AMOR; SIGNO DE SERENDIPIA

CINCUENTA

Shu-.Entonces ¿Te vas de la mansión?

Raito había vuelto a la mansión de sus hermanos únicamente para sacar sus cosas. Cuando sus hermanos se dieron cuenta de esto se lo preguntaron, contestó que se iría para vivir con Miku

Raito-. Si... Viviré con Miku -Dijo con una sonrisa-

Reiji-. Entonces... Te van a mantener tus suegros...-Supuso-

Raito-. No, Reiji-San... Me voy a convertir en el esposo de Miku...-Dijo simple, y sus hermanos se sorprendieron-

Subaru-.¿Te vas a casar? Pero... Espera un poco, ¿Qué tal si la relación no fuera por buen camino? -Dijo desde un sofá individual-

Raito-. La desición esta tomada... Seré un hombre casado...-Luego de decir eso, empezó a pensar en sus palabras 《Un hombre casado》... ¿Enserio está dispuesto a dejar su soltería?-

Reiji-. Pues si eso es lo que quieres...Es cosa tuya

Raito-. Gracias Reiji-San~ -Mantuvo su sonrisa-

Subaru-. Por lo menos ahora están feliz, hace mucho que no lo estabas...

...

Chofer-. Señor Raito... Llegamos -Dijo con respeto el chofer de una de las limusinas del castillo-

Raito-. Esta bien...Gracias...-Espero a que dijera su nombre-

Chofer-. George...Mi nombre es George, señor Raito...

Raito-. Aah, gracias George

Salió de la limusina, el chofer ayudo a bajar su maleta y entró en el castillo. Mientras que Raito seguía afuera, observando cada detalle del castillo. Las baldosas de la gigante entrada eran perfectas para él. Le encantaba todo

Finalmente entró en el gran Castillo, y se encontró con su novia, la cuál solo dijo "Hola"

Raito-. Me podrías recibir de otra forma Miku-Chan~

Miku-.¿De qué forma? -Preguntó con un bol de frutillas en las manos, mientras que derramaba caramelo de chocolate encima-

Raito-. Así...-Se le acercó y sacó una de las frutillas, la puso en la boca a ella, y termino por besarla, quitándole la frutilla-

Miku-. Amm...Ahh...Jehehe...Oye Raito, tenemos visita -Puso una mano en sus labios, mientras caminaba en dirección a la sala- Carla...Es la visita

Raito-. Aah, Carla Tsukinami...¿Cómo estas? -Se esforzó por fingir una sonrisa, mientras estrechaba su mano con la del albino-...Muchas gracias por ayudar a mi novia...

Carla-...La verdad es que no vine para que me agradezcas, Raito. Vine porque quería hablar con Miku...

Miku-. Pero yo ya hablé contigo, Carla. Para de pensar esas cosas, no funciona nada...

Carla-. Ya te dije lo que pienso... Y lo que quiero, es cosa tuyo si la rechazas...

Miku-. Ya deja de decir tonterías... Puedes irte cuando quieras la puerta es ancha y alta...Puedes salir de la manera en que gustes... Pero ya no me molestas y consigue una vida...-Se retiró totalmente seria, mientras dejaba a Raito y Carla atrás-

Raito-. Bueno...Adiós, Carla.

...

Lucas-. ¿Cuando quieren casarse? -Preguntó en la punta del comedor-

Elizabeth-. Lucas...Déjalos que lo decidan solos, por favor...-Le regaño desde el otro extremo-

Lucas-. Pero si la boda la tengo que pagar yo. No es un problema pero... Necesito saber cuando será para ver todo, mujer...-Dijo para defenderse-

Miku-. Aaah, Papá aún no vemos eso... Pero quedate tranquilo que no será tan pronto...

Raito-. Ooh~ Pero yo quería que fuera lo más rápido... No quiero que pase un día más, sin que seas la Señora Sakamaki...-Hizo un puchero-

Eslizabeth-. Aaww, es un hombre encantador, hija. Hiciste una buena elección...

Miku-...Claro...Raito, puedes esperar ¿Cierto?...

Raito-. Tal vez...

...

Raito se levantó de su cama inquieto, y camino con cautela hacía una de las habitaciones, mientras iba escuchaba la tranquilidad del día. Las cortinas estaban cerradas y la luz no pasaba...

Todos los pasillos estaban desiertos de servidumbre y muy bien decorados con espejos, pinturas, mesas con peuqeñoa floreros que dentro tenían hermosas rosas y otros accesorios antiguos muy hermosos

Una vez delante la puerta que sería la de su destino, llamó a ella despacio para que nadie le escuchara, ya sabían de que criatura era Raito, a lo que decidieron que tendría su horario normal; Dormir de día y estar despierto de noche, y ya sabían que la princesa estaba acostumbrada a tal horario

Dentro de la habitación se escuchó un Pase. Y como Raito es muy obediente, entró a dicha habitación, encontrándose con paredes normales blancas, y un suelo con el diseño de madera oscura. Los muebles de madera oscura, y alfombra con los colores de la escala del gris

Una cama blanca, con los bordes celeste cielo. Gigante. Una de las puertas de la habitación se abrió, y de ahí salió una chica en bata, con el cabello mojado mientras caía como cascada por sus hombros

Raito-. Nfu~ Nfu~ Nfu~...Miku-Chan, ¿Qué vamos a hacer hoy? -Preguntó con su típico tono pervertido, que ya se había perdido-

Miku-...Raito, no se que quieras hacer hoy...Pero no vamos a hacer lo que está en tu cabeza...

Raito-.¿Cuál de las dos? -Le guiñó el ojo, mientras se lamía los labios, y se acercaba a Miku-

Miku-. Con la de abajo...La pequeña -Dijo con una sonrisa burlona y le devolvió el guiño-

Raito-...Aah...Nfu~ Nfu~, Miku-Chan~...Tu cama es muy grande...Imagina las barbaridades que podríamos hacer aquí -Se acercó a ella, mientras ella se movía algo incomoda por sus palabras hacia el espejo con su cepillo en la mano para cepillarse el cabello-

Miku-...Woah...No, no lo puedo imaginar, por lo menos no ahora...Somos jóvenes y...-Empezó a ponerse muy nerviosa cuando empezó a recibir pequeños besos en el cuello, por parte del vampiro-...Mejor cuando nos casemos...Es mejor...Y menos arriesgado...

Raito-. Somos grandes...Podemos hacer lo que queramos...Nos vamos a casar... -Sus besos empezaron a descender por sus hombros, a medida que bajaba sus besos iba corriendo la tela...Hasta caer completamente al suelo...-

...

Raito besó sus labios, repetidas veces, y con mucho cuidado. Cómo si fuera una muñequita de cristal. Tocó su cintura y la deslizó por toda su espalda, piernas, pecho y brazos, cómo si estuviera recorriendo nuevas y desconocidas tierras

Deslizó sus manos a los muslos de la chica, y la otra a su espalda, la tomó con suavidad, cómo si fuera un bebé recién nacido, que necesitaba ser cuidado. La recostó en la blanca y gran cama

Alejó los pocos mechones de el rostro de la peli-negra, y siguió explorando los suaves labios que la chica le ofrecía

Con cuidado recorrió con sus manos heladas la blanca piel de las piernas de Miku...

Miku pasó sus manos por los blancos botones de la camisa del vampiro, retirándola y dejando ver su cuerpo pálido

A medida que pasaba el tiempo se iban desprendiendo de la ropa del único que aún la tenía puesta. Se cubrieron el cuerpo con las sabanas de la cama, y debajo de esta nadie sabia lo que ocurría... Solo ellos fueron testigos de sus cuerpos

Y las paredes fueron las únicas que presenciaron la escena, arriba del cubre cama, luego ya no vieron más. Las subes caricias cesaron después de un rato...

Ambos se quedaron mirando a los ojos, admirando cada pequeño detalle de sus rostros. Finalmente se acomodaron para dormir. Las manos del oji-verde se posicionaron en la cintura de su futura esposa...

...