70. Hacerte Feliz

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La única manera de quitársela fue con un leve contacto con sus labios

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La única manera de quitársela fue con un leve contacto con sus labios.

Levantando mis manos en victoria mientras terminaba de comerme la fresa, esperaba que no se diera cuenta. Sin embargo, su pequeña sonrisa me dejaba saber que él lo sintió y que yo ya había valido madres.

"Por qué me miras así?" le pregunto, tratando de ocultar el hecho de que yo perdí.

"Tú sabes muy bien por qué.."

Me hago la que no sé hasta que su mirada por fin logra vencerme, "De acuerdo, pero sólo fue un poquito."

"Un poquito es un poquito," se encoge de hombros.

"Está bien," me quejo, "qué quieres?"

"Un beso."

Fruncí el ceño. Se me hacía algo tan simple, pero igual decidí dárselo. Mi plan era darle un beso que no durara ni un segundo, sin embargo, él me tomó por sorpresa y decidió hacerlo más largo. Mi mente seguía diciéndome que me alejara, pero mi corazón me pedía lo opuesto. Cuando Mario empezó a acariciar una de mis mejillas fue cuando reaccioné, me puse de pie y me fui adentro.

Decidí ponerme la pijama e irme directamente a la cama. Dentro de poco, empecé a escuchar los pasos de Mario acercarse y cerré mis ojos.

"Puedo dormir contigo?" me pregunta a lo lejos.

Doy un gran suspiro y le respondo, "Supongo."

No tardé en sentir su presencia al lado de mí.

"Si te molestó lo de allá afuera, perdóname."

Sin darme la vuelta le digo, "Está bien, no pasa nada."

"Segura?"

"Sí.."

"Sólo quiero que sepas que te amo," dice, "y que pase lo que pase, te seguiré amando."

Me quedé callada.

"Sé que fui un idiota en el pasado, pero creo que te he demostrado que ya he cambiado."

Me mantuve callada hasta que lo escuché sollozar. Rápidamente me di la vuelta, y en efecto sí, estaba llorando. Al verlo así, sentí un dolor apoderándose de mí.

"No llores por favor," le pido con mis ojos cristalizados.

"Es que no puedo evitar sentirme culpable por todo," me explica, "yo sólo quiero estar a tu lado y poder hacerte feliz como antes."

"No hablemos sobre quien tuvo la culpa, todo ya pasó y lamentablemente no podemos regresar," le digo mientras limpio algunas de sus lágrimas.

"Entiendo eso pero.. aún así no cambia el hecho de ya no poder hacerte feliz."

Bajé la mirada. En eso sí tenía razón.

Más Que Un Amor || Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora