Había llegado a un punto al que sinceramente Akko nunca pensó que hubiese podido llegar. Pero al fin y al cabo lo entendía, pues poco a poco había comenzado a desatarse una guerra en su interior, una tempestad que amenazaba con destruir sus pensamientos. Ahora mismo era un mar inconexo, que no podía chocar contra las orillas del mar porque algo se lo impedía
Su propia mente era algo complicado de entender. Había estado soportando muchísima presión desde el primer momento en el que puso sus pies en la academia de Luna Nova, no ya tan solo por no pertenecer a un talentoso linaje de brujas, si no también porque su magia fuese sido robada por la persona a la que tanto admiró, y aunque ya todo había sido perdonado, era cierto que no se olvidaría del dolor que sintió en ese momento. Lo bueno era que, Akko, era una de las personas más cabezotas y positivas que existían, por lo que nunca se rindió. Nunca
La palabra "rendirse" ni siquiera entraba en su vocabulario. Para ella rendirse era sinónimo a haber perdido las esperanzas, y eso era algo a lo que no estaba dispuesta
Desde el momento 0 había sido muy criticada por el resto de las estudiantes, incluso por su ahora "amiga",-no sabía si considerarla así puesto que las unía algo más fuerte- Diana. Es decir, esperaba que la aceptasen rápido, pero no se imaginaba que existiese gente así de cruel
Pero lo había ignorado. Todo el mundo había visto crecer a Akko tan rápido, que hasta provocaba admiración por la chica. Sin recursos y con una magia bastante deplorable, la chica había conseguido cosas maravillosas. Lo sucedido con el misil y al liberar el gran Triskellion eran prueba suficiente de la fuerte voluntad que poseía
Lo jodido era que aún después de todo eso, ciertamente no la respetaban, y peor aún, incluso la desprestigiaban y infravaloraban. Sus amigas la habían protegido incontables veces, pero no siempre estaba con alguna de sus amigas para que la ayudasen. Diana era la menos enterada de los ataques de las estudiantes a Akko, pero esto solo era por el hecho de que si Diana se enteraba, realmente se enfurecería. Así que muchas veces era Akko quién tenía que curarse a si misma, o incluso llegarse a darle una visita a la enfermera
El acoso que le hacían había llegado ya a niveles mayores. Un nivel en el que no se sentía segura ni en su propia habitación con dos personas durmiendo junta a ella. Su confianza había decaído tan pronto como empezaron los problemas. Lo curioso era que a pesar de todo siempre mantenía su sonrisa, su sonrisa genuina y sincera que desprendía dulzura. Realmente parecía como si hubiese reemplazado las ácidas lágrimas por sonrisas inocentes
La realidad era que se estaba autodestruyendo. Cada sonrisa falsa solo provocaba que la mascara que la cubría se endureciese, que el vacío en su interior creciese poco a poco. Lograba engañar casi a todo el mundo
Repito, a casi todo el mundo
Porque nadie podría engañar a Diana Cavendish, y menos si se trataba de Akko, no cuando conocía a la asiática como a la palma de su mano. Estaba cerca de descubrirlo todo. Se acercaba a pasos agigantados a la verdad que escondía la otra chica
Pero todo principio tiene un final, a veces para bien y a veces para mal
El día que Diana se enteró de lo que le hacían a Akko fue a apenas dos meses antes de la graduación. Ese día habían quedado las dos en el jardín como hacían a veces, solo para charlar animadamente sobra cualquier cosa que se les pasase por la cabeza
Pero algo no andaba bien
En cuanto Diana vio a Akko lo supo enseguida. Su cara estaba teñida de temor, como si pensase realmente que algo la perseguía, y sus labios estaban ligeramente fruncidos, con la preocupación latiente en ellos. En ese momento le recorrió un ligero escalofrío, a sabiendas de que algo no iba bien
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Diakko one-shots💫
Fanfiction⚠️ contiene smut Lo que se me ocurre de vez en cuando y ya