Males De Vida-Aiteda

33-el malo soy yo.

Si, le había pedido matrimonio, pero nada más.

Había sido la prometida, pero nada más.

Estuvo cancelado todas las reservas que tenían para la boda cuando el poco tiempo que no estuvo con Aitana en el hospital, porque si, había reservado prácticamente todo para un dichoso 17 de agosto.

Había pedido cientas y cientas de veces que se olvidará del anillo, de la boda, y de el.

No habían firmado nada, ni comprado cosas de grandes cifras como el vestido o el banquete.

La boda estaba candeladisima, pero Lidia está como una cabra por Luis, y tiene seguro que eso nunca cambiará.

-Lidia, no estamos casados, la boda está más que cancelada, vete y olvídate de mí, de Aitana y de mi hija.
-es imposible olvidarme de ti, Cepeda, no se que haría mal, pero puedo cambiar, te lo juro.

Lidia estaba prácticamente arrastrándose por Luis, mientras el intentaba giarla a la puerta.

-No es que hicieras algo mal, Lidia, si en está historia hay, el malo en la soy yo.
-da igual todo, Cepeda, no me meteré en la vida de Aitana ni de Noelia, ¡pero te necesito!

Cepeda abre la puerta y empuja débilmente a Lidia al otro lado de aquella dichosa puerta.

-lo siento, Lidia, será mejor que no volvamos a vernos, por tu bien y el mío, lo siento.

Luis cerró la puerta sin dejar que dijera una simple palabra más, iba a ser mas duro para ella, y no quería complicar más la vida de Lidia, ya lo había echo mucho.

Había sido relativamente feliz a su lado, y hizo las cosas un pelín más fáciles, o así es como las pudo observar Luis.

Tuvieron momentos bonitos, tanto antes como después de Aitana, pero ya era pasado.

No quería volver a ningún momento con Lidia, aunque lo recordaría con nostalgia y tristeza.

Ni antes ni después de Aitana.

Ni antes ni después de Noelia.

La recordaría con cariño y amor.

Como el que a tenido a su lado, no podía negarlo, sería una simple tontería.

No le guardaba rencor por intentar estropear la relación que tienen Aitana y el, aunque le haga jodido bastante sus intenciones en el momento en el que vino a su casa

Fue su primera pareja, y eso era muy bonito.

Le hubiera gustado que hubieran acabado como grandes amigos, algo parecido como antes con Aitana, antes de empezar a salir, pero no igual que Aitana, eso siempre era diferente.

Nunca nadie iba a conseguir tener ese sentimiento que tenía Luis con Aitana siendo simplemente amigos, nadie sería capaz de superar el lugarcito del corazón de Aitana en el de Luis.

Era increíblemente imposible.

Entre pensamiento y pensamiento, el móvil de Cepeda empieza a sonar y vibrar al lado de la cuna de la pequeña Noelia.

-Hola, usted es Luis Cepeda, ¿No?
-el mismo.

Y la noticia mato al inocente.

-Aitana a sufrido un accidente de tráfico, está en el hospital 12 de octubre, venga cuanta antes por favor, está en estado grave.

Uy! No digo nada no digo nada, os dejo esto por aquí y me voy a escribir porque no digo nada no digo nada. Contarme que os va pareciendo y muchísimas gracias por todo.
Besos!