Ella suspiro mientras sacudía su vestido, definitivamente la caída había sido bastante dolorosa pero no podía darse el lujo de llorar, tenía una misión y tenía que cumplirla, aun a su corta edad su abuelo había confiado en ella para esto y de ello dependía su futuro, miro a su alrededor y le costó un poco pero por fin pudo ubicar el lugar donde estaba, ahora solo tenía que encontrarlos.
Mientras caminaba vio pasar corriendo a una de las personas que más quería en el mundo, sin pensárselo dos veces corrió detrás de para alcanzarlo.
Sawada Tsunayoshi, iba corriendo de nuevo a la escuela pues como de costumbre se le había hecho tarde, sin embargo ese día por alguna extraña razón Reborn no lo había despertado por lo que iba más tarde que lo que acostumbraba, su única esperanza era que Hibari no estuviera en la puerta, así quizá podría entrar a la escuela sin ser mordido hasta la muerte, pero con su maldita suerte... ahí en la puerta cruzado de brazos estaba el azabache, definitivamente estaba muerto.
- Herbívoro – murmuro el mayor al verlo llegar.
- Hi... Hibari-san – murmuro nervioso mientras tragaba saliva – lo lamento...
- Te advertí que no toleraría que volvieras a llegar tarde – hablo mientras sacaba sus tonfas listo para darle una lección al castaño.
Tsuna simplemente soltó un chillido mientras se cubría el rostro para evitar por lo menos sentir mucho dolor, sin embargo el golpe nunca llego, solo sintió como algo se tiraba sobre el abrazándolo de la cintura provocando que cayera sentado.
- ¡Mamá!
Ambos miraron con asombro a la pequeña niña que se abrazaba con fuerza al castaño mayor
- Sawada – la voz del azabache sonaba aún más moleta –está prohibido traer niños a la escuela...
- ¡Yo no la conozco!
La pequeña se apartó un poco del chico, entonces ambos pudieron verla, una linda niña castaña que no pasaba de seis años, idéntica a Tsunayoshi, a excepción de su cabello ya que el de la niña era lacio, amarrado en una media coleta.
- Disculpa – Tsuna decidió hablar – ¿Estas perdida? – sonrió un poco
- Sawada, ve a clases... yo me encargo
- Pero – trago saliva al ver la cara de su guardián el cual no aceptaría peros y sin más que decir se fue dejando a la niña con el mayor.
- Mocosa... ¿Dónde están tus padres? - la cara de la niña cambio, estaba a punto de llorar y Hibari no entendía la razón, pero no tenía ánimos para escuchar a una herbívora llorona – Silencio
- No me llame así – lo miro con seriedad tratando de no llorar había olvidado su misión – mis padres no están... pero mi padre ¡jamás me llama mocosa!
Sin darle tiempo al azabache de responder la niña se fue corriendo, se había olvidado de su misión al ver a su madre, pero no podía desconcentrarse, necesitaba encontrarlo y si recordaba bien, su abuelo le había dicho que fuera a un parque cerca de la escuela, así fue hacia dicho lugar, entonces lo vio.
- ¿Abuelito Reborn? – murmuro a una distancia prudente, lo reconocía por algunas fotos que había visto antes, pero definitivamente era raro ver a su abuelo tan... como decirlo, ¿pequeño?
El azabache volteo a ver cuando escucho su nombre y alzo la ceja con sorpresa al ver a la niña castaña casi idéntica a su dame-alumno.
- Ciaossu – se acercó con cautela a la niña – ¿Quién ere...
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Sora
FanfictionSu misión parecía simple, pero quizá no fuera así... para poder completarla tendría que hablar con Reborn para que la ayudara a tener un futuro al cual volver. 1827