29.Tres.

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Noelia estuvo despertandose toda la noche.

Ya eran las tres de la madrugada, y se había despertado diez veces en la noche.

Hizo de todo para que Aitana no despertará.

Sabía que estaba cansada y no tenía ganas de estar cada media hora despertandose.

Además, le había dado una alegría.

Más bien dos.

A Noelia, que ahora no pensaba que era una alegría.

Más bien la maldecia en secreto, sintiéndose culpable al tan sólo pensar algo malo de su hija.

También había vuelto con el, que eso, puede asegurar, que a sido de los mejores momentos de su vida.

Después del despertar de Aitana.

Eso estaba claro.

Luis estaba entrando por la puerta grande de la depresión.

Ya había echo de todo.

Había intentado darle el bibieron, pero lo negaba.

La tuvo en brazos unos quince minutos.

Nada.

No había ningún resultado.

Y eso le hacía desesperar.

No quería despertar a Aitana.

Se negaba.

Pero ya era tarde.

Una pequeña luz se puso al lado de Luis, con la camiseta que quito a Luis anteriormente, un moño de lo más improvisado y sus gafas, que la hacían más adorable si cabe.

-¿qué pasa?

Luis derrotado niega restandole importancia.

-No te preocupes. Ve a dormir que tienes que estar agotada.

Aitana niega con una sonrisa algo amarga y burlona.

-dejamela a mi.

Luis cede a su hija a la madre, y Aitana se sube su camiseta, bueno, más bien la de Luis, y acerca a Noelia al pecho.

Noelia se mete el pezón en la boca sin pensarlo no dos veces, y acaricia dulcemente el pecho, quedándose dormida poco a poco.

-luis, también me tienes que avisar cuando pasen estas cosas, es también mi hija.-regaña lo más dulce que puede un ser humano en la tierra, así siempre fue ella.
-No quería despertarte, llevas un día muy complicado.

Aitana niega y le da un pequeño pico a Luis.

-parece mentira que está enana se haga alimentado a base de suero del hospital.

Luis abraza por detrás a Aitana.

Sin darle ningún tipo de respuesta.

-eso no importa, la enana está sana y salva.

Aitana asiente sonriente.

-me da pena no haber vivido el embarazo.
-bueno, ya tendremos más para vivirlo, ¿No?

Aitana vuelve a asentir.

-eso espero.

Luis le da un beso en la mejilla.

-¿cuántos quieres tener tu?
-dos o tres.
-yo tres.
-pues tres serán.

Luis ríe bajito y besa a Aitana.

-contigo tendría una familia de conejos.-dijo Luis con voz de ligón.

Aitana ríe igual que había reído anteriormente Luis.

-está enana ya está dormidita.-dijo dejándola en la cuna.-Luis, ¿sabes que ya no podemos hacerlo?

Luis le mira interrogante.

-me acaba de llegar la cuarentena.

Aitana miro a Cepeda con algo de miedo.

-¿y? Eso no nos va a hacer ni mejor ni peor pareja o padres, ya lo haremos cuando estés preparada.

Luis le hizo una caricia en la nariz y Aitana beso los labios de su amado.

-será mejor que durmamos, dentro de no mucho se va a despertar la enana.

Cepeda asintió con cara de pillo y cogió a Aitana como un saco de patatas, al hombro.

-¡Luis! ¡me vas a hacer daño!

Luis pidió silencio a la catalana con el típico sonido 'ssshhh" y Aitana rodo los ojos.

-¡vas a despertar a Noe!-susurró llegando a la cama.

Aitana fruncio el ceño y Cepeda la dejo en la cama.

-va a ser muy cansada la cuarentena, será mejor que descanses.

Aitana asintió, creyendo cada una de las palabras que pronunciaba Luis.

Como una niña pequeña.

O como Noelia en unos años.

-descansa.

Luis dio un beso en la cabeza a Aitana y se tumbó al lado suya.

Sin separar el brazo de su cintura. 

Eran familia.

Siempre serían familia.

1° estos quieren un equipo de baloncesto en su casa, lo aviso.
2° cuando leáis esto, estarán publicados los primeros capítulos de la segunda parte de Tempo, sólo vuelo contigo. Espero que os guste. Opinar sobre como cómo os va gustado y no os falta demasiado para el final, sólo el equipo de baloncesto😂
Os quiero mucho.
Graciasss

Males De Vida-AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora