Segunda Temporada
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"Sin ti, yo soy nada."
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"Eres más que una bautister, eres más que un amor, eres mi todo."
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Podrán estas palabras convencer a Valeria para regresar con Mario?
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Primera Temporada: Más Que Una Bautister
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No es permitido hacer co...
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-Narra Valeria-
Estaba desempacando mis cosas cuando me encontré con una de las sudaderas de Mario.
Debí de haberla empacado por accidente, pensé.
"Espero que estés bien, Mario," pienso en voz alta después de dar un suspiro y guardar la sudadera en mi armario.
En ese momento alguien toca la puerta. Dejé mi maleta a un lado y fui abrir para ver quien era. Sonreí al ver que era mi Brenda y ella hizo lo mismo.
"Cómo estás?" me pregunta antes de entrar.
"Bien, me siento mucho mejor ahora que estoy en mi departamento y con mi mejor amiga."
"Aw, yo igual."
"Sólo estoy terminando de desempacar mis cosas de la maleta," le digo antes de dirigirme a mi habitación.
"Y.. Mario ya no te ha llamado?"
"No me ha llamado desde ayer."
"Eso es bueno o malo?" me pregunta.
"Bueno, por que significa que ya está empezando a entender."
"Y cómo estás tan segura?"
"No lo estoy, pero eso espero."
"Cambiando de tema, tengo que llevarte a la casa de tus papás."
"Pasó algo?"
"No, es sólo que te quieren ver."
"Está bien, sólo déjame terminar de guardar mis cosas y luego nos vamos."
"Okay."
Brenda me ayudó a guardar lo que quedaba en la maleta y terminamos más pronto.
"Te puedo pedir un favor antes de irnos?" le pregunto.
"Claro."
"Prométeme que no le dirás nada a mis papás de lo que te conté ayer."
"Lo prometo."
Una vez que llegamos a la casa, di un gran suspiro antes de tocar el timbre. Me pareció algo extraño que nadie abría, así que decidí sacar mi llave. Todo estaba oscuro y parecía que no había nadie en casa. De pronto encendieron las luces y me encontré con globos y decoraciones por todo mi alrededor.
"Sorpresa!" gritan mis padres al salir detrás del sofá.
"Bienvenida hija, te extrañábamos mucho," dice mi mamá antes de abrazarme.
Mi papá sostenía un pastel que decía 'Bienvenida Valeria'. Me pasé el resto del día en la casa con mis padres y mi mejor amiga, jugando, platicando, y riendo. Tenía tanto tiempo que ya no hacíamos esto y hoy me sentía muy feliz.
-Narra Mario-
"No puedo creer que no sepas cómo me llamo!" me grita la chica.
"Sólo vete, por favor."
"Me llamo Berenice, no Valeria!"
"No te pregunté."
"Primero me traes aquí, luego me dices que me deseas, y ahora-"