LAZOS FORZADOS

CAPITULO 1 PRIMER DIA

-Otro día de tortura, de verte y no tenerte –Decia Helga mientras se miraba en el espejo

El primer día de escuela, genial, estaba en su tercer y último día de preparatoria.

Las cosas en su familia habían "mejorado" si es que se le podía llamar mejorar, en realidad no sabia si esto que tenia ahora era una familia.

Hace 4 años sus padres se habían divorciado, Bob se había quedado con ella, porque Miriam había decidido irse con Olga, ella había dicho que era porque Olga estaba sola y que Bob no dejaría Hillwood por el trabajo para irse con ella.

Pero en realidad era porque ella siempre había preferido estar con mi hermana, ya que ella era mejor, su luz, su todo y con ella dejaría por supuesto su adicción al alcoholismo y medicamentos.

Yo quedaba de lado. Como siempre.

Aunque vivir con Bob no era tan malo, en realidad creo que mi padre había cambiado desde que habíamos estado en San Lorenzo, al menos para él ya no era la copia barata de Olga.

Alguien toco la puerta despertándola de sus pensamientos.

-¿Helga? ¿Princesa ya despertaste?

Helga rodo un poco los ojos, había cosas a las que todavía no se acostumbraba –Si papa

-Bien cariño, voy a pasar

Helga miro como su padre entraba a la habitación, con una sonrisa que de pronto se borro al verla de arriba abajo.

-Helga –Dijo seriamente -¿Qué te dije de esa falda?

Ella se miro un segundo para después enarcar una ceja -¿Qué tiene?

-Es muy corta, hija, no iras con eso a la escuela

-¡Pero....! Bob casi todas mis amigas se visten de....

-No me interesa Helga, no quiero que uses eso y los chicos quieran acosarte o algo, lo sabes, no me gustaría...

-Lo se, que se repita lo que ocurrió con ustedes ¿No?

Bob termino de pasar a la habitación de Helga y coloco la bandeja con el desayuno que llevaba para ella.

-Pequeña comprende, te dije todo lo que paso con tu madre y conmigo para que precisamente tu...comprendas un poco mas, porque fue que realmente no hubo tanto amor entre ella y yo.

-¿Nunca la quisiste? –Pregunto con dolor la rubia.

-Si claro que si cariño, pero...solo pienso que éramos demasiado jóvenes cuando tuvimos que casarnos y....

-Lo hicieron por el embarazo de Miriam.

Bob asintió –Pero eso no quiere decir que no las amemos. Son lo mejor de nuestras vidas.

-Aunque Miriam prefiera a Olga –Dijo con molestia

-Comprende que Miriam no se siente capaz de cuidar de nadie, y con Olga se siente mejor porque tienen cosas en común y el carácter de tu hermana es menos...rudo

-No trates de justificarla papa –Dijo Helga mientras tomaba el jugo de la bandeja –Y ¿te quedarías más tranquilo si te digo que abajo tengo mi short?

Bob sonrió de lado -¿Llevas el aerosol que te compre?

-Siempre papa –Sonrió la rubia –Pero no hace falta, se defenderme ¿Lo recuerdas?

-Si...esas clases fueron la mejor decisión que he tomado.

-Entonces papa no te preocupes –Lo abrazo un poco –Bueno...ya me voy, se me hace tarde

-No comiste nada Helga

-Comeré algo en la escuela

Bob suspiro –Bien –Tomo el sándwich –Al menos llévate esto, comételo camino a la parada.

-¡Criminal! Esta bien

Y posterior salió de la habitación.

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Arnold llegaba a la parada del autobús, donde se encontraba Gerald –Hola viejo

Hacían su saludo habitual.

-Hola Gerald, ¿Listo para nuestro ultimo año?

-Por supuesto, muero por salir de Hillwood

-Gerald

-Hermano ¿No te emociona? Ambos en un departamento en New York, estudiando y jugando basquetbol, sin novias, sin padres, disfrutando de la vida y nuestra soltería.

Arnold rodo los ojos –Claro pero seguramente no será tan fácil la universidad Gerald, debemos tener...

-Arnold déjalo asi, cuando hablas de estudiar y los planes que tendremos para mantener un promedio decente...me recuerdas a mi novia, y me da un poco de escalofríos.

Arnold rio por lo bajo –Por cierto ¿Phoebe y tu seguirán con la relación a larga distancia?

-Es una decisión difícil hermano, pero...Phoebe es tan madura como tu y estoy seguro de que podremos tomar la mejor decisión para ambos.

-En eso estoy de acuerdo.

Subieron al autobús que llego en ese momento, Arnold subió primero, de inmediato al subir capto la mirada azulada que siempre lo observaba, le regalo una sonrisa tímida y amable, pero de inmediato la mirada se endureció y volteo para otro lado.

¿Cómo no dejaba de pensare en lo que nunca fue y en lo que se termino?

Tan iluso había creído que Helga lo perdonaría, pero no....por supuesto que no. Pero es que ni el mismo creía que se merecía el perdón de ella, pero ¿Por qué pedir perdón? Se terminó aquello que apenas iniciaba por ella.

-Hola cariño –Saludo amablemente Lila

-Hola hermosa

Después de que Helga terminara con él, aunque en realidad no había empezado bien, Lila casualmente estuvo ahí, ella le confeso lo que sentía por él, al principio solo eran amigos, salían y al pasar el tiempo se volvieron mejores amigos, para posteriormente darse la oportunidad de ser algo mas.

En secundaria fue cuando se hicieron novios, habían durado ya bastante, para ser mas exactos ya cumplirían 4 años juntos.

Lila lo beso dulcemente, para molestia de Helga.

-¿Hiciste la tarea, amor? –Pregunto la pelirroja mirándolo con una hermosa luz en sus verdes que hipnotizaban en ese momento al rubio, le encantaba verla tan feliz, tan....enamorada.

Sonrió –Si ¿Y tu?

-También pero no estoy segura de que este correcta –Dijo sacando el cuaderno de física. -¿Podrías decirme si es correcto?

Arnold asintió.

Helga iba atrás mirando con dolor aquella escena, estaba sentada sola, Phoebe estaba con Gerald y no tenia mas amigos....

Volteo hacia la ventana, pensando en que quizás esa seria ella...

Pero cobardemente lo abandono....

Aunque él nunca había pensado que en realidad, ella tenía miedo, miedo de que confundiera el amor con agradecimiento y no se equivocó...pues Arnold no la busco, no trato de acercarse nuevamente a ella, solo no había aceptado ser su novia aquella tarde...pero el ya no hizo ningún esfuerzo por estar con ella, no le importo ni le preocupo saber su ¿Por qué? No le insistió no nada, solo acepto el primer grito del porque y sobretodo que ella huyera.

-Solo era por agradecimiento...lastima –Dijo dejando rodar una lagrima por su mejilla. –Te odio... -Suspiro dolorosamente -¿Por qué no sales de mi corazón?