Era una tranquila noche en la Ciudadela, la gente caminaba ignorante al peligros, los ricos se agazapaban de dinero, los animales eran casi inexistente y la única compañía de Albert Wescott era un botella de vino caro.
Era un hombre que vestía de un elegante traje escarlata, cada noche disfrutaba de la vista a la ciudad algo que solía hacer con esposa tras apasionadas noches en la luna de plata; ya se encontraba de regreso y fue el primero en ser informado de los sucesos recién ocurridos.
— Señor Wescott, tenemos varios asuntos que arreglar — desde el comunicador del avión, una voz conocida comenzó a enumerar los asuntos que ocurrieron hasta que uno lo hizo reaccionar con ojos maravillados — Gabriel Wescott ha activado al producto dentro suyo, según los reportes del E.C.P. esta trabajando con otra portadora.
— Gabriel... dame más información — tomando el teléfono pide con tono exasperado más datos al respecto.
— Según el escáner que colocamos en su cerebro, un daño externo activo en su totalidad al productor pero este debió haber rechazado o destruido el artefacto pues no hemos recibidos más datos desde hace días, el incidente ocurrió justo en el escape del producto Omega — golpeando con fuerza el apoyabrazos, el señor Wescott expresó una sonrió leve tras notar lo que sucedió.
— Entonces, hay una posibilidad de conseguirlo, ve a por los demás portadores y dile a Elías que capture al chico de una vez por todas — tomando el anillo de bodas de la que alguna vez fue su esposa este sonríe antes de ser interrumpido nuevamente por Isaac quien le comentaba lo siguiente:
— Señor Wescott, el alcalde pide hablar con usted —
— Pásalo a la línea —
Una voz diferente se integró a la llamada, se oía preocupada y ciertamente menos amenazante que alguno de los dos.
— Señor Wescott, mis hombres me han informado que ha estado practicando sus armas con seres humanos, así que dígame, ¿eso es cierto? — despreocupado, el hombre de traje se sirve otro copa sin prestar gran atención al sujeto del otro lado del teléfono.
— Andrés, la línea esta encriptada, deja las tonterías —
— Disculpe señor Wescott, el E.C.P. me informó que su matón acabó con algunos de ellos; si es tan difícil atrapar al chico, ¿Por qué no manda al E.C.P. por él? —
— No confió mi mayor hazaña en un grupo de soldados con armamento pesado, además, le debo un favor y no es de caballero el no cumplir con ello, no soy un monstruo — mirando la copa termina esta de un trago.
— En serio respetas a ese obrero, se que tiene uno de tus productos dentro suyo pero no tiene el estatus o dinero que debería poseer para merecer tu respeto, señor Wescott — el comentario dejó en silencio el compartimiento del avión, movimiento de los labios a la nada muestra su intento por hablar con seriedad, Albert continua con una voz más pesada y en cólera leve:
— Andrés, si escucho otro comentario así de tu parte te sacaré de la alcaldía — la voz del alcalde se detuvo, colgando al instante.
— Señor, alguien fue el causante del incidente de los productos liberados, la figura es irreconocible y parece usar tecnología superior a la nuestra — mostrando en el monitor, aquella silueta envuelta en una distorsión, notó unos extraños ojos blancos que era el único rastro que lo distinguía además de su mascara — Y señor Wescott, el sujeto que capturamos logró llegar a los laboratorios.
— Interesante — Wescott toma la copa entre sus manos y pregunta al respecto — Bien, manda sus pagas al E.C.P. iré a saludar a nuestros huésped apenas baje del avión.
ESTÁS LEYENDO
El Alma de Una Sombra (Pausada)
De TodoEn el año 2075 donde la tecnología y diversiones abunda en las calles, los efímeros momentos de alegría sincera se pueden ver afectados por golpes de realidad. Eso le hubieran dicho a Gabriel Wescott antes de decidir invitar a aquella chica de ojos...