

Criando a una criatura de luz.

Y enseñando al mundo que es el amor verdadero hacía una personita, aunque no lo creyeran ellos mismos.

Enseñando que era una familia real.

Y que era querer lo mejor a una persona.

Y querer lo peor y lo mejor de ella.

De sus imperfecciones y sus virtudes.

De sus sonrisas y sus ojos.

O más bien el brillo de ellos.

No se daban cuenta, pero estaban enseñando que significaba la palabra "amor" al mundo.

Y a su mundo.

Noelia.

¤¤¤

Después de no estar segura, y finalmente Leire fuera quien aporrearia la puerta de la casa de Roi.

No había avisado, como suele hacer cuando va a su casa.

Aunque sea cinco minutos antes.

Pero Leire no le había dado esa opción.

Abrió Roi sorprendido y Leire se lanzó a sus brazos.

-¿qué tal está mi enana?
-¡no me llames así!

Roi rio y dejó a Leire en el suelo y se aproximó a Ana.

Ana no dudo y se escondió en el pecho de Roi.

-¿todo bien?-susurró.

Ana asentío dandole un beso eb la mejilla.

Con el todo siempre iría bien.

Era algo que nunca negaría.

Leire corrió dentro en busca del gato de Roi, Oliver.

Aunque Oliver saliera en dirección contraria.

Por algún motivo siempre le alcanzaba Leire.

Tal vez porque era el doble que el.

Pero eso no era lo importante.

Roi invitó a entrar a Ana dentro de su casa, aunque su hija ya había entrado sin aviso previo.

Estaba en hogar.

Siempre lo sido.

Estando con marco, con Mario...

Mario era pasado.

Aunque fuera el padre de su pequeña, era pasado.

Todos habían pasado página.

Y Ana no era menos.

Se quito su abrigo con su bufando llamando a Leire, para ayudar a su hija a quitar el abrigo, bufanda y gorro.

Roi mientras esperaba en el salón.

Tenía muchas ganas de estar con ella.

Siempre iba a tener ganas de estar con ella.

Y mientras esperaba a Ana, pensaba si lanzarse o no.

Porque se moría de ganas de besar esos labios carnosos y tercipelados.

Seguir criando la hija de Ana, teniendo claro cuáles eran la idea de vida de Ana.

Que era prácticamente igual que la suya.

Quería poder ser el último beso de su día, y el primer beso de la mañana siguiente.

No quería todo, si no era con ella.

Decirme que les parece y que historia quieren: una nueva, o segunda parte. Les quiero!!!
Graciasss!!

Males De Vida-AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora