Regalos, regalos y más regalos.
He de admitir que no le veo el encanto a este día, de ser otra mi situación y seguramente no haber pasado por una relación tan estable como la que tengo diría sin temor “el amor es una mierda”.
San Valentín es una época comercial, sólo sirve para sacar dinero a aquellos que están enamorados y a los otros que están sufriendo por amor. El día de hoy las reproducciones con más números serán dedicatorias y desplantes.
El amor es igual que la escuela, sólo pueden decir que fue una buena época aquellos que no hayan sufrido al vivirla. Para bien o para mal en el primer caso puedo decir que he vivido lo mejor de mi vida, para el segundo caso... Es mi razón para asesinar.
No obstante hoy estoy cancelando cualquier idea que haya tenido sobre San Valentín, como un idiota estoy buscando en que gastar mi dinero y dedicarlo a la mujer que amo, junto a mí está Puppet quien parece estar buscando la decoración de Halloween.
Qué ganas tengo de matar.
Las calles están llenas a reventar, el oxígeno lentamente escapa de mí pequeña zona personal, siento la invasión y el retumbante sonido de los gritos por ver quién compra más “amor”. Peluches, chocolates, rosas, colonias, anillos, globos, pasteles... Parece ser el cumpleaños de la jodida humanidad.
—¡Mierda!— escucho decir de Puppet.
Está tan estresado como estoy ahora, aunque debería de ser yo quien esté más molesto, gracias a la careciente sensibilidad de mí amigo debo de acompañarlo cada vez que quiera comprar algo romántico a su novia. No soy el mejor en esto, pero por lo visto parezco ser el más romántico de todos los jodidos asesinos del bosque.
— Imbéciles— no tengo claro a quien dirijo el insulto.
¿Quizás sea por todos los humanos que derrochan amor? O sólo por casualidad ¿Sea mi estúpido amigo enamorado de una humana? Puede ser que para ambos.
—Ok, Helen dime qué compro—me pide él al lograr entrar al centro comercial.
Analizo que puede comprarle.
—¿Sabes que colonia es de su preferencia?— expreso, pero por el gesto confundido de él niego— bien, no lo sabes ¿Algún accesorio que hayas visto que le guste?— él lo analiza, para luego negar.
— Ya le compré el anillo que quería— dice y veo un sonrojo en mi amigo.
El amor lo tiene como idiota... Corrijo, nos tiene como idiotas.
Vuelvo a intentar.
—Ni modo de hacer una reservación a algún sitio a estas horas— sigo pensando— bien, vamos a lo básico: peluches y chocolate.
Él sigue pensando.
—Creo haber visto un collar que ella deseaba, me ayudarás a buscarlo después de esto.
—Ay, que lindo de tu parte, agradezco bastante que me hayas preguntado si quería ayudar ¡Oh, claro, no importa! Yo te ayudo. Idiota.
Él se ríe y acomoda su gorro para ir a buscar un local encargado de peluches, para nuestra suerte está completamente lleno, como el mismísimo infierno.
—a Zalgo se le escapó la gente— susurro.
—Que ganas de matar me han dado, todos se ven tan lindos siendo títeres.
Me causa cierta gracia su comentario, aunque no lo demuestre.
Decidimos buscar otro local.
En nuestra búsqueda Puppet me señala una muñeca de un local gótico, es igual a un títere con cara repugnante.
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Asesinatos [Bloody Painter]
FanfictionSe recomienda haber leído antes Asesino [Bloody Painter] para comprender mejor esta parte extra. Relatos sobre el origen de varios de los personajes y detalles luego del final oficial, espero que sea de su agrado.