61. El Nombre

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[Maratón 3/3]

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[Maratón 3/3]

-Narra Valeria-

"Oye, nunca dijimos que haríamos una apuesta," me reclama RK.

"Cierto.." le digo riendo, "entonces olvídalo."

"Nunca dije que no podía pagarte" me dice, "así que, dime cuánto quieres."

"Sólo estaba jugando."

"Ni modo, ahora dime cuánto."

"Nada," le respondo.

Él me extiende su mano con dinero, "Toma."

Yo sólo la alejo y sacudo mi cabeza. Él me agarra de la mano para abrirla y ponerme el dinero.

"Una apuesta es una apuesta," me dice.

"Pero si tú mismo lo dijiste, nunca hicimos una apuesta," le digo, "además, yo sólo estaba jugando."

"Tú sólo quédatelo."

No quise discutir más así que me los quedé, pero cuando se descuidó, dejé el dinero en el sofá.

Los días pasaron y cada vez le tenía más confianza a RK. Él se portó conmigo de una manera que nunca lo había visto portarse. Su atención y su cariño era lo que necesitaba. Tal vez no esperaba esas dos cosas de él pero era justo lo que necesitaba.

"Y ya pensaste como le vas a poner?" él me pregunta.

"Aún no estoy segura."

Él me ha acompañado a todos lados, incluso a los ultrasonidos. En uno de ellos nos dieron la noticia de que era niño.

"Umm.. Qué te parece Sebastián?"

"Sólo por que es tú nombre?" le pregunto riendo.

"Yo sólo digo," dice levantando los hombros.

Honestamente, yo quería ponerle el nombre igual que su padre. Luego me acordé de que él ni sabía de que lo esperaba. Lo tengo que intentar una vez más, pensé.

"Tengo que hacer una llamada," le digo, "pero en privado."

"Está bien," me dice, "sólo te ayudaré a subir las escaleras."

Una vez estando en la habitación, marqué el número de Mario, que aunque ya no lo tenía registrado, lo podía reconocer. Sonó por unos cuantos segundos y su voz ronca contestó.

"Mario, tengo que hablar contigo," le digo.

"Otra vez tú? Creí que te había dejado claro que ya no quiero nada contigo," me dice.

Aunque me dolía, seguí hablando, "Por favor Mario, es algo importante."

"Entonces dime, que no tengo todo el tiempo en el mundo."

"Estoy esperando un hijo tuyo," le digo.

Hubo un gran silencio entre los dos, después empezó a reírse.

Confundida, le pregunto, "De que te ríes?"

"De lo que dijiste," me dice, "no es cierto."

"Por qué te mentiría de algo así?"

Más Que Un Amor || Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora