Siempre nuestros

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"Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestros"
— Beethoven.


— ¡¿Cómo puedo ser pareja de un imbécil como tú?!

En el área común de los dormitorios "Heights Alliance" se oían los gritos de una castaña y un rubio cenizo. La relación entre estos dos había dado como resultado a una chica con una lengua peor que la de un albañil cuando se enojaba.

Discutían sin importarles que todos sus amigos los escucharan. La última frase de la manipuladora de la gravedad hizo que el de las explosiones perdiera la paciencia que le quedaba.

— ¡Yo tampoco entiendo que vi en una chica tan chillona como tú!

— ¡Pues muy bien, no tendrás que aguantarme más, porque no te voy a volver a hablar!

— ¿Ah si? ¡Que bueno, así estaré más tranquilo!

Había pasado solo medio año desde que la pareja se había casado en el lugar originario de la chica. Mina, Kirishima y Todoroki miraban la escena como si fuera una costumbre.

— Oigan, creo que esta vez si va en serio. — habló angustiado Denki.

— Siempre dices lo mismo y siempre se acaban reconciliando. — le respondió Ashido.

— Así son ellos amigo, no te preocupes. — dijo Eijiro.

— Además, esas frases ya las escuché el mes pasado. — se unió Shoto.

La pelirosa y el de cabello bicolor estaban en los sillones, mientras el rubio y el pelirojo se mantenían en el suelo a sus pies. Todoroki tomaba un café, Mina sostenía un refresco, y Kaminari y Kirishima comían un emparedado, parecía como si estuvieran viendo la televisión. Poco después llegaron Izuku e Iida quienes observaron un momento la escena de la pareja y luego se sentaron al lado del hijo de Endeavor.

— ¿Kacchan y Uraraka-san de nuevo están peleando?

— Si, de hecho, apuesto cincuenta billetes a que hoy Blasty no duerme con Uraraka.

— No creo, eso lo hizo la última vez, segura tiene otra cosa pensada este mes. — comentó la pelirosa.

— ¡Oigan, está mal apostar a espaldas de sus compañeros! — Tenya los reprendió.

Se había vuelto costumbre para los de la clase A escuchar a la pareja discutir por cosas absurdas, pero por lo visto para ellos no era así.

Siempre acababan al punto de insultarse por parte de él, utilizar su quirk de parte de ella o simplemente dormir separados. Sin embargo, siempre acababan reconciliándose tarde o temprano, por eso ninguno de sus amigos se preocupaba y sólo se entretenían viéndolos, tanto que incluso llegaban a apostar.

— ¡Maldita sea, si pudiera pediría el divorcio! — dijo Ochako

— ¡Es una pena, querida! ¿No recuerdas que no nos casamos oficialmente?

— ¡Es verdad, no te esforzaste para nada, ni yo que tengo problemas de dinero soy tan tacaña!

— ¿Ah, si? ¡Pues no parecías muy disgustada la noche de bodas, más bien, todo lo contrario y hasta pedías más! — gritó haciendo sonrojar a los presentes.

— ¡¿Cómo se te ocurre decir eso en voz alta?! — reclamó. — Eres un cerdo y ahora por eso no te acercarás a mi habitación, no me vuelvas a molestar.

De vuelta los sillones con los espectadores, Kirishima alzó los brazos en sino de victoria.

— ¡Gané, ahora todos me deben cincuenta billetes!

Juntos a nuestra manera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora