Males De Vida-Aiteda

2-¿Familiares de Aitana Ocaña?

7:00 a.m

-me tengo que ir Cepeda, en una hora trabajo, llámame cuando puedas entrar- dice Ana levantándose- ya puedes cuidarla imbécil- abrazandolo
-gracias Ana, luego te llamo
-¡adiós!

Los padres de Aitana están en un avión camino a Madrid, y Cepeda esta de los nervios, le preguntaran porque discutieron, y no está preparado para decirlo.

Aitana merecía saberlo, pero de ahí a contárselo a sus padres, hay un paso muy importante.

-¿familiares de Aitana Ocaña?- pregunta un señor con bata
-¡aquí!- dice Cepeda levantándose
-acompañame por favor- dice el doctor

Cepeda le acomapaña hasta llegar a un despacho

-¿pasa algo?- se atreve a decir Cepeda
-Aitana no despierta, no sabemos si no despertará, o hay que esperar un tiempo más, pero nos esperamos lo peor
-no puede morir doctor- dice Cepeda al borde de un llanto
-no está en nuestras manos, más bien en las de ella
-¿no podemos hacer nada?- saltando las primeras lágrimas
-no podemos, ahora le avisaremos; podrán entrar a su habitación de uno en uno, esperaremos 1 semana para ver cómo va, si no mejora, veremos que hacemos, según las circunstancias, si empeora, la desconectaremos de la máquina, para que su sufrimiento sea menor
-muchas gracias doctor
-no hay de qué

Cepeda sale de el despacho y vuelve a la sala de espera. Llama a Ana

-¿si?
-no despierta Ana- llorando
-¿no despierta Aitana?- dice Ana preocupada
-no Ana, no despierta
-¿quieres que vaya?
-no, quiero estar solo, con ella
-luego del trabajo voy, despertará no te preocupes, es fuerte
-dicen que en una semana verán si a mejorado, sigue igual, o a empeorado, si sigue igual verán que hacer, y si empeora-llora fuerte
-¿que pasa Luis?- pregunta preocupada
-la desconectan, la dejan morir

Cepeda deja el móvil en la silla de al lado, se tapa la cara con las mano, y llora

Llora mucho

-¿Luis? ¿Estás ahí?- pregunta Ana desde el móvil

Cepeda lo coje

-luego te llamo cuando me tranquilize-dice Cepeda
-¿quieres que llame yo a los padres de Aitana?
-no te preocupes Ana- cuelga

Marca el número de Belén

-¡Hola! Acabamos de salir del aeropuerto, ¿pasa algo?
-me han dicho noticias
-cuéntanos
-Aitana no despierta
- bueno hay veces que tardan más, como tu hermano Cosme- al parecer estaba en altavoz. Mierda
-verán si se recupera en una semana, si sigue igual ya verán que hacer, si empeoran, se va- dice del tirón para después poder llorar agustamente
-Luis dinos que es mentira- dice Cosme
-Ojalá fuera mentira
-ya llegamos, adiós- dice Belén para después colgar

Esta echo ruinas. ¿Por qué a ella?

Siempre esa pregunta, nunca acabará

No se merece eso, su pequeña inocencia no me haría capaz de hacer nada malo como hacen muchos adultos, pero su gran madurez no la dejaría hacer nada malo como algunos niños.

Es perfecta. Siempre lo fue.

Desde el día que la conoció, sabía que iba a poner su vida patas arriba, que vería diferencias claras de cuando no estaba y de cuando estaba. Que iba dar la chica, LA chica de su vida, estuviera o no con el. Siempre lo supo. Nunca dudo. La quería en su vida desde siempre. A sido un imbécil al hacerle algo a la criatura. Siempre supo que es un imbécil, un imbécil con todas las letras del abecedario.

La puerta del hospital de abre y por la puerta aparece Belén y Cosme

-¿te han dejado verla?- se atreve a decir Cosme después de abrazar y dar todo tipo de ánimos a Cepeda
-no, llevo toda la noche aquí, sólo se lo que vosotros sabéis
-cuéntanos todo

Cepeda nervioso, decide que es el momento de contar porque la mujer de su vida está en esas condiciones

-anoche tuvimos una discusión muy fuerte, se fue a casa de...- duda de quien fue- no me acuerdo de quien era la casa. Eran altas horas, como las 5 de la madrugada, pero como hoy ninguno trabajaba, no nos preocupemos, salió harta de mi comportamiento de niño de 5 años, me dijo- hace un parón- que quería perderme
-no creo que fuera verdad Luis, nuestra hija es así, dice lo primero que se le pasa por la cabeza, pero nunca haría eso Luis
-lo decía tan segura
-Luis parece mentira que sea tu pareja-contesta Belén

Sigue sin estar tan seguro

Ni se lo pensó, ni le costó decirlo, con su pequeño tono seco y borde todo el mundo se lo hubiera creído

Hasta la persona con más fe en el amor verdadero

-¿quién sabe que Aitana está aquí? Su familia lo sabe toda
-Ana, Roi y amaia, Roi no puedo venir, y amaia estuvo un rato, Ana toda la noche
-¿y Miriam? ¿y mimi?
-no fui capaz de llamarlas, lo siento
-luego le llamábamos nosotros- dice Belén
-oye Cepeda, Y... ¿de qué habíais discutiendo?
-¿familiares de Aitana Ocaña?- vuelve a decir la doctora

Salvado por la doctora

-¡Nosotros!- levantándose
-sólo me puede acompañar uno

Cepeda mira a sus "suegros"

-te mereces ir tu, llevas aquí todo el día- se atreve a decir Belén
-¿estáis seguros?
-después podrán ir ustedes, pero siempre de uno en uno
-vale, nos parece bien, ve Luis, no lo pienses más, tiene que estar loca por verte- dice Cosme
-vale
-acompañame- dice girando sobre si misma

Cepeda la sigue hasta llegar a la una de las habitaciones, y pararse en frente de la puerta de la calle de Aitana, nervioso la mira, se ve antigua, y muy simple, no sabe si está preparado para verla, aunque realmente la vera "dormida" y llena de cables, aunque no sabe que es peor, verla viva por con su mirada de decepción o verla "dormida" llena de cables y con un pie en el otro barrio

Definitivamente es mejor despierta

-haga usted los honores- dice la doctora

Luis confuso, roza el pomo y de un movimiento brusco se la lleva al pecho

-es complicado- dice Cepeda
-ya me lo imagino, pero no te preocupes

Vuelve a cojer el pomo y lo abre, da un pequeño empujón a la puerta para conseguir abrirla