EL KIOSKO

De uno a dos

Oír mi nombre dicho así, dicho por Sebas, con tanta dulzura, y a la vez con tanta fuerza, me asusto, por no decir algo más fuerte, que yo estaba como un flan, no hay duda, que deseaba a Sebas aún menos dudas, pero como iba a seguir, como subir como, como, como...
Sebas se incorporo y tiro de mi mano, Dios parecía como si esto lo hubiera hecho mil veces! Se veía tan seguro....,que yo le quería se me debía ver en la cara, escrito en la frente, vamos un libro abierto, pero es que no podía andar!!! Bueno eso pensé, por que en un segundo estaba en el ascensor, había ascensor! Nos dejo en un lateral del pasillo, fui a agachar la cabeza, pero Sebas, me paso el brazo por los hombros, y me giró la cara, estábamos frente a la puerta, se agacho despacio paso la tarjeta y abrió la puerta, tomo mi mano y me acerco ésta hasta su pecho. ..Raquel, soló mírame, si..no le deje acabar, ahí murió Raquel la tímida ahí me salió la Raquel que un día conocí, esa independiente, sin miedos, la que sabia lo que quería y luchaba por ello, en ese momento mi mano rozo su cara y mientras y con la voz tan firme que parecía de otra, le dije...sí estoy aquí ..si te quiero y si Sebas, estamos en casa.
A los cincuenta y dos semanas , cambio radical, empezaba una nueva vida eso que yo creí solo para algunos afortunados me estaba sucediendo a mí, estaba en una nube, una suave y dulce nube. Nos levantamos tarde y nadie nos llamo, quiero decir que los chicos no llamaron, llamó Sebas y fue escueto, Sí...sí...una sonrisa con el último si, seguro que era Dilan, no iba a preguntar, me sabia el dialogo de memoria....Mire a ese hombre maravilloso, y me sentí pletórica.
Comimos en el hotel , dimos una vuelta por la ría agarrados, sin temores, y yo miraba a Sebas, yo creo que estaba mas joven y guapo si cabe, me iba explicando que el museo que íbamos a ver se construyo en el año....no se que, si es que no le oía, solo le olía, le miraba, le recordaba....Buf!
Cierto era que el Museo era precioso, las vistas a la ría espectaculares los cuadros unos modernos y otros mas antiguos fueron interpretados por un Sebas no solo conocedor del autor, sino de esos detalles históricos que algunos poseían, relatos alrededor de su creación y sobre los personajes que aparecían, que me hicieron amena la experiencia e incluso me intrigaron, en màs de una ocasión.
A las ocho y media habíamos quedado con los chicos, ellos nos acercarían nuestras cosas del hotel hasta el tren, allí tomaríamos juntos un café y nos despediríamos. Me daba un poco vergüenza ver a Dilan, pero como siempre era más mi preocupación que la realidad. Cuando llegamos al Café las Vias, ya estaban ellos, les vi dándose mimos , queriendose , respire todo lo profundo que pude y entre por la puerta que Sebas me abría. Zuri saltó de la silla y me dio un apretón que casi me rompe, hay mamá! que ganas de verte! Nos reímos como crías, y tu? Eh! Nos abrazamos y nos colocamos junto a los hombres de nuestra vida, Dilan, solo dijo,hola mamá! Era la segunda vez que me lo decía, lo que me demostró hasta que punto el sabia el paso que íbamos a dar Sebas y yo, pero , en su linea, supo buscar una conversación amena, que no me hiciera sentir incomoda, era más listo que el hambre!