Despertando de aquellas pesadillas que agobiaban su mente, Gabriel Wescott tomaba un respiro dirigiéndose a la cocina de la mansión. Los guardias estaban en el exterior vigilando la residencia toda la noche y su mayordomo se había retirado por problemas médicos
La mansión Wescott, ventanas reforzadas por dentro y por fuera, personal entrenado para neutralizar a cualquier tipo de sujeto o homicida y diversas cámaras vigilando el perímetro, un sistema de seguridad totalmente creado para una sola persona.
Pensando todo los sucesos deja salir una pequeña sonrisa pues a pesar de todo el caos que transcurrió en estas ultimas semanas, su mente parecía no haberse ido del todo y su prudencia era muestra de ello.
<< Gabriel, necesito decirte algo respecto a tu padre >> exclamó Yul con cierta preocupación en su hablar.
- ¿Ahora que quieres? - el frío se desplazaba desde las ventanas, exhalando muestra su disgusto abre un frasco de pastillas para el insomnio.
Las noches en la Ciudadela eran las más frías demostrándose por el estado del personal, continuando con su charla Gabriel toma un vaso de agua y sentándose en la cocina con los ojos perdidos en miles de ideas sin concretar algún concepto al final de todo consume la dosis esperando a que hiciera efecto en él.
<< Tú padre no es el héroe que tu mente interpreta, el te hizo esto, la compañía... >> antes de poder continuar, la expresión de Gabriel rápidamente cambia mostrando una rabia hacia la voz.
Tapando sus oídos con sus manos, la voz intentaba comunicarse solo pudiendo oír un par de palabras:
- El no es así, mi padre no es un monstruo, ¡Cállate! - intentando acercarse hacia sus pastillas este tropieza impactándose contra la pared, esta acción hizo ensordecer al joven por un par de segundos algo que pareció silenciar la voz - Es una mentira.
Continuando la acción el chico continuó murmurando incoherentemente:
- ¡No es cierto!, ¡No es cierto! ¡silencio! - tercamente el chico dejó salir una hilera de sangre de su frente, desistiendo la criatura deja de hablar.
Pasada la agobiante situación, el joven se mantiene mirando al exterior para notar una silueta peculiar en la acera de la mansión.
En el cuarto de seguridad, las cámaras se fijaron en la anomalía mandando un par de guardias a a investigar.
- Hombre, esta es propiedad privada, le pido retirarse - exclamo uno de los guardias apuntando el arma contra este.
- Hola, ayuda, buenas noches - la voz se escuchaban desinteresadas o hasta mecánicas para los oídos más avanzados.
Mirando desde la ventana, Gabriel abre levemente la cortina para saber que ocurría pues el sujeto movía la mano saludando hacia el interior de la residencia.
- Si no se retira abriremos fuego - amenazo nuevamente el guardia al cual se le cercenó la cabeza de un zarpazo que no pudo ser posible distinguir su origen, dejando salir una fuente de sangre desde su cuello expuesto.
- Hola, ayúdenme - mirando fijamente hacia el sujeto nota algo perturbador - su cuerpo estaba cubierto de múltiples heridas y su boca cerrada aún así no dejaba de escucharse su voz decir claramente - Ayúdenme, algo me persigue.
Un escalofrío recorrió por el chico quien se escondió en su habitación observando la masacre desde su ventana.
- Abran fuego - exclamó la central de vigilancia mientras varios guardias se acercaban a la ubicación, las ventanas y puerta de la mansión fueron rápidamente selladas con barreras eléctricas y solido acero.
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El Alma de Una Sombra (Pausada)
De TodoEn el año 2075 donde la tecnología y diversiones abunda en las calles, los efímeros momentos de alegría sincera se pueden ver afectados por golpes de realidad. Eso le hubieran dicho a Gabriel Wescott antes de decidir invitar a aquella chica de ojos...