Segunda Temporada
-
"Sin ti, yo soy nada."
-
"Eres más que una bautister, eres más que un amor, eres mi todo."
-
Podrán estas palabras convencer a Valeria para regresar con Mario?
-
Primera Temporada: Más Que Una Bautister
-
No es permitido hacer co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De alguna forma, terminé dejando que recostara su cabeza sobre mis piernas para jugar con su cabello y eventualmente dormirlo. Una vez que estaba bien dormido, coloqué una almohada debajo de su cabeza antes de hacerme a un lado. Después, me acosté y me quedé viendo el techo por unos minutos.
Ya tenía mi boleto listo para el primer vuelo de mañana. Tenía dos opciones. La primera era empezar una nueva vida sin él a pesar de lo que acabó de pasar y la segunda era quedarme, perder un poco de dinero e intentarlo de nuevo. Yo lo he amado desde antes que supiera de mi existencia, pero ahora me encuentro confundida. Una parte de mí quiere volver a amarlo como antes, y la otra tiene miedo de pasar por el mismo dolor. Me quedé pensando toda la noche hasta quedarme dormida.
-Narra Mario-
Los rayos de sol y la ausencia de Valeria causaron que despertara lo más rápido posible. Al principio, creí que estaba en la cocina o en la sala, pero cuando fui a buscarla, no estaba por ningún lado. Antes de abrir los cajones, rogaba por que no fuera cierto lo que estaba pensando, sin embargo, fue inútil hacerlo al ver darme cuenta que estaban vacíos.
Comencé a buscar por todas partes si había dejado una nota o algo por el estilo. Resultó estar en el lugar donde había empezado, sobre la cama. En letras pequeñas, el sobre decía: Perdóname, Mario
Rápidamente lo abrí y comencé a leer la carta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Simplemente, no podía creer lo que estaba leyendo. Mientras terminaba de leer, algunas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Comencé a arrojar cosas por todos lados sin importarme que algunas se rompieran.
Después de sacar todo lo que tenía dentro de mí, tomé las llaves de mi auto, salí del departamento y me dirigí al aeropuerto. No quería perderla de nuevo. Una vez que llegué, le pregunté a una de las señoras por el vuelo que Valeria iba a tomar. Ella me dió un poco de esperanza al decirme que faltaban unos minutos para que el avión despegara. No me importaba si era necesario golpear a unos guardias, lo único que yo quería era recuperar a Valeria.
Me alegré al ver que aún habían personas subiéndose y quise pensar que ella aún no lo hacía.