Diakko one-shots💫

Déjame hacerlo(Smut)

-¡Dianaaa, Dianaaa!

La joven asiática corría por los pasillos de Luna Nova energéticamente, buscando a su novia con un papel en la mano.

Las demás estudiantes miraban pasar a la chica, gritando por ahí. Akko no era ella sin ir armando escándalo por todo lugar donde pasaba. Y es que en realidad, estaba muy feliz. Había conseguido aprobar la prueba de Astrología Mágica con una nota que el año anterior soñaba con tener. Todo esto había sido gracias a Diana, y a las intensas sesiones de estudio que habían tenido últimamente en la biblioteca. Quería ir y agradecerle por la ayuda, además, no se olvidaba de lo que le había prometido la rubia en caso de que sacara buena nota en el exámen.

"Si entras entre las notas más altas, tendrás una recompensa"

Ya ves que quería saber que tipo de recompensa recibiría.

Akko siguió corriendo perdida en sus fantasías, sin importarle mucho si tropezaba o se caía. Iba corriendo cerca del pasillo que daba a las habitaciones, cuando chocó repentinamente con alguien. Akko cayó de culo al suelo.

-¿Akko?

La susodicha alzó la vista, solo para ver a Barbara tendiendole la mano. Accedió, y con ayuda, se levantó del congelado suelo.

-Lo lamento Barbara, iba tan distraída que choqué contigo.

-No, no te preocupes-Le dijo sonriendo levemente-¿Estabas gritando el nombre de Diana?

Se sonrojó levemente.

-Si, es que la estoy buscando pero no la encuentro por ningún lado.

Akko se agachó para recoger el exámen del suelo, rezando porque no tuviera ninguna arruga visible. A decir verdad, ahora mismo no tendría que tenerlo ella, pero la profesora Úrsula le había dado permiso para ir a enseñarselo a Diana, con la condición de que el papel viniera de vuelta en perfectas condiciones. De lo contrario, se quedaría castigada o peor aún, tendría que soportar una larga charla de Finnelan.

-Oh, acabo de verla en nuestra habitación-Comentó-Me parece que estaba estudiando algo.

"Para variar"-Pensó la asiática.

-¡Muchas gracias, Barbara!

Akko aceleró el paso mientras bajaba las escaleras hacía la habitación de Diana. ¿Por qué tenía que estar tan lejos? Impaciente, fuen bajando los escalones de dos en dos, tal y como lo haría un niño pequeño. Al llegar, corrió hasta el final del pasillo, donde finalmente estaba la dichosa puerta. Pegó a la puerta un par de veces, esperando anque abrieran, pero nadie lo hizo.

Esperó sentada por unos diez minutos, hasta que la puerta finalmente se abrió. Akko, al estar sentada en la puerta, cuando su novia la abrió, cayo de espaldas hacía atrás, por segunda vez en el día. Se levantó enseguida ante la mirada confundida de la rubia.

-Es la segunda vez que me caigo hoy-Refunfuñó-Por cierto, has tardado mucho en abrir, Di.

-Estaba tan concentrada que no me di cuenta, perdón.

-Da igual.

-Y...¿que haces aquí?

Akko colocó el papel delante de la mayor, dando un pequeño saltito. Su cara decía lo orgullosa que estaba. Diana, simplemente tomó el papel examinandolo.

-Felicidades.

Que fría.

La asiática frunció el ceño, cruzando los brazos. Esa no es la respuesta que ella esperaba. Esperaba un abrazo, o un beso, no que fuese ahora tan seria y fría. ¿Acaso se había olvidado de la promesa que hicieron? Si fuese el caso, se enfadaría mucho. De repente, su novia lanzó una carcajada.