Cap. 9 -. Te amo...

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—. ¿Qué te sucede? —pregunta Seiya mientras observa a Serena en total silencio absorta en sus pensamientos.

—. Su voz le hace salir de su ensoñación, voltea a mirarlo fingiendo una media sonrisa. —nada... Muchas gracias por traerme, —dice pensando en una idea —dime... ¿Tienes planes para mañana? —pregunta dudosa.

—. ¿Qué tienes en mente? —pregunta girando su cuerpo aparcando frente a su edificio.

—. Me invitaron a una cena... Pero no quiero ir sola, ¿te... Gustaría ir... Conmigo? —pregunta algo timida.

—. Seiya sonríe divertido y sin dudar toma sigilosamente una de sus manos llevándola a sus labios para dejar en sus nudillos un dulce beso. —contigo iría hasta el fin del mundo, Serena yo... —tras un segundo de silencio continua. —te amo... siempre lo eh hecho y ya no puedo seguir ocultandolo mas... crees que ¿Podrías darme una oportunidad?—sentencia seguro.

Una sonora carcajada se desprende de sus labios haciendo que Seiya le mire sorprendido ante su respuesta tan poco sutil, es que la verdad ella no esperaba que ese chico le declarase así lo que probablemente sentía, siempre había creído que solo eran amigos, aunque muchas de sus actitudes con ella no pasaban desapercibidas, todas aquellas veces en las que le llevaba alguna manzana al salón de clases, cuando la esperaba a la salida solo para acompañarla a su casa, cuando le llamaba para saber cómo estaba, nunca parecieron nada más hasta ahora, hasta este momento en el que ella repentinamente se ah dado cuenta que aquellos pequeños detalles de su parte no eran más que las ganas de amarla y que ella se dejara amar. Pero Serena debía ser sincera y aclararle de una vez sus sentimientos por mi, esos sentimientos que por muchos años había tenido que dejar ocultos en lo más profundo de su ser.

—. ¿Porque te ríes? —pregunta serio con semblante duro e indescifrable.

—. No lo se. Creo que de alguna forma ya sabía lo que sentías por mi... —Serena toma sus manos y lo observa con dulzura mientras continua. —pero... Quiero ser honesta contigo... Yo, entregué mi corazón hace muchos años y aunque quisiera poder corresponderte la realidad es que no es así... —Seiya baja la mirada derrotado, Serena toma su quijada y levanta su rostro para mirarlo justo a los ojos. —pero... Te quiero y te agradezco con todo el corazón este bello sentimiento que vive en tu corazón.

—. No te preocupes... —dice limpiando de sus mejillas una lágrima que rueda rebelde por ellas. —entiendo lo que me dices, entiendo que cuando te enamoras ya nada es igual. —de pronto sonríe y eso le hace sentir una punsada aguda en su corazón, esa sonrisa hipócrita que muchas veces ella también tuvo que fingir. —de igual forma quiero acompañarte a la cena. ¿Bueno si tú aún quieres?

—. Serena se lanza sobre él y lo abraza con fuerza —claro que quiero que me acompañes. —susurra mientras rompe el abrazo —gracias por todo Seiya... Nos vemos mañana a las siete aquí. Okay. Cuidate y descansa. —dice mientras baja del coche sin dejar que aquel chico le diga nada más para no hacer más difícil e incómodo el momento.

Aquella noche uno de los dos cometió una equivocacion y esa no fue ella, al menos ella tuvo el valor y la cabeza fría para decir la verdad de sus sentimientos, mientras que yo cai débilmente por el alcohol en la sangre combinado con este sentimiento de impotencia y celos que torturan una a una todas las células de mi ser, la amo pero creí torpemente que ya era hora de seguir adelante y desgraciadamente no sabía lo que sucedería después.

Después de una dura noche desperté en mi cama con un terrible dolor de cabeza, la cruda moral y física me estaban torturando, me senté al borde de mi cama masajeando mi sien con las llemas de mis dedos recordando la noche en la que aparentemente accedí a tener una relación con Reí, me maldije a mi mismo por haber tomado esa desicion pero ya no había vuelta atrás, pequeños golpes se escucharon tras la puerta, autorice la entrada y ahí estaba ella, feliz, sonriente y yo... Yo me sentía miserable.

A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora