Segunda Temporada
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"Sin ti, yo soy nada."
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"Eres más que una bautister, eres más que un amor, eres mi todo."
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Podrán estas palabras convencer a Valeria para regresar con Mario?
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Primera Temporada: Más Que Una Bautister
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No es permitido hacer co...
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Antes de dar la primera mordida, doy un gran suspiro. Por los primeros pocos minutos, comimos en silencio hasta que quedaron las fresas y el chocolate.
"No piensas tomar una?" me pregunta.
"Em.. Creo que.. ya comí bastante," le respondo.
"Oh vamos, yo sé que quieres."
Lo negué una y otra vez hasta que me dijo, "Esta bien, no me dejas de otra más que alimentarte yo mismo."
"Ok ok, yo puedo sola," le digo rápidamente.
Él me sonreía mientras esperaba a que comiera.
"Para que vayas sabiendo, tu típico 'tienes chocolate en los labios' no funcionará esta vez."
Él no respondió, sólo siguió esperando.
"Mejor me voy a dormir," le digo antes de dejar la fresa en su contenedor con las demás, sin embargo, él me tomó de las manos para que no me fuera.
"Qué te parece si jugamos?" me pregunta.
"A qué?"
"Es un juego bastante fácil," me explica, "yo voy a poner la mitad de la fresa en mi boca, lo que tú tienes que hacer es quitármela sin tocar mis labios."
"Qué? Eso es imposible!"
"Empezaremos con las fresas grandes para que se te haga más fácil."
"Y si gano, qué pasa?" le pregunto.
"Lo que sea que quieras que pase.. pero si pierdes.."
"Si pierdo, qué?"
"Lo averiguarás pronto," me sonríe.
"En tus sueños," río, "por que yo no voy a perder."
"Está bien, empecemos."
Mario agarró una fresa, la sumergió un poco en el chocolate y colocó la mitad en su boca. Puede que parezca algo absurdo este 'juego', pero cuando se trataba de ganar, yo le entro sin importar lo que sea.
Después de varias fresas, parecía como si yo estaba ganando, sin embargo, cuando íbamos llegando a las fresas mas pequeñas, se me fue haciendo mas difícil. Mario intentaba hacerme reír cada vez que tenía que quitársela, pero yo hacía me mayor esfuerzo para mantenerme seria para que pudiera ganar.
"Deja de hacerme reír," le digo antes de comerme la penúltima fresa que le había quitado.
"Si no te hago reír, entonces cuál sería el punto del juego?" me pregunta sonriendo.
Sólo rodee los ojos y continué jugando. Esta fresa era mucho más difícil de agarrar ya que era la más pequeña de todas. Como él veía que no lograba tomarla, decidió acercarse para ayudarme.
