제 [10] 장 | 눈물

14.8K 2.3K 272
                                    

Jimin abrió sus ojos encontrándose con total oscuridad, sus bolsas negras en su rostro ardían mientras que el rojo de la irritación contorneaban sus párpados, abrió su boca para probar su voz y lloró ante el dolor cuando apenas un jadeo débil se desprendió de sus dulces labios. Acomodó sus castaños cabellos y verificó a su alrededor, distinguiendo a regañadientes sus ropas tiradas y chasqueó su lengua cuando un fuerte calambre invadió su columna vertebral. Se quedó pensativo mirando sus manos y recordando la salvaje noche que tuvo ayer, cómo comenzó y cómo terminó.

Desde que Yoongi abandonó el edificio, una encrucijada de varios hilos en su interior se formó moldeando una bola negra, oscura que se expandió hasta dejar vacío dentro de él. Miró la hora y se dio cuenta que era sábado por la tarde, estrechó sus ojos por la luz que le jodió la vista al abrir las cortinas ya teniendo ropa puesta encima. Se adentró al baño para llenar la tina de agua tibia y se perdió en el vapor, cerrando sus ojos y recordando…

—MinMin, ¿dónde estabas? —Yoongi se arrojó a su lado con un chupetín de manzana con su lengua enredada en el dulce sabor, Jimin sonrió mirando como el equipo de básquet resbalaban sus zapatillas contra el lijado suelo, emocionado por el juego aunque no fuera un aficionado pero apreciando como uno de sus amigos jugaba, apoyándolo a lo lejos. Se sobresaltó al sentir un brazo caer sobre sus hombros.

—Miraba a Jaehee jugar —contestó sin apartar sus ojos del chico que no paraba de sudar a lo lejos, Jimin mostró su risueños ojos medialuna que sólo aparecían al sonreír cuando su amigo le guiñó el ojo, un apretón en su hombro lo sorprendió volteando de inmediato a ver el perfil de su mejor amigo que se mostraba en sosiego sin mirarlo y haciéndose el tonto. El pelirosa alzó una ceja en confusión y sólo siguió mirando el partido, el peso a su lado haciéndose cada vez más notable… Algo que no sabía es que un par de ojos cayeron nuevamente en su perfil.

Jimin se hundió en la bañera, ahogándose por segundos que perecieron minutos antes de que saliera desesperado por oxígeno, mirando sus piernas hundidas en el agua y como las gotas que caían de las puntas de sus mechones chocaban en un eco. Lamió su labio inferior sintiendo lo salado en ellos y volviendo a trazar los caminos que lo llevaron al pasado, esas líneas de tiempo en sus manos y las marcas en su cuerpo lo transportaban a otro momento y un pasado tiempo independiente.

Jimin fue golpeado una y otra vez por esos muchachos que no paraban de insultarlo, denigrar su persona y mostrando el lado más oscuro que podían tener el ser humano. En un arrebato, dejó de sentir dolor y caso contrario, la liberación que soltó su alivio cuando frente a él apareció Yoongi completamente asustado, tomándolo delicadamente entre sus brazos como una pieza de arte en un museo.

—MinMin, ¿estás bien? —Estaba preocupado y Jimin no podía hablar de lo aterrado que se encontraba, sintiéndose cálido y curado cuando estuvo entre esos brazos que eran su hogar, su protección y escondite de las atrocidades de la vida. Lloró entre sus brazos sin importarle verse tan débil, porque aquel chico de dulce sonrisa y ojos acaramelados no lo juzgaba, al contrario, le entregaba el sentimiento que le faltaba.

Se fue al armario a tomar un par de prendas para salir a escribir sus emociones y sus vivencias en su diario mental, a restablacer el porqué de todo y el significado de su vida, yendo en busca del motivo que lo ayude a seguir bajo los blancos árboles hijos del crudo invierno.

Caminó por los tramos de senderos que lo conducían a la nada misma, paseando por aquel parque casi vacío, cerrando sus ojos por un corto lapso de tiempo antes de abrirlos y detenerse por un pequeño milisegundo que explotó su interior. Yoongi lo miró desde la dirección contraria antes de aplanar sus labios y pasar de él, ambos pasando del otro, pero ambos con la misma emoción juzgándolos.

Actuaron como si fuesen desconocidos…

Cuando antes de aquello hubo una historia detrás de aquel final.

[…]

—¿Cuándo?

El castaño estaba fuera de sí al ver a Jungkook y Seokjin del otro lado de la puerta, sus brazos cruzados y sus cejas fruncidas, molestos de algo que desconocía, pero sobre todo en los ojos del menor de todos se notaba la tristeza y decepción. Tragó saliva dejándolos pasar a su departamento con pesar, sabiendo que se venía una pesada y charla y creía sospechar de qué.

—¿Cuándo qué, Seokjin hyung? —Se sentó en su cama bajo los expectantes ojos del par, mirando cada movimiento que hacía, analizando sus gestos. Estaba nervioso, más que ansioso.

—¿Qué pasó con Yoongi hyung? —habló primero Jungkook recibiendo un golpe en su espalda por parte de su primo que le regaló una mirada de advertencia, suspiró con fuerza para mirar nuevamente al castaño, con aquellos ojos comprensivos…

—¿Por qué lo dices? —Restregó sus manos por el pantalón que llevaba.

—Sólo responde, Jimin hyung…

Ese extraño sentimiento nuevamente lo acechaba, presionando su pecho como una pelota de plástico, tirando de sus cuerdas vocales hasta romperlas y picando sus ojos… Oh… De nuevo. Rió, se rió de sí mismo y del todo el drama que se estaba montando, él de protagonista y los demás de marionetas, todo como las estúpidas obras de teatro de las que tanto se burlaba, de las que se reía de lo “cursi y estúpido”, recordó sus palabras y ahora estaba llorando por la ironía de la vida, ahora él se encontraba llorando por un chico, un amor inalcanzable…

Que era su mejor amigo.

Se sintió tan miserable, tirando de sus cabellos y dejando que sus emociones escondidas florezcan bajo el esplendor de la fresca oscuridad que lo recibía con los brazos abiertos. Seokjin se sintió mal al verlo y Jungkook miraba la situación, no sabiendo cómo sentirse.

—Es obvio que algo sucedió… Y creo saber qué es —Jungkook se levantó caminando hacia la salida, Seokjin no se movió de su lugar, entendiendo al  castaño pero también teniendo ese lado que mostraba negación a ayudar a su amigo.

Jimin lo miró con aquellos rojos de tanto llanto.

—¿Qué es?

Silencio.

Jungkook tomó el pomo de la puerta, determinado a irse, detendiéndose antes de poner un pie fuera de la casa para darle una última mirada al chico que se destruyó a sí mismo…

—Yoongi hyung lloró… —Jimin lo escuchó, revelando su rostro y mirando asombrado al menor… Yoongi era una persona tan reservada que no lloraba, se mostraba tan calmado siempre que era como una mala mentira para bromas; tiempo, situación y tensión le gritaban la veracidad de sus palabras.

—¿Q-qué?

Seokjin corroboró— Es la primera vez que lo vi así…

Un susurro hizo una grieta en el silencio creado, uno lastimero que le sacó unas lágrimas a Jimin.

—Él está desesperado por respuestas… —añadió— Al menos respondelas…






































































━━━━━━━━━━━~v( ̄∇ ̄)v

Holaaa, está historia será corta o bueno... Es lo que tengo planeado hacer (?), así que espero que lo estén disfrutando porque el drama no llegó a un... Bueno, el verdadero drama no llegó ¿?

Como sea, gracias por las +2k de vistas, en serio se los agradezco porque esta historia me gusta mucho :( ❤❤

Niconitty©

윤민; [Follow your heart...] → y.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora