🖤Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.🖤
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-Creo que esto no esta bien.-lamentó ella mientras me alejaba lentamente.
-¿A quién le importa?-pregunté volviendome a acercar a ella esta vez con mis brazos rodeando su estr...
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El que Elliot estuviese allí sí que hizo que mi curiosidad se disparara. Él tenía la voz entrecortada, estaba nervioso e iba a encontrarse con alguien.
-Me cago en tus muertos James, ¿Dónde ostias estas? -preguntó aquel chico con el que había adquirido demasiada confianza gracias a mis días en la organización. No pude escuchar la respuesta a su pregunta ya que no tenía el teléfono en altavoz, pero después de la siguiente contestación colgó por lo que supuse que estaría cerca.
No podía dejarme ver, James y Elliot nunca se llevaron bien por lo que si decidían encontrarse tenía que haber una razón de peso, es decir, a pesar de que los dos estaban en la misma organización por su cuenta propia, no coincidían en nada. Por lo que sabía en ese entonces, Elliot estaba en la organización porque necesitaba el dinero. Yo lo conocía bastante bien, pero a pesar de eso no conocía su historia al completo, fue su decisión mantener todo lo que tuviese que ver con la organización al margen de su familia por lo que la mayoría de lo que sabía de mi amigo eran chismorreos que Emma me había contado. Sobre James, directamente, no sabía nada, como todos los demás. Él siempre fue una incógnita, un misterio... James fue el primero en entrar a la organización, antes de que cualquiera de nosotros apareciese, no se sabe nada de su pasado, no se sabe nada de su vida privada aparte del instituto, no se sabe nada de sus progenitores...
Volví a oír pasos, pero no eran los de Elliot andando de un lado a otro, aparte de esos, que podía escuchar alto y claro, también percibía a una persona acercándose.
-Bien, ya estoy aquí, ¿Qué quieres? -La voz de James era fuerte, de una forma que dejaba en claro a todo el mundo que no dejaría que nadie jamás lo pisotease. Como siempre.
-Me envía el jefe a hablar contigo-Elliot no estaba feliz con lo que decía-tengo que entrar al instituto.
-¿Para qué?
-Mikael quiere que proteja a Elizabeth yo también, no se fía de la banda de idiotas. -mi boca se abrió formando una perfecta "o". Estaba por gritarle que era un imbécil, que no sabía nada así que mejor no abriese su gran bocota. Pero obviamente me contuve. -Necesito tu ayuda para poder integrarme bien entre los alumnos.
-¿Eso es tod...-Empezó a sonar la canción 'car radio' de 'twenty one pilots' haciendo que James dejase de hablar de inmediato? Mi móvil no paraba de vibrar y sonar extremadamente alto así que decidí contestar antes de que dos asesinos me hiciesen tragarme mi propia lengua o algo peor, con la esperanza de que la persona al otro lado fuese mi salvación.
-¿Sí? -Pregunté con voz temblorosa al contestar la llamada, todo mi cuerpo temblaba, parecía un chihuahua en Siberia. Siempre intentaba parecer fuerte pero cada segundo de mi vida lo pasaba con temor a que cualquier cosa me hiciese revivir algo que ni siquiera recordaba.
-Pequeña puta...-reconocía esa voz, era malvada y prometía mil y una torturas diferentes cada minuto-estoy en el aparcamiento, más vale que te prepares para ser la presa. Puedes huir, pero no esconderte Gabriela. -y colgó. En ese momento me ofrecían cientos de formas de morir en bandeja y por una vez en mi miserable vida no quería tomar ninguna.
