GANGSTER AU! YOONMIN

51

— ¡Oh! ¡Helado de vainilla!— tomo el recipiente con rapidez, colocándolo/lanzándolo hacia el pequeño carrito que tenía.

El bulto de su panza se notaba más, pero eso no le impedía moverse.

—Bien, hora de irnos.— hablo con su engendro (como le decía YoonGi), tomando las pocas cosas que llevaba.

—¡Gracias!— agitó su mano a la persona que lo había atendido, saliendo de la pequeña tienda.

Se subió a la motocicleta para después tomar el casco negro y acomodarse su chaqueta.

Encendió el motor en dirección a su casa, para posiblemente dormir.
Al llegar, notó que YoonGi ya se encontraba ahí, con más rapidez de adentro a la mansión.

—Hola chicos.— dijo cuando entro a la sala, encontrando a YoonGi caminado en círculos, pero cuando me miró, su cara palideció por completo, incluso más de lo que ya era.

—JiMin, tu yo necesitamos hablar, ahora.— dicho esto, subió las escaleras en dirección a su cuarto, JiMin miró a Namjoon y a Seokjin, para después sonreír.

— Por si querían preguntar...— dijo empezando a subir las escaleras.
—El de la motocicleta si fui yo.—

El cuarto se sentía frío, no como otras veces, se sentía tenso.

Miró hacia la silla en donde se encontraba YoonGi, sentado con un cigarrillo en mano y el otro brazo descansando en la silla, su pierna izquierda se encontraba sobre la derecha y su mirada no se quitaba de JiMin.

—¿Eras tú?— después de un tiempo, YoonGi hablo, no había necesidad de preguntar qué, JiMin lo sabía.

—Si, si era yo— se cruzó de brazos y se apoyó en la pared. —¿Algún problema?— YoonGi se levantó del lugar con lentitud.

— El puto problema, es que pudiste haber muerto...— sus manos se posaron a los lados de la cabeza de JiMin. —No puedes salir en ese estado, es peligroso, además de que también serás un blanco si te ven protegiéndome.— JiMin suspiro.

—Pero también tú...— empezó a hablar en un hilo de voz. —Tu también pudiste haberme dejado con nuestro hijo o hija... Solo.—

Los ojos acuosos de JiMin miraron los penetrantes de su amado, quien no cambió su mirada.

—Es mi trabajo JiM-

—Eres mi prometido, YoonGi. — el silencio reino el lugar.

JiMin cerro sus ojos, las lágrimas empezaban a salirse sin su consentimiento.

YoonGi se separó de el abruptamente, sacó su celular y empezó a buscar el contacto de alguien.
Cuando lo encontró, le presionó rápidamente para después poner el aparato en su oído.

—Namjoon, escucha muy bien lo que voy a decirte...— hablo con calma.—Durante los meses que JiMin tenga en este estado, no saldré de la mansión, irás como mi representante en todas las reuniones...— se escucharon gritos de Jin aparentemente. —¡Es una orden!— colgó.

Se subió a la cama y abrió los brazos para invitar a JiMin a abrazarlo, lo cual no duró puesto que el menor se lanzó a su cuerpo, ocultándose en su pecho, soltando las lágrimas.

—L-lo siento...— susurro en el pecho del pálido. —No JiMin, está bien, yo lo siento, lamento haberte hecho llorar, pero ahora, nos quedaremos juntos por estos...—

—Siete meses.—

—Por estos siete meses, lo prometo.—

Andaba soft xd