Segunda Temporada
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"Sin ti, yo soy nada."
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"Eres más que una bautister, eres más que un amor, eres mi todo."
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Podrán estas palabras convencer a Valeria para regresar con Mario?
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Primera Temporada: Más Que Una Bautister
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No es permitido hacer co...
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-Narra Valeria-
El tiempo pasaba pero yo seguía igual. Simplemente, la vida ya no tenía sentido para mí. El hecho de estar con Mario, no hacía diferencia. Él intentaba hacerme sentir mejor, comprándome muchas cosas, pero a mí no me importaba lo material. Me daba igual si quería estar conmigo o si me quería dejar en la calle. Ya no podía ser feliz desde aquella tragedia. Lo único que tal vez podría ayudarme era regresar con mi familia y con mi amiga. Sin pensarlo dos veces, compré un boleto para el vuelo más temprano de mañana.
"Mi amor, ya llegué!" lo escucho gritar desde la sala mientras que yo empacaba mis maletas.
Cuando entró a la habitación, vi la expresión en su rostro, una mezcla de confusión y tristeza.
"Q-Qué haces?" me pregunta.
"Lo que debí hacer desde que me trajiste aquí," le respondo.
"De qué hablas, creí-"
"Qué? Que sería feliz? Pues no Mario Alberto, nunca lo seré hasta que regrese con mi familia."
"Pero yo me he tomado muchos meses de descanso para estar contigo.."
"Y yo no te pedí que lo hicieras, o sí?"
"Valeria-"
"Si no fuera por ti, nunca estuviera en este estado. Así que por favor ya no me busques.."
"No me hagas esto de nuevo, por favor.."
"Hubiera preferido quedarme como lo que era antes, sólo una Bautister. De nada sirve ser más que una por que obtengo el doble de dolor ahora."
"Valeria, mírame!" me toma de los hombros para hacer que lo vea a los ojos, "sé que te duele todo lo que pasó pero entiende que tienes que seguir adelante."
"Y eso es justo lo que estoy haciendo," le digo mientras vuelvo a seguir empacando.
"Piensa bien lo que estás haciendo."
"No necesito pensarlo, ya está decidido, me voy mañana."
"Está bien, me iré contigo."
"No," le digo, "eso es justo lo que no quiero que hagas."
"No podremos seguir adelante si no lo hacemos juntos."
"Claro que sí podremos."
De un movimiento, me pegó hacia él.
"Te juro que yo no puedo vivir sin ti."
"Sí puedes," le explico alejándome, "sólo tienes que encontrar a alguien más y ya."
"Pero yo no quiero a nadie más, sólo te quiero a ti," me dice.
