INOCENTE(pausada)

[09]🖤n u e v e

La noticia sobre la fiesta había volado por todo el instituto. La gente estaba planeando como acercarse a cualquiera para que les hiciera compañía durante esa noche. No me apenaba el no poder asistir, una fiesta más o una menos no hacía ninguna diferencia realmente. Siempre acababa con Anna en algún lugar que, al despertar, a veces, no sabía reconocer.

La hora de la comida llegó, no se había llevado a cabo nada inusual hasta que Gabi llegó seguida de Elliot.

A Anna se le quedó la comida a mitad de camino hacia la boca, está abierta y finalmente la cuchara, junto con su contenido, volvieron a caer al plato. Carlos no presto atención en absoluto a la presencia del chico tras su novia, él solamente le sonrió abiertamente a su enamorada. Las cejas de Axel salieron disparadas a las raíces de su pelo y sus ojos se abrieron enormemente. Beth se limitó a levantar una ceja y quedarse mirando con extrañeza al sujeto que acompañaba a su amiga. Yo puse mi típica cara de póker evitando que cualquiera descifrase mis emociones.

Elliot se sentó a mi lado y Gabi fue a sentarse al lado de su pareja.

—¿Qué ostias haces aquí? —demandé saber susurrando entre dientes para que nadie más pudiese escucharme.

—Ordenes—respondió sin proporcionarme ninguna explicación ni proveerme de más información.

Sentí la mirada de Beth sobre mí, estaba esperando una respuesta, pero, ¿Cómo podía explicarle que el chico que estaba a mi lado era un "amigo"?

Decidí enfrentarla, sus ojos azules chocaban con los míos. No todos los días se puede disfrutar de perderse en sus ojos. Ella sabía bien cómo ocultar lo que no quería que nadie viese, pero, yo, al menos, podía percibir ese trasfondo negro que ocultaba tras la pared de hielo. ¿Serían sus recuerdos? ¿Que podría haber vivido que le provocase albergar lenta oscuridad en su interior? Al final ella desvió su vista para acabar mirando a la nada, probablemente incomoda por la fijeza con la que miraba sus ojos. Finalmente decidí complacerla y presentarle la información que ella estaba esperando.

—Beth, él es Elliot, un amigo...—sus orbes azules reflejaban curiosidad, y no soy el único que lo percibió ya que Axel decidió pasar su brazo por sobre los hombros de mi prima, como marcando su territorio y haciendo ver a cualquiera que la mirara que no se acercase.

Parecía un puñetero perro.

—Encantada—sonrió la chica al lado de mi amigo amistosamente, pero yo podía sentir que lo único que quería forjar con nuestro compañero era una bonita amistad.

Para Elliot, las sonrisas, era como las que le regalaba a Carlos, unas que expresaban amistad, sin segundas intenciones. Las que eran dirigidas a Gabi eran de amor de hermanas, para Anna eran un poco recelosas, Axel obtenía unas con cierta picardía y misterio; y lo que quedaba para mí era depende de cómo se había levantado la pequeña bipolar o si quería manipularme para que hiciese algo por ella.