Capítulo XXI

241 23 1
                                    

Todo me daba vueltas, sentía angustia y mareo, como si mi cuerpo estuviese en un constante movimiento, como en un automóvil, cosa que siempre me causó malestar.

Mis ojos comenzaron a abrirse poco a poco, comenzando por ver todo borroso hasta que se aclaró y pude darme cuenta de que me encontraba en los asientos traseros de un coche el cual se dirigía a dios sabe dónde. Me incorporé algo aturdida y me fijé a través del retrovisor de en frente que quien conducía era Jimin:

- ¿Jimin? ¿Dónde vamos?

- ¿Ya despertaste? - preguntó sobresaltado- Pensé que no te despertarías hasta llegar, debí de usar una cantidad mayor de cloroformo, pero tenía miedo de pasarme con la dosis y hacerte daño.

- ¿De qué hablas? ¿Llegar dónde?

- A Yosu, allí cogeremos un barco hasta la isla de Cheju - respondió tranquilo.

- ¡¿A la isla de Cheju?! ¡¿Estás loco?! ¡¿Por qué tan lejos?! - me quedé en silencio un momento- Jimin... quiero regresar a casa.

- No podemos regresar, en la isla de Cheju estaremos seguros y no nos encontraran.

- ¿Quién, Jimin? ¿Quién son los que nos van a encontrar? No entiendo nada.

- Es algo complicado de explicar, solo te puedo decir que te metiste en un terreno que no debiste y ahora ibas a pagar el castigo, menos mal que estoy yo contigo para impedirlo.

- Dime exactamente qué ocurre.

Jimin se quedó en silencio e hizo un profundo suspiro agarrando fuertemente el volante sin despegar la vista de la carretera:

- Tn... si te lo contara no me perdonarías jamás, hay cosas que es mejor no conocer y aceptarlas tal cual, esta es una de esas cosas.

- No, yo quiero saber qué ocurre, quiero volver a Busan -dije buscando por los asientos mi teléfono- ¿Dónde está mi teléfono?

Jimin sacó de su bolsillo mi teléfono y me lo enseñó:

- Aquí está, pero no te lo pienso dar, en Yosu te compraré uno nuevo antes de partir, así podremos empezar de cero sin que nos rastreen la señal.

- Dame mi maldito teléfono, necesito hablar con Jungkook.

- ¿Con Jungkook? - preguntó con una pequeña risa sarcástica- Ni en broma dejaré que hables con él, sabe demasiado y tampoco me fío mucho de él, podría delatarnos.

- No sé lo que está ocurriendo, pero te puedo asegurar que Jungkook sí que es de fiar.

- ¿Eso crees? Yo no lo tendría tan seguro.

Se quedó callado unos instantes mirando la imagen del depósito parpadeando:

- Mierda, nos quedamos sin combustible, tendremos que recargar en esa gasolinera de la izquierda.

Aparcó en la gasolinera para repostar. Cuando bajó del coche me di cuenta que el teléfono se le había caído del bolsillo y estaba en su asiento, así que lo cogí y enseguida marqué el número de Jungkook:

- Venga, Nochu... cógelo - dije impaciente esperando que contestara la llamada.

- ¡¿Tn?!

- ¡Nochu! Tengo miedo, no entiendo qué ocurre.

- Tn, ¿dónde estás?

- No lo tengo muy claro, solo sé que estoy en una gasolinera entre Busan y Yosu.

- ¿Estás con Jimin? Dime que no.

- Sí, estoy con él.

- Mierda... escúchame, Tn, sal de ahí y corre, corre con todas tus fuerzas y encuentra alguien que pueda traerte de vuelta o algún sitio donde esconderte para que yo pueda localizarte e ir a buscarte.

Unas lágrimas empezaron a correr por mis mejillas:

- Tengo mucho miedo, dime qué ocurre.

- Yo te lo contaré, no te preocupes, pero ahora mismo lo primero es que salgas de ahí.

Miré por la ventanilla del vehículo y vi a Jimin distraído recargando el combustible, era mi momento de escapar. Yo le amaba, claro que sí, no obstante, todo aquello me daba mala espina.
Abrí las puerta y salí discretamente, una vez que logré alejarme unos cuantos metros del automóvil decidí ponerme a correr:

- ¿Has logrado huir? -preguntó Jungkook.

- Sí, Jimin no se ha dado cuenta, ahora dime qué sucede.

- Está bien, ¿te acuerdas que hace un tiempo te advertí de que S&B contrató un asesino para matarte?

- Sí, ¿qué sucede con ello?

- Todo esto está sucediendo por eso, y ahora S&B te están buscando para matarte ellos mismos.

- ¿Qué tiene que ver todo esto con Jimin?

- ¿No lo entiendes? Tn... Jimin...

Antes de que Jungkook pudiera terminar la frase mientras yo corría, noté un gran peso sobre mi espalda y me vi en el suelo. Jimin me dio la vuelta y quedó sobre mí, me quitó el teléfono y colgó:

- ¡¿Qué crees que haces?!

- ¡Ya te lo dije! ¡Quiero volver a casa!

- ¡¿De verdad no eres capaz de comprender que si vuelves te matarán?!

Ante sus gritos me quedé en silencio y con los ojos llorosos. Él, al verme así, respiró profundamente y me miró de manera tierna:

- Tn... solo quiero que vivas y algún día lo entenderás - dijo acariciando mi mejilla- Te quiero, Tn, te quiero más que a nada y haré lo que sea para que sigas con vida, para que ellos no logren encontrarte.

Se acercó a mí lentamente y me besó entre lágrimas. Fue uno de los besos más dulces a pesar de la situación en la que me estaba viendo envuelta.
De repente, se apartó de mí bruscamente y miró al frente:

- No puede ser... están aquí.

Se levantó, me cogió en brazos y corrió hacia el coche. Subimos y nos fuimos sin ni siquiera pagar por el combustible. Jimin comenzó a conducir a una altísima velocidad:

- Tenemos que llegar a Yosu antes de que nos alcancen... No entiendo cómo han sabido dónde estamos... ¿Nos habrán rastreado?

Soulless (Jimin y Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora