23.inseparables.

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La comida a sido bastante agradable.

Han conversado como hubieran hablando antes de que pasará todo.

Pagan la comida y se dirigen al hotel donde Aitana vive estos días.

-si te quedas sin biberones ven.
-no te preocupes, Aitana.
-si llora mucho y no sabes porque, también.
-Aitana, llevas diciendomelo todo el camino, ¿quieres tranquilizarte? Soy mal padre, pero no tanto.

Aitana abraza a Cepeda.

Es difícil.

No quererlo es de lo mas complicado que a echo en su vida.

Lleva teniéndolo desde que tenía unos pocos años, y la encontró jugando al escondite.

De una simple amistad, empezó a ser la amistad más fuerte del grupo.

Cepeda cayó en sus trampas demasiado pronto, cuando aún estaba Mario con ella.

Pero no enamorarse de ella era una completa locura.

El día en el que en un arrebato Aitana y Mario tuvieron una discusión mortal, y Aitana se plantó en la puerta de Luis.

Necesitaba un refugio, y no había mejor que entre los brazos de Cepeda.

Cuando Cepeda vio a aquella personita destrozada, llorando a mares en la puerta, se le cayo el mundo encima.

No aguanto ni un segundo cuando la abrazó fuerte y la invitó a dormir en su casa.

Aitana no dudo en aceptar.

Los padres de Aitana tenían mucha confianza en Luis, y no les importaba que su hija se quedará con el a dormir.

Esos días estuvo durmiendo en casa de los padres de Luis, y claramente con Luis.

Fue en el quinto día cuando se descoloco todo, a la tantas de la noche, la habita de Luis fue pura pasión.

A la mañana siguiente juraron olvidar todo.

Pero ninguno de los dos lo hicieron.

Fue imposible olvidar y una noche donde sintieron todo.

Cepeda ya sabía que estaba loco por ella.

Pero eso hizo confirmarselo.

Aitana, al contrario, empezó a sentir cosas que nunca sintió por Luis.

Estuvieron dos semanas intentando verse lo menos posible, dos semanas sin dirigirse la mirada.

Fue bastante incómodo.

Y todo el grupo lo notaron.

Aitana y Mario estuvieron discutiendo diariamente, aunque ya no estuvieran juntos.

Mario sospechaba algo, y hasta que no se lo sacará a Aitana no iba a parar.

Pero Aitana le hizo una promesa a Luis, y si no la hace, puede armarse una no muy buena.

A Luis se le veía bastante apagado.

Pensaba que no debía haberlo echo.

Ya daba por echo de que la había perdido, y eso fue lo último que quería.

Fue en la fiesta de todos los viernes, cuando volvieron a hablar.

Fue incómodo.

Pero el beso rápido que le dio Aitana antes de volver a la pista de baile.

En La habitación de Luis arde Troya aquella noche.

Después estuvieron 2 días ausentes, recuperando el tiempo perdido en dos semanas.

Males De Vida-AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora