🖤Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.🖤
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-Creo que esto no esta bien.-lamentó ella mientras me alejaba lentamente.
-¿A quién le importa?-pregunté volviendome a acercar a ella esta vez con mis brazos rodeando su estr...
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LUCAS
Axel bajo las escaleras con mi prima en brazos como si fuera uno de esos peluches gigantes que no quieres que toquen el suelo. Ella estaba enfurruñada, como una niña pequeña cuando le quitan su muñeca, con los brazos cruzados sobre su pecho y las mejillas tan hinchadas de aire que parecía que le hiba a explotar la cabeza.
-Axel, sabes que no es una mascota ¿verdad? -el me miró con una expresión burlona y se rio un poco. Había sitio suficiente para los dos, yo tenía a Anna a un lado de mí y Carlos estaba en una situación parecida con Gabi. Axel empezó a andar hacia nosotros, pero, antes de llegar paro en seco para hablar. Le había dado la vuelta a Beth y estaban cara a cara. Mi prima estaba tensa, muy tensa, pero el parecía disfrutarlo.
-Sí, si no, no habría aprendido trucos como este tan fácilmente. -dijo y sentí un poco de miedo por ella. Mi amigo se inclinó hacia delante haciendo que Beth estuviera a punto de caerse para atrás, pero, antes de que llegara a hacerlo, se aferró a Axel abrazándolo como un koala y el dejó ver una sonrisa de complacencia.
Algo dentro de mí se retorció al ver como él usaba la diferencia de fuerza entre ellos a su favor. Pero, todos empezaron a reírse por lo que les seguí la corriente y cuando mi mejor amigo se estabilizó, Beth se desenrosco de su cuello.
Le hice un gesto con la cabeza a Axel para que se sentara a mi lado, pero él simplemente no la soltó, se sentó con ella encima y mi prima solamente subió las piernas abrazándose a sus propias rodillas.
Durante la película solo desvié mi vista un par de veces hacia ella, aun que intentara no hacerlo era imposible evitarlo, después de esta los eché a todos de mi casa porque habíamos quedado en la oficina central más tarde.
Obligué a Beth a que se metiese en la cama y que se durmiese con la excusa de que no quería que se volviese a desmallar, le quité las llaves para que no pudiese salir y me fui de allí dejándola encerrada en la casa. Entre a la caseta donde se encontraba mi querida moto y me dirigí a toda velocidad a la organización.
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En cuanto traspasé las puertas de lo que a simple vista parecía una fábrica abandonada que nosotros usábamos como centro de reuniones, me encontré con Elliot.
