11. Historia

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Diana cerró los ojos por un momento, ignorando las palabras de la profesora de historia. Las clases de historia siempre le resultaban eternas y aburridas, en cambio, prefería las clases donde usaba su inteligencia, como matemáticas. Seguía siendo una alumna de sobresaliente, pero no podía evitar distraerse de vez en cuando con cualquier tontería.

-Tras la guerra, Alemania y Berlín habían quedado divididas en cuatro zonas.

Oh, cállate ya.

Encima a última hora. Última hora y historia. Por eso odiaba los jueves. Era mortal tener que aguantar largas explicaciones sobre la guerra fría a tal hora. Y no era ella la única. La clase entera solía estar cansada y agotada, de hecho, no hablaban ni la mitad de lo que solían hacerlo. Sobretodo teniendo en cuenta que la clase de Diana, era una de las más habladoras.

La rubia suspiró y trató de mantener la postura. En un instituto privado así, la compostura era una ley para casi todo el mundo.

Repito, para casi todos.

Siempre hay excepciones. Y en este caso, la excepción tenía nombre y apellido. Atsuko Kagari. La chica con rasgos asiáticos que se sentaba un puesto más adelante que Diana. Esta garabateaba algo en una libreta cualquiera, sin prestar atención alguna a la explicación. Diana no la culpaba, esa clase era el infierno personificado.

Sin embargo, Diana no se podía permitir estar garabateando cualquier tontería. Sonaba como una gilipollez, y en cierta forma lo era, pero ella era la heredera de una gran fortuna y tenía que aparentar "ser perfecta".

En realidad estar en Luna Nova no era fácil. La mayoría de estudiantes eran de clase alta, y tenían muchas riquezas y prestigio. Por eso el estudio y la educación eran muy importante, sobretodo el estudio. Sin notas altas no eras nadie. Todas se mataban por sacar las calificaciones más altas.

Y en realidad, que alguien tan "normal" como Akko estuviese ahí era un misterio. Para Diana, era admirable que la asiática se esforzara tanto por estar en un sitio así. La base de la enseñanza podría ser una mierda, pero si era cierto que su instituto es el que tenía la media más alta de sobresalientes de prácticamente la mayoría del mundo. Por eso tantas hijas de reyes u otras personas importantes, estudiaban en el centro. Además, contaba con estudiantes de todas las partes del mundo. Aunque antes de Akko, no había asistido nunca una asiática. Quizás por eso estaba ahí, para empezar a admitir a personas provenientes de Asia.

Fuese lo que fuese, era raro, sobretodo porque Akko no es que fuese de las mejores estudiantes. Es decir, había una estudiante americana igual de desastre que ella, pero aquella chica pertenecía a una familia importante. Sin embargo, aunque no fuese de las mejores estudiantes, siempre daba todo de sí para conseguir sus metas.

-Señorita Kagari,¿sería tan amable de repetir lo que acabo de decir?

-Eh si, si-Empezó a decir, nerviosa- El bloqueo terrestre de Berlín surgió del 1948 al 1949 

-Exactamente señorita Atsuko. Como iba diciendo...

La profesora, evidentemente creía que no iba saber responder a su pregunta. Por suerte, era muy capaz de hacer dos cosas a la vez.

Diana observó como Akko escribía algo, y casualmente lo echaba para atrás. El papel, arrancado de una libreta, descansaba sobre su pupitre. La rubia alzó una ceja sin entender. Le letra estaba muy cuidada para haber sido hecha tan rápido.

"¿Te aburres, rubia?"

Diana respondió en el mismo papel.

"Demasiado, morena"

Esperó pacientemente a que contestara. En realidad, no era ni la primera ni la segunda vez que hablaba con ella, pues el primer día de instituto, fue ella quién le enseñó las instalaciones a Akko, además, les tocó hacer un trabajo de química juntas. Pero si era la primera vez que hacía algo como pasarse notitas en mitad de la clase.

"No me digas morena, no queda tan bien como cuando te digo rubia :("

Diana aguantó las ganas de reír. Dio un rápido vistazo a la profesora, que parecía demasiado ensimismada en el powerpoint como para prestar atención a su "conversación", por llamarlo de alguna forma.

"¿Entonces?¿Cómo te llamo? Yo creo que enana te quedaría bien. Lo digo porque, ya sabes, te saco una cabeza"

Akko se giró indignada hacía Diana en cuanto leyo el contenido del papel, inflando sus mejillas. A la mayor le pareció jodidamente tierno ese gesto, pero lo único que pudo hacer fue sonreírle inocentemente. 

"Inini ti qidiri bin"

"Madura ya, enana"-Respondió Diana.

Akko, viendo que ya no había espacio para escribir, arrancó otro pequeño trozo de la libreta. La profesora le dirigió una mirada de advertencia, pero no le tomó mucha importancia.

"¿Por qué eres tan mala conmigo? :("

Hablando con ella, podía ser un poco menos perfecta.

"Es que eres linda cuando estás molesta"

Incluso desde atrás, podía ver las orejas rojas de la asiática. Oh, que mona. El siguiente papel que le dio a Diana, tenía una letra un poco más temblorosa, signo de que estaba nerviosa.

"Prepárate entonces, porque estoy a punto de ponerme muy linda"

Diana se agachó debajo de la mesa, haciando la ancestral técnica de tirar un lápiz al suelo para hacer como que lo recogía. Gracias a eso, la maestra ni siquiera la miró, eso o porque su apellido era Cavendish.

-No te enfades enana-Le susurró, lo suficientemente alto como para que escuchase- Tú sabes que solo te molesto porque me gusta ver como te sonrojas.

Para cuando Diana volvió a su sitio, había un papel arrugado en la mesa. Se notaba que había presionado demasiado el bolígrafo, porque el papel estaba agujereado en la parte de atrás.

"¡No estoy sonrojada, tonta!"

No pudo evitar que una carcajada saliese de sus labios.

"Si tú lo dices..."

Escribió algo más.

"Oye, Akko. Gracias a ti las horas de historia no son sinónimo de muerte"

Hubo un momento en el Akko no pudo responder, ya que la profesora la mantuvo leyendo el libro de historia por unos minutos. Minutos en los que Diana, se comenzó a replantear como habían llegado hasta al punto de estar tonteando una con la otra.

Diana suponía que, entre la atracción física que existía por parte de las dos, y el acercamiento que poco a poco fue surgiendo entre trabajos, y que aparte de estar en la misma clase compartían el círculo de amigas, todos esos factores debieron influir para que la chispa fuese creciendo. Aún no eran nada, pero esperaba que pudieran llegar a serlo algún día.

Algún día.

Al poco tiempo, cuando terminó de leer, Akko le entregó disimuladamente su respuesta.

"Gracias a ti, soy feliz"

Cinco palabras, que ni siquiera habían salido de su boca, bastaron para que su corazón saltase en su pecho.  ¿Por qué tenía que ser tan tierna? Quería abrazarla y nunca soltarla.

Diana odiaba las clases de historia, pero aquel día, deseó que nunca terminase la dichosa hora.

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Sé que fue muy cortito, pero aunque no lo parezca, me demoré en escribirlo.

Por cierto, estoy pensando hacer un fanfic diakko omegaverse. ¿Os mola la idea?

Diakko one-shots💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora