CINCUENTA Y DOS

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Oliver-.¡Adiós señorita Nozomi!¡Adiós a todos!

Nozomi-. Ok, pero no grites tanto... Sus Padres los están esperando afuera... -Sonrió-

Daniel-. Adiós... Adiós, señorita Nozomi, Satsuki y Kazuki...Adiós señor Shu, Subaru y señor Reiji....

Satsuki-. Adiós...

...

Reiji-...No vuelvas a traerlos... -Habló después de que todos se fueron a sus habitaciones, y ellos dos quedaron soloa-

Nozomi-.¿Aún no te gusta que me entretenga con niños que podrían ser mis hijos?

Reiji-. Podrían ser tus hijos... Pero no lo son. Solo no quiero que niños que no son mios o de mis hermanos estén jugando y rompiendo toda la mansión...

Nozomi-...-Se acercó por su espalda, lo abrazó-...Podrían ser nuestros hijos... ¿Cierto?

Reiji-. Mph...Si...

Nozomi-. Pero... Un bebé no lo puedo hacer sola...

Sin ninguna otra palabra, Reiji se dio la vuelta, y la atrapó en su brazos, se inclinó para besarla mientras la tomaba por la cintura

Cayeron juntos al sofá, mientras dejaban que la noche hiciera su magia, Reiji acarició sus muslos con demasiada delicadeza, como si de una princesa se tratase, y su princesa, acariciaba la ancha espalda del peli-negro

Aparecieron en la habitación, encima de la cama, Nozomi se sorprendió y rompió el beso, aprovechando aquel descuido, Reiji besó su cuello, y clavó sus blancos colmillos en su blanca piel

Retiraron las sabanas para sumergirse en ellas y cubrir sus cuerpos semidesnudos, cómo si fuera la primera vez, en todo momento se mantuvo la calma, y la suavidad en las caricias

La noche era su mejor amiga y confidente

La luna comenzó a descender del cielo, y el Sol se hizo presente, ya en su punto más alto, tanto Reiji como Nozomi estaban dormidos, abrazados

El día lo aprovechó Mizuki que le dio desayuno a Hideki, además de que lo cambió, y le dio un paseo por el jardín

En todo momento, cuidando la piel del bebé, es mitad vampiro, así que es mejor prevenir. Se adentraron en la mansión nuevamente, Mizuki paseó por los pasillos con el niño en brazos, hasta que finalmente logró hacer que se durmiera

Cerca de las seis y media de la tarde, se fue a su habitación otra vez, y con mucho silencio se deshizo de sus prendas para dormir al lado de su esposo, y así lo hizo, cuando ya estaba oscuro de nuevo, los dos se despertaron y vistieron, bajaron al primer piso, junto a su hijo, y salieron a la ciudad

Ayato-.¿Para qué vinimos? -Dijo una vez arriba de la limusina-

Mizuki-. Le vamos a comprar topa a Hideki... No es que le haga falta, pero dentro de unos meses es el cumpleaños de Kazuki, y quiero que vaya mejor que nunca ¿Cierto Hideki?

Hideki-.¿Aah? ¿Uuh?

Mizuki miró como su hijo movía la cabeza para todos lados sin entender mucho, mientras Ayato solo miraba por la ventana sin interés

...

Al llegar a la tienda, Mizuki recorrió cada pasillo que encontrara, probó la ropa en su hijo, mientras este solo miraba con curiosidad todo. Ayato venía detrás de ellos mirando sin interés la ropa

...

Una semana después Mizuki y Ayato llegaron a la mansión, dónde se encontraba la chica del cumpleaños, dentro había una fiesta que solo Reiji podía haber organizado, con personas de alto rango y suma importancia... Y tres niños que jugaban, mientras que Nozomi los vigilaba

AMOR; SIGNO DE SERENDIPIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora