제 [11] 장 | 추억 ...

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   Después de un mes de completas citas y revolcones sin compromiso, Hoseok le propuso ponerle una etiqueta a lo que sea que tengan… Jimin aceptó pensando que sería lo mejor. Todo iba de maravilla, tanto que lo asustaba y sentía vértigo de pensar en un futuro, los encuentros eran casi a diario, Hoseok iba a su departamento, charlaban, compartían besos y muchas de esas veces terminaban en un caluroso sexo que le dejaba un dolor insoportable en su trasero a la mañana. Comenzó a sonreír más seguido pero algo faltaba, cada vez que estaba envuelto entre los brazos del mayor, no cerraba los ojos por la comodidad o por sentirse bien, sentía ardor en sus ojos y apretaba sus labios. ¿Por qué no sentía las cosquillas o la calidez en su pecho cuando estaba con Hoseok?

   Suspiró insertando la llave para entrar a su departamento con intranquilidad. Aunque intentaba de objetar con la oscuridad e imponer la luz con colores cálidos… Al volver a su departamento, la soledad permanente y visible con sus tonos oscuros y vociferando la falta de presencia allí, lo recibió gustoso. Sus párpados se cerraron mostrando unas líneas cortoneadas bajo sus ojos y se dejó caer en su cama entre las colchas suaves y azules.

   —Que día de mierda… —Le contó a su almohada en un susurro amortiguado por el nudo en su garganta, tirándose boca abajo siéndole prohibido el oxígeno por segundos. Abrió sus ojos mirando la foto en la mesita de luz a su lado, un momento congelado plasmado en papel, allí se encontraban él con Yoongi sonriendo más allá que tuvieran curitas o parches en sus rostros por lastimarse jugando, detrás de ellos se visualizaban Jin y Jungkook haciendo muecas en su intento de arruinar la foto pero al contrario, le dieron su pequeño detalle.

   Los párpados de Jimin demostraban lo triste que estaba, hinchados, rojos y maltratados de tanto llorar al mirar su departamento y tratando de aceptar que no verá nuevamente a las personas que quería allí, sólo nieblas de un pasado recuerdo ya olvidados en el tiempo.

   Las gotas de agua caían violentamente, golpeando la superficie con fuerza para luego apaciguar la proporción con la que recaía, una llovizna se hizo presente y los ojos de Jimin, tan oscuros, vacíos y rojos, no paraban de caer lágrimas que se mezclaban con la lluvia, su corazón apretaba y su pecho latía con fuerza advirtiéndole que eso en serio estaba sucediendo, que era la realidad y no una pesadilla. Su mejilla arde con firmeza como si el fuego ardiente abrasara con viveza parte de su rostro; sus articulaciones no funcionaban y no podía moverse de esa banca mientras que una pregunta abarcaba toda su mente “¿Esto es real?”

   Estaba estático en su posición sin soltar ni un sólo monosílabo de sus labios, su expresión era fría e ida, no mostrando dolor o sufriento, sólo las ruinas de un llanto incesante que duró hasta entonces en un pequeño destello azul. Lo único que tenía en mano era su celular y su chamarra, bajo su ropa se ocultaban marcas coloreadas con una matiz morada, derivando hasta el rojo vino y su saturación. Su labio comenzó a temblar rememorando las escenas anteriores donde era golpeado con violencia por ser sincero con sus padres, los seres que deberían mantenerlo sano en su mundo claro bajo sus figuras paternas, mas sólo lo negaron y lo golpearon hasta el cansancio, tirándolo a su suerte sin ayuda o dinero. Tuvo el crédito suficiente para una sola llamada… Una que fue destinada a la persona que corría hacia él con un paraguas azul en mano y respirando con dificultad.

   —J-Jimin… —Trató de pronunciar su nombre aunque el oxígeno era escaso, el agua dejó de caerle encima gracias a la capa protectora, gracias a que Yoongi lo ocultó bajo su paraguas.

   —Hyung…

   Lo observó, lo analizó y lloró. Yoongi se agachó para buscar sus ojos entre las nubes grises y lo tomó de las mejillas, abrazándolo con fuerza, dejando a un lado el paraguas, sólo apoyando a Jimin, apretarlo entre sus brazos y prometiendo que las cosas iran bien, que no se preocupe por lo demás, que él está ahí y no está solo en esto…

윤민; [Follow your heart...] → y.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora