sí, yo también soy un bastardo deprimido
que la odia por no poder alcanzarla.o me odio a mí, no sé.
es extraño cómo puedo gustarme tanto,
y al mismo tiempo,
que mi egolatría tome a mi odio interno por el cuello
y haga mierda su vientre
violándolo sin señales de que la esperanza
y alguna virtud existiera en él.un día eres un poeta enamorado de la naturaleza y fervientemente feliz, y de pronto te abrazan y te miran a los ojos.
solo eso basta para enamorarte, ¿no?hazle daño, olvídala. haz que te odie.
tu destino es estar solo,
ser miserable.los odio a todos,
sin excepción.