Without You.

Capítulo 11.

Disclaimer: Los personajes de Yagate Kimi ni Naru no me pertenecen, son propiedad de Nakatani Nio.

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Without You.

Regdar Blackstrand.

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XI. Mis Verdaderos Sentimientos.

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Se había vuelto una tradición el que ellas se reunieran una vez por semana para ir a la cancha de baseball simulado. Incluso si ella ahora es parte del club de basketball, no pude negar que el baseball es un deporte que sigue gustándole.

No obstante, en esta ocasión hay algo que la mantiene distraída y, Natsuki, como buena amiga que es, se percata de ello de inmediato.

—Esta bien, Yuu —dice, golpeando la pelota con el bate para luego mirar a su amiga—. Estás distraída. ¿Qué ocurre?

Yuu se mantienen el silencio, sin saber como poner en palabras lo que ha estado pasando con ella esos últimos días. Han pasado dos semanas desde el día en que vio a Koyomi de una forma totalmente diferente.

Al principio pensó que todo se debía al percance que tuvo con Saeki Sayaka, pero conforme avanzaron los días, se dio cuenta de que no era por eso. Ella ya ha experimentado esa sensación anteriormente con Nanami Touko.

Pero aún así, está vez es diferente; es confuso.

—Honestamente —habla tras meditarlos un poco—, estoy  confundida —confieza, golpeando con fuerza la pelota de baseball.

Natsuki la mira extrañada.

—¿Confundida? ¿Por qué?

Ella se detiene, bajando el bate y dejando escapar la pelota, da una larga inhalación y empieza a contarle todo. Ya había decidido no volver a guardar secretos, lo hizo una vez y resultó muy lastimada, no quería volver a hacerlo; mucho menos a sus amigas.

Natsuki apaga el sistema del campo para darle su total atención. Ella le cuenta todo, desde el principio hasta el final, lo cual toma varios minutos.

—Ya veo —dice Natsuki, con los brazos cruzados y asistiendo con la cabeza—. Te estas enamorando de Koyomi.

Yuu la mira como si hubiese perdido la cabeza.

—Eso es imposible, Koyomi es mi amiga —declara, su voz suena convincente, pero hay algo dentro de ella que no esta del todo seguro.

—¿Y eso qué? —la pelinegra se encoge de hombros—. Te enamoraste de tu senpai, a quien solo conocías de poco tiempo. ¿Por qué no puede ocurrir lo mismo con alguien a quién conoces desde hace cinco años?

Hay una silencio que se mantiene durante casi un minuto.

—Realmente no sé que es lo que estoy empezando a sentir —declara—. Es diferente a lo que sentía con Nanami-senpai, pero… hay algo similar que termina confundiéndome.