CAPITULO 21 VOLVIENDO A LA REALIDAD

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CAPITULO 21 APRENDIENDO A CONVIVIR I

COMIENZO DE UNA NUEVA VIDA II

Y mientras el manto del amor llena de ternura mi corazón

Todo pareciera tan simple como el brillar de una estrella

Bajo el manto de la noche eterna que parecen no terminar

Acompañadas del hermoso brillo lunar que despampanante llega a iluminar la negrura

Aquella negrura que invade de pronto el corazón de las personas

Pronto las sombras invaden y de pronto la luz se oculta

Demostrando así la noche eterna.

Demostrando así que no se puede confiar en ella

Pues es inconstante como las fases de la luna

Pronto se puede esfumar totalmente aquel cálido manto lunar

El manto del amor puede irse para no volver jamás.

Y entonces solo queda la oscuridad en el espacio.

H.G.P

Arnold y Helga regresaban de un hermoso fin de semana en la playa, era lunes pero habían decidido no ir ese día al colegio, por lo que en compañía del atardecer estaban acercándose a la casa de huéspedes.

Arnold se le miraba feliz y descansado.

Ella lo miraba desde su asiento, amaba verlo de esa forma...tan en...paz.

Cuando llegaron a la casa de huéspedes, fueron recibidos por los abuelos de Arnold y por sus padres, quienes les sonrieron felices.

-Estamos algo cansados –Menciono el rubio tomando mi mano –Estaremos arriba ¿Esta bien?

-De acuerdo hijo –Susurro Stella sonriéndole –Les subo la cena entonces ¿No?

-Yo bajo ahorita –Dijo el rubio tranquilo

-Bien

Ambos subieron a la que sería ya su habitación.

Arnold dejo las maletas a un lado –Creo que iré a bañarme

-Si –Dijo tímidamente la rubia mirándolo –Creo que después...iré yo

-¿Por qué no juntos?

-Arnold –Se sonrojo –Tus...papas...los in...

-Nadie dirá nada, además eres mi esposa –Susurro sonriendo con seducción

-Si Arnoldo pero es la casa de tus padres

El rubio se encogió –Están en la cocina de todas formas, dudo mucho que suban en un rato

La rubia se sonrojo fuertemente

-Vamos Helga....o ¿Acaso tienes miedo?

La rubia le miro con desafío – ¿Miedo? ¿Acaso lo tuve el día que estuvimos en mi alcoba con mis padres abajo?

Fue el turno de Arnold para sonrojarse

-Bueno...no

-Entonces –Dijo ahora mirándolo coquetamente -¿Vamos?

LAZOS FORZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora