제 [O7] 장 | 피하다

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Umh, Jimin, por favor, contesta mis llamadas... Estoy preocupado, ¿aún te sigue doliendo la cabeza y por eso no viniste a la empresa? Yo... ¿Puedo ir a tu departamento luego del trabajo? —La ronca voz cansada de Yoongi se esparcia por el departamento en el mensaje de audio. Min lo había llamado muchas veces y luego de cada una de ellas, dejaba un mensaje de voz que él los reproducía uno por uno, le hacía un poco feliz que se preocupara por él, pero ese tipo de cosas era lo que quería evitar.

Ahora otro ruido ensordecedor acató el momento pero al minuto se detuvo.

Tiene un nuevo mensaje de voz —La voz robótica femenina habló y Jimin apretó el botón para escuchar, aún envuelto en sus mantas con las lágrimas escabulléndose de sus ojitos con grandes bolsas negras debajo de aquellos hermosos ojos cafés.

Jimin, sé que estás ahí, contesta por favor o sino iré a tu departamento, nunca pido permiso de todos modos, así que me vas a escuchar cuando esté allí —No reaccionó, al contrario se envolvió con las calentitas mantas en busca de calor, cohibiéndose de escuchar una vez más el ruido del teléfono y luego la voz robótica.

»—¿Estás bien...? ¿Es por lo de ayer...? Si es así, lo siento —Y terminó.

Ya no hubo llamadas y Jimin se tiró a un lado en su cama, llorando porque no pensó que sería tan doloroso cortar lazo con Min, él era una persona tan hermosa que simplemente no se daba cuenta que lo quería lejos, era tan ingenuo que a Park le causaba ternura, pero debía dejar de encontrarle cosas hermosas a Yoongi y comenzar a buscar cosas bellas en otras personas. Le podría dar una oportunidad al chico que una vez le propuso una cita, su nombre era... ¿Cómo era? Ni siquiera recordaba algo tan simple.

Abrazó su cuerpo y miró las arrugas que se formaron en la tela gruesa que lo mantenía alejado del frío. Así estuvo todo el día, acostado y solo levantándose para ir al baño o comer algo ligero pero escaso. Luego de haber venido de la cocina por tercera vez, estuvo a punto de levantarse sino fuera por el timbre que le avisaba que había un visitante. Se acercó a pasos sigilosos para no hacer ruido y fijarse por la rendija de la puerta de quién se trataba, al ver a Yoongi del otro lado, su corazón latió desbocado, le dio tanto miedo el repentino cambio de ritmo de sus palpitaciones que temió que le daría un infarto.

Tragó saliva y otra vez el timbre fue tocado.

—¿Jimin? Sé que estás en casa, abreme —No contestó, casi reteniendo su respiración al verse descubierto.

»—Abre, vamos —Golpes de nudillos fueron dados a la puerta y Jimin llevó su mano a su pecho cuando se contrajó contra su corazón—. ¡Jimin! Abre la puerta, sé que estás ahí, vamos, necesito hablar contigo —suplicaba por ver al menor, estaba preocupado y que el castaño no abra la puerta le ponía los pelos de punta.

Pero las lágrimas se presentaron de nuevo en el rostro de Jimin cuando escuchó la voz temblorosa de su mejor amigo hablar:

—Lo siento... Me disculpo aunque no sé qué hice, has actuado indiferente conmigo desde hace meses... Y no sé la razón... Lo siento si dije algo que te hirió o he hecho algo que te molesto —Se notaba herido pero Jimin sólo llevó su mano a su boca para no dejar escapar ningún sonido y estropear todo—. Mejor me iré... Nos vemos mañana MinM-... Jimin.

Lo lastimó.

[...]

—Amor, ¿qué sucede? —preguntó Hayun abrazando a su esposo por la espalda detrás del sillón individual donde estaba, al ver al pálido frotándose la cabeza y ensimismado en algo en su mente, se acercó preocupada.

Yoongi suspiró.

—¿Has notado a Jimin raro?

—¿Jiminnie-ah? ¿Qué sucede con él? Lo he notado raro —respondió suavemente percibiendo que el menor se tensó en sus brazos.

—Bueno... ¿Puedes creer que él... Me está evitando? —Soltó lo último triste por recordar como Jimin dejó de acercarse o dejar que se acerque, cómo el castaño ya casi no le dirije la palabra si no es él el que inicia una charla.

—¿No has intentado hablar con él? Hablo de... Antes que te comience a evitar —propusó la hermosa mujer, Yoongi posó su mano sobre la de Hayun, dándole leves palmaditas y observando sus pies en busca de una respuesta al alejamiento de su mejor amigo...

—Lo he intentado... Traté de hoy ir a su departamento pero... No me quiso abrir la puerta —Sus comisuras descendieron de a poco hasta formar una mueca triste al saber que Jimin estaba en su departamento pero sólo optó por ignorarlo de la peor forma y eso, había roto algo en él.

Hayun comenzó a jugar con los mechones de cabello del pelinegro.

—Quizás está cansado... O... Ay, no sé cómo ayudarte, amor —suspiró Hayun soltando a Yoongi y caminando hasta sentarse en otro sillón individual, mirando como su esposo estaba hundido en sus propios pensamientos deprimentes—. Quizás está con otros problemas ajenos a ti, no te llenes la cabeza con culparte, si quieres puedo llevarle comida y tratar de hablar con él —Pero cuando el pálido elevó su cabeza casi de inmediato, ella le sonrió a sabiendas de que el alto se iba a negar rotundamente a esa idea.

—No, digo... Creo que debería darle su espacio o no lo sé, él me dijo que el chico que le gusta le rompió el corazón —Miró a su esposa en busca de apoyo y Hayun tenía un círculo por boca por la impresión, muy pocas veces llegó a escuchar que Jimin tenía algún interés un poco más profundo que algo pasejero por alguien.

—Oh... Tal vez debes dejar que él lo resuelva con ese chico o sino hazle saber que lo apoyas —La muchacha se levantó del sillón para acercarse a Yoongi y plantarle un beso en sus labios—. Ya me iré a dormir —Fue lo que dijo para dirigirse al pasillo y voltearse en busca de alguna respuesta por parte del pelinegro.

—Umh, yo iré luego —Fue lo único que dijo cuando Hayun se perdió en el corredor dejando atrás al menor, ella sabía que necesitaba espacio, últimamente Yoongi había estado raro y perdido.

Ojalá puedan resolver sus problemas y dejar de evitarse.

Pero Yoongi no podía dejar de pensar en Jimin.























































Niconitty©

윤민; [Follow your heart...] → y.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora