A través del tiempo

Cap. 4 -. Yo te amo...

A veces me pregunto ¿Porque el destino nos habrá juntado? Tal vez será un mal chiste o un error... No lo se, lo único que se es que al pasar de los años mi amor por ella se ah vuelto más y más firme cada día, estoy por cumplir los 22 años y eh venido pensando en la idea de mudarme, la verdad es que ya no puedo vivir aquí... Frente a ella, viéndola cada día y sin poder tenerla, admirando su belleza, una belleza que no puede ser mía y que hoy disfruta alguien más, un chico que se ah sabido ganar su cariño pero que tengo la idea de que esconde algo...

Muy a mi pesar y sabiendo que me alejare de ella decido emigrar a la ciudad de Tokio después de tomar dos años sabáticos para saber qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida eh decidido estudiar medicina, aunque me duele saber que las cosas cambiarán yo sé que la distancia jamás impedirá que la siga queriendo con todo mi ser. mis padres están orgullosos de mi y me apoyan por completo lo cual es maravilloso, mi madre sabe mis sentimientos por Serena y aunque a menudo me aconseja que le confiese mi amor siempre respeta mi desicion de mantener en secreto lo que pasa dentro de mi corazón.

Hoy eh decidido salir de casa, caminar y recorrer aquellos lugares a los que Serena y yo siempre íbamos cuando éramos pequeños, al regresar me encuentro con ella sentada en el pórtico, me sonríe cuando bajo del coche, realmente me sorprende y me alegra mucho verla pues con su nueva relación ya casi no es posible, me siento a su lado sonriendo alegre y ella me abraza con tanta ternura que realmente me sorprende.

—. ¡Ey! ¿Cómo estás? —pregunto dejando un beso sobre su coronilla.

—. Bien pero... Te extraño... Y mucho, lamento no haber estado contigo... —murmura recostada sobre mis piernas.

—. Has estado ocupada, lo entiendo y que bueno que te veo... Debo decirte algo... —Serena se acomoda de nuevo mirándome espectante.

—. Voy a mudarme a Tokio el próximo mes... Quiero estudiar medicina y ya me aceptaron en la universidad... —su mirada se entristece.

—. ¿Tokio? Pero... La ciudad está a diez horas de aquí, no quiero que te vallas Darién... No quiero perderte... —murmura mientras baja la mirada que se cristaliza por la trizte noticia.

—. Lo sé, yo también te extrañaré pero... Nos volveremos a ver... Te lo prometo, yo... Siempre estaré pensando en ti, por qué... sabes...—tomo sus manos entre las mías —yo... tu... —para mí mala suerte mis padres llegan y no logro decir lo que mi corazón urge.

Ella se levanta sonriendo para saludar a mi madre quien la abraza con alegría, ellos siempre la han visto como a una hija y es algo que realmente aprecio, amo la idea de que la quieran igual que yo, aunque son cariños que obviamente no se parecen en nada, me pongo de pie y me acerco a ellas, acompaño a Serena a casa y me despido de ella cuando veo llegar a su novio, los celos me embargan y prefiero no estar presente así que solo le dejo un beso en la mejilla y me retiro.

Un rato después lo veo irse y a ella entrar a casa, su hermana sale minutos después, quiero ir a verla pero decido que ya es tiempo de tratar de alejarme un poco así que optó por ir a un bar con mis amigos, conduzco algunas calles hasta llegar a dicho lugar que para ser sincero es la primera vez que visito, varias motos están estacionadas fuera, al entrar el olor a cigarrillo me golpea tan fuerte que hasta me provoca náuseas, el billar a un lado y varios taburetes donde alcanzo a ver la rubia cabellera de Mina... Me acerco un poco impresionado por verla en un lugar así cuando de pronto al acercarme un poco más mi boca se abre en sorpresa, ese infeliz está besando a la hermana de su novia, yo sabía que algo no estaba bien con él pero esto... No es realmente lo que imaginé es aún peor que eso... El estómago me arde y la cabeza me da vueltas pensando en como Mina puede hacerle esto a su propia hermana, ninguno de los dos se ah percatado de mi presencia y pienso si acaso debo decirle todo esto a ella...