ILAIA

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-¿sabes que es lo que adoro de ti.?
- soy muy mala adivinando, sólo quiero escucharte.
-tus labios, tus ojos cuando algo expresa que te gusta, y tus caricias al despertarme.
-estuve pensando algo, ¿quieres escucharlo?
-si, claro
-pero no digas que no, sólo piénsalo y analiza, es todo lo que pido.
-ya dime ilaia no le des tantas vueltas
-¿y si vivimos juntas?
-mmm....
- piénsalo, no respondas ahorita
-pero...
- te dije que lo pienses Suli
-ok, lo pensaré
- ilaia, ¿sabes que te amo?
-si, me lo has dicho
-no quiero lastimarte pero creo que mudarnos... es un poco precipitado
-¡¿precipitado?!
-No, no, no te enojes
-no estoy enojada pero, llevamos 5 años de relación y no te e visto una pizca de compromiso con migo, ambas estamos separadas y nos vemos pocas veces, te amo pero estoy harta de pensarte, pero... olvídalo
-¿pero, qué?
-ya nada, sólo gracias por ser honesta y demostrar que estoy perdiendo el tiempo con tigo.
Ilaia se paró del sofá y caminó rumbo a su habitación huyendo de Suli, pero Suli no dudo en ir tras de ella y detenerla, le cerró el paso de inmediato y Suli sólo dijo
-¿por qué siempre tomas las cosas tan precipitadas?
-¿cinco años son desiciones precipitadas?
Sólo  vi que en ese momento Suli se arrodilló y vi que metió una mano en la bolsa de sus jeans, y sacó algo y lo sostuvo en su mano a puño cerrado y me miró y solo dijo - ¿ recuerdas cómo te propuse que fueras mi novia?
-si, estábamos en el muelle y peleamos por algo absurdo y me dijiste que cuándo peleemos me darías cosas sig...
-significativas que te hicieran sentir segura de que te amo y segura de que eres la mujer que amo.
Vi que abrió su mano y mostró un hermoso anillo, y me preguntó con lágrimas en los ojos - ¿ te gustaría formar un hogar con migo?, con mi voz quebrada solo pude decir -te amo.
Me arrodille, la abracé y lloré como nunca, tanto lloré que Suli no dejó de acariciar mi espalda pero el momento se esfumó cuando tuve una llamada entrante pero ella no dejó de abrazarme a si que no respondí, pude tener tranquilidad al saber que ella me amaba tanto como yo a ella.

Una Vida por capítuloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora