Sora

Seria un buen padre...

Cuando las clases terminaron, Tsuna se despidió de sus amigos y salió corriendo hacia el comité disciplinario para poder recoger a la pequeña castaña y llevársela a casa, cuando llego tomo un poco de aire y toco la puerta hasta que le dieron autorización para entrar.

- Hibari-san... vine por Sora – sonrió al ver a la niña durmiendo en el sofá que había en el lugar, pero se sorprendió al ver a Hibird durmiendo junto a ella – Ella, ¿Causo algún problema?

- En absoluto, incluso se comporta mejor que tú y tu manada de herbívoros, Sawada...

Se avergonzó por el hecho de que lo compararen con una niña de seis años y fuera ella a la que pusieran de ejemplo.

- Gracias por cuidar de ella – sonrió y se acercó a la pequeña para poder cargarla teniendo cuidado de no despertarla – bueno, me retiro...

- Espera – se levantó de su silla para poder tomar las bolsas de compras – compre esto para tu herbí... mini omnívora, debes ser idiota para tenerla con la misma ropa por dos días...

- Gr... gracias, y no soy idiota, simplemente no sabía que me dejarían solo con ella, si lo hubiera sabido hubiera tratado de conseguirle ropa – hablo con algo de molestia – ¿Cuánto le debo? Se lo pagare ahora mismo.

- Nada – sonrió levemente al ver que el castaño no tartamudeaba y lo confrontaba, definitivamente el chico había madurado en ese tiempo- considéralo un regalo, como sea... toma – le extendió las bolsas.

- No... no puedo, si las tomo me será difícil cargar a Sora... y los demás ya se fueron... no puedo pedirles ayuda – dijo en voz alta lo que pensaba.

- Supongo que no hay más remedio, tendré que acompañarte...

- ¿Seguro? De verdad no quiero serle una molestia, ya hizo demasiado con la ropa y cuidando de ella...

- Él bebe me dijo que tengo que permanecer junto a ustedes... y si los cuido podre pelear con él.

- Ya veo... supongo que entonces aceptare su ayuda.

Sonrió y el azabache solo asintió y así ambos salieron del lugar, sin embargo al bajar las escaleras el castaño tropezón y casi cae por las mismas, pero gracias a que Hibari lo sostuvo no cayo, pero decidieron que era mejor que el mayor llevara a la niña, solo por si ocurría algún otro tropiezo.

- Sora de verdad parece cómoda siendo cargada por usted – murmuro con una sonrisa al ver los.

- hmmp – "dijo" y asintió – Entonces... ¿Es tu familiar?

- Creo que si – suspiro – en verdad no lo sé, Reborn dijo que si pero... nunca antes la había mencionado, pero ella ayer me llamo mama, así que quizá lo es y me parezco a su madre... pero el hecho de que la mandara sola hasta Japón... me preocupa que algo le haya sucedido a su familia.

- Espero que no...

- Yo igual – sonrió al llegar a su casa – ¿Quiere entrar? Creo que puedo pagarle por lo que compro con algo de comer – hablo mientras abría la puerta de su hogar – quizá mi mama dejo algo para calentar...

- Esta bien – entro detrás del castaño y fue directo al sofá de la sala para poder dejar a la niña en él, sonrió y acomodo el cabello de esta con cuidado, algo de esa niña le parecía agradable.

Por su parte Tsuna fue directo a la cocina para revisar el refrigerador, sin embargo suspiro al ver que su madre no había dejado nada, tendría que cocinar... no podía ser tan difícil, ¿o sí? Entonces ese fue el momento en el que se decidió que algo en la cocina se quemaría.