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Me encuentro en un estado de vigilia constante.

[Perdida.]

Días pasan, el tiempo corre y no espera a nadie. 

[Vacía.]

Hay veces que desearía volver el tiempo atrás, tan sólo evitar tomar ciertas decisiones que terminarían cambiando para siempre mi vida. De todas formas soy consciente que si todo fuera así de sencillo, evitaría haber pasado por tantas cosas malas como buenas. Mucho tiempo desee no haber nacido cuando vivía en aquel infierno con Brian. 

[Sola.]

De no haber nacido no hubiera tenido la oportunidad de conocer a mi hermano, a mis tíos, a mi primo, a Winnie. En todo caso de haber nacido y haber vivido otra vida tampoco hubiera sido lo mismo. 

Me encuentro mucho tiempo pensando en todo ésto. Cómo ponerle fin al dolor... si es que eso se puede. 

[Rota.]

Pienso en tantas cosas que me la paso durmiendo cuando no estoy ayudando a Mariel con la mudanza del hospital a la casa. Si no estoy con los chicos, intentando hacerlos felices o hacerlos reír, estoy en el baño, llorando, tomando largas duchas. Deshecha. Completamente perdida y sintiéndome vacía. 

¿Acaso tiene sentido?, ¿Acaso todo ésto tiene algún sentido? Y sin embargo, más allá de mi dolor, más allá de mi ansiedad, una voz en mi cabeza me repite; "todo pasa por algo". Nada es al azar. 

No dejan de llegarme mensajes de Adrien.

"¿Dónde estás?" 

No tengo la más remota idea. 

"¿Por qué no respondes?"

Porque no puedo enfrentarte. No puedo ni siquiera pensar en responderte.

"Perdón por lo del otro día, estaba fuera de mi, no soy así nena."

¿De qué tantas otras cosas sos capaz?

"Por favor, decime que estás bien al menos."

No lo estoy.

"¡Contestame Mae carajo!"

No quiero. No puedo. 

Sus mensajes no paran ahí. Llama y llama a pesar de que no contesto. Se que eventualmente voy a tener que enfrentarlo. Tengo miedo de que venga a verme. Tengo pánico de que venga a buscarme acá y tener que confesarle todo. 

"Mi tía no está muy bien, ni bien pueda te llamo, no quiero hablar ahora."

Ésa es la única respuesta que me digno a mandarle. Estoy haciendo las cosas mal y lo se. Prolongando el dolor. Prolongando toda ésta situación de mierda pero necesito pensar. Necesito concentrarme en lo que de verdad es importante: mi familia. Me necesitan más que nunca y no puedo negarme porque de hacerlo, de desperdiciar los últimos momentos con Mariel, me arrepentiría tanto luego que el dolor sería inimaginable.

Me paso el día cuidando de los niños. Distrayéndoles. Siendo extremadamente cuidadosa con las palabras que digo frente a ellos. 

Mariel ya está con nosotros. Una enfermera llega con ella y se presenta. Carla. Se la pasa hablando con Christian luego de poner todo en su lugar y llenar la habitación de mis tíos con aparatos y equipos que nunca pensé que vería. 

Hacemos mañana de películas hasta que me tengo que ir al trabajo a explicar lo que está pasando y de ser necesario, presentar una renuncia.

Camino al café completamente ida. Lo único que escucho son mis pensamientos y el cielo truenar. 

SIN FRENOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora