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Eleanor

Hoy Tom regresaría a casa después de haber hecho la gira promocional de su película Spiderman: Homecoming.
Me hacía tanta ilusión verlo después de tantos meses. Él me había regalado una casa cerca de la de sus padres, en Kingston, lo hizo bajo la excusa de que necesitaba mi propio espacio pero yo sabía que lo había hecho para poder escabullirse sin ser visto por los paparazzi ya que nadie sabía que éramos novios, más que ciertos amigos cercanos de ambos.
Oí la puerta abrirse desde el segundo piso, bajé lo más rápido que pude, sonreí al verlo ahí parado así que corrí y me abalancé sobre él.
-Hola, Ele- dijo mientras me abrazaba.
-Te extrañé tanto- dije casi al borde del llanto, miré su rostro, sus ojos café de veían tan bellos con la luz del día.
-Lo sé, estaré todo el mes aquí, podremos...- hizo una pausa, lo interrumpí.
-Quedarnos aquí todo el día- dije rodando los ojos con algo de disgusto- ocultarle al mundo que somos novios.
-Apenas llegué y comenzamos a discutir, no lo hagas- dijo haciendo un puchero con el labio.
-Es que no es justo- dije molesta, sé que venía llegando después de un largo viaje pero odiaba no poder salir con él sólo por imagen.
-Mira, ¿te parece si mañana vamos al BRIT?- propuso tomando mi mano y llevándome hacia las escaleras.
-No iremos, sé que debes pretender estar con Zendaya, además debo hacer algo importante mañana- rodeé los ojos.
Llegamos a la habitación y nos recostamos uno junto al otro mientras mirábamos hacia el techo, Tom me contaba sobre cómo fue rodar la película.
Me encantaba verlo tan emocionado, aún recuerdo cuando lo conocí en aquel salón de danza hace dos años y medio en el BRIT.
-¿Quieres comer?- pregunté mirándolo.
-¿Vas a cocinar?- dijo muy sorprendido.
-Por ti lo haría- le di un beso en su mejilla.
-Está bien, ¿quieres ir al supermercado o tienes cosas?- dijo sentándose en la cama.
-Depende lo que quieras, pensaba hacer fusilli Alfredo con pollo- mencioné recordando que tenía eso en la alacena.
-Me parece bien, iré a comprar un vino si quieres- se levantó.
-De acuerdo- imité su acción.
Tom se puso una gorra y lentes, ambos bajamos a la sala, él emprendió camino para conseguir el vino y yo iría a preparar la cena.
Tomé cosas del refrigerador y de algunos gabinetes, saqué la pasta y la puse en la estufa en una olla con agua, sal y especias; preparé el Alfredo y corté el pollo.
Minutos más tarde ya estaba todo listo, sólo hacia falta que mi novio regresara, preparé la mesa para que sólo constara en servirnos.
La puerta volvió a abrirse y vi al chico castaño entrar cerrando la misma a sus espaldas, se quedó quieto mirándome por unos instantes.
-¿Qué sucede?- pregunté confundida.
-Es que luces muy linda hoy- dijo sonriendo.
Solté una risita nerviosa, saqué dos copas y comenzamos a comer.
Platicábamos de todo, de cómo me había ido con respecto a las audiciones en varias compañías de danza, de cuando cree saldría la película, de todo.
Me había comentado cómo era interpretar a un personaje tan importante para él, las horas en el estudio, el traje, Zendaya.
Con Tom sólo podía imaginar cómo sería tener una cita en algún lugar público, no sería así, al menos por ahora, supongo, antes de Spiderman solíamos salir mucho.
Al terminar de comer llevé los platos al fregadero, los lavé velozmente y fui a alcanzar a Tom, quien ya se había subido a la recámara.
Al entrar lo vi concentrado hablando por teléfono.
-Claro, pero apenas llegué- dijo para la persona del otro lado de la línea- no puedo asegurar nada, pero lo intentaré, hasta pronto- colgó.
-¿Quién era?- pregunté aún parada, sabía que se iría de nuevo.
-Debo grabar algo para un programa- respondió serio.
-Está bien- miré mis pies.
-Puedo decir que no puedo si quieres- dijo frustrado.
-No, lo entiendo, es tu trabajo- rodeé los ojos.
-Va a ir Zendaya- finalizó, sentí una punzada en mi corazón al oír su nombre, ella no me caía mal pero no podía soportar que pareciera más su novia que yo.
Asentí levemente aún sin mirarlo, amarré mi cabello en una coleta y me dirigí al closet por una pijama, tomé unos shorts y una camiseta, me cambié encargándome de doblar la ropa que había usado para dejarla en el cesto de ropa sucia, fui al baño a lavarme los dientes.
Regresé a la habitación, Tom estaba sentado en el borde de la cama mirando su teléfono.
No dije ni una palabra y me acosté en la cama dándole la espalda.
-Descansa- dije.
-No, tú y yo vamos a hablar- dijo volteándome ágilmente- sabes que es mi trabajo, Eleanor, ni siquiera pude disfrutar el día porque te enojaste.
-Es difícil, Tom, vienes un día y te vas al siguiente, después apareces en la televisión fingiendo salir con otra chica- lo miré fijamente.
-Te pedí paciencia, te prometo que cuando todo esto acabe te llevaré por el mundo- acarició mi mejilla.
-Tienes 21 y yo 20, Tom, te quedan más contratos y para entonces puede que ya no me ames- intenté sonar obvia.
-No digas tonterías, Ele- rió levemente.
-¿A qué hora sale el vuelo mañana?- pregunté.
-A las 6:00 am, se adelantó la grabación de Lip Sync Battle, iba a ser hasta el próximo mes pero debo ensayar- se disculpó, yo asentí rendida.
-Te ibas a ir de todos modos, Tommy- lo abracé.
-Volveré en dos semanas, lo prometo- alzó su meñique, yo reí debido a su acción y entrelacé mi meñique con el suyo sellando el pacto.
Nos acostamos abrazados, aún era temprano pero Tom debía descansar ya que si el vuelo salía a las 6:00 am él debía estar en el aeropuerto a las 5:00 am.
Él acarició mi cabello hasta que me quedé dormida.
Dormía tranquilamente hasta que el despertador de Tom sonó, obvio no se despertó porque parece un oso cuando duerme, me levanté para apagarlo, las 4:00 am, que horror.
-Amor, despierta- lo sacudí un poco aun adormilada- despierta Tom- no se movía- Tom, por favor- lo sacudí más fuerte y poco a poco se fue despertando.
-No quiero despertar- dijo casi en un susurro.
-Lo sé pero debes ir- dije mientras me levantaba de la cama, fui hacia el closet y rápidamente armé una maleta para que llevara un poco de ropa.
Me puse un pants y una sudadera, no quería ponerme zapatos así que me puse mis sandalias crocs.
Salí a ver si Tom se había levantado, gracias al cielo sí, se estaba bañando, saqué su maleta al corredor junto con su pasaporte y visa.
Minutos más tarde él salió vestido, lo miré con melancolía, no quería que se fuera pero sabía que esto era importante para él.
Salimos de la casa cuidando no ser vistos, subimos la valija al maletero del auto, yo conduciría para no tener que buscar donde estacionarnos.
-Te traeré algo, ¿qué deseas?- preguntó juguetón.
-A ti- dije a mis adentros- No hace falta, no me traigas nada- respondí.
-Traeré algo que me guste para ti- dijo sonriente.
-¿Regresando te gustaría ir a King's Cross?- pregunté animada.
-Sabes que no podemos ser vistos, Ele- me miró triste.
-Va a ser mi cumpleaños, Tom- dije mirando hacia el frente.
-Lo sé, déjame arreglarlo- me miró.
-De acuerdo- suspiré pesadamente.
El camino siguió silencioso, pero no era incómodo, el aeropuerto se divisaba a lo lejos, íbamos llegando a la parte de las islas y me estacioné en el estacionamiento para pasajeros de vuelos privados.
Comencé a llorar silenciosamente, no quería arruinar el viaje de Tom.
-No llores, Ele- dijo quitando una lágrima que corría por mi mejilla.
-Lo siento, es que te extraño- dije en voz baja.
-Volveré, lo prometo- sonrió.
Se acercó a mí para besarme, tomó mi rostro entre sus manos, sus labios se sentían tan suaves.
Después de unos minutos nos separamos, él me miró sonriente, regresé el gesto de forma débil.
Se despidió y salió del auto, tomó su maleta y comenzó a caminar hacia la entrada del edifico.
Odiaba no poder despedirlo de forma tierna, así como en las películas.
Regresé a casa para volver a dormir, me acosté en la cama y el sueño me venció.
Desperté a las 9:00 am, debía prepararme para ir a una audición de la compañía del Royal Ballet.
Me di un baño rápido y saqué mis cosas del closet me puse unas medias rosas, un leotardo morado, guardé mis puntas y mis media punta en mi maleta, hice mi chongo, sobre mi ropa de trabajo me puse un pants negro y una camiseta, estaba tan nerviosa.
Ya lista bajé a prepararme un desayuno rápido, jugo de naranja, huevos hervidos y una tostada.
Revisé mi teléfono y estaba lleno de mensajes de Tom deseándome un lindo día, sonreí tontamente.
Salí de casa y me subí a mi camioneta, conduje a prisa pero responsable. Llegué al edificio, estacione el auto y entré.
-Buenos días, vengo a la audición- dije sonriente a la chica del mostrador.
-Sigue el pasillo de la derecha y encontrarás una mesa, ahí te darán un número y tomarán tus datos- respondió sin mirarme.
Hice caso a sus instrucciones, había muchas chicas con sus números, calentando y haciendo sus rituales.
-Eleanor Dunne- dije a la chica con la lista de nombres.
-Hola, Eleanor, necesito que llenes esto para darte tu número- dijo dándome un formulario, llené todo lo que me pidió, le regresé la hoja y me dio un número- Gracias, cámbiate y calienta, entrarán directo a clase, primero media punta y después repertorio con punta, suerte- finalizó.
Le sonreí a la chica y me fui a cambiar. Guardé mi ropa en mi mochila, me puse las medía punta y saqué la bolsa con mis puntas.
Estiré y calenté mis músculos, el primer grupo de chicas entró al salón.
Con las demás miramos por la ventana, todo se veía tan perfecto, justo como un sueño hecho realidad. Media hora más tarde vimos cómo seleccionaron a diez chicas de veinte, posteriormente entró mi grupo, había un profesor que daría la clase y una mesa con cuatro jueces.
-Buenos días, señoritas, por favor pasen a la barra y comenzamos con ejercicios de plié - nos colocamos en la barra según las órdenes del profesor.
Comenzamos con los plié, después rápido se pasó la media hora de clase, hicimos una fila frente a la mesa de jueces, temblaba de nervios, no le había dicho nada a Tom y quería sorprenderlo.
-Bien señoritas, seleccionaremos a diez chicas, las cuales muestran cierto potencial, más no les garantizamos que tengan talento- dijo una señora mayor, su voz era tan fría como el hielo.
-Rosa Walsh, Florence Jones, Georgia Nicholson, Kira Davis, Gwen Olson, Caroline Deffinbaugh, Elle Pattson...- mi nombre no salía y me ponía muy nerviosa- Helena Bennet, Josie Hosinger y...- pausó, ¿por qué tenía que pausar? Odiaba esto, todas temblaban, intenté verme lo más tranquila que pude pero era imposible- Eleanor Dunne, las demás pueden irse.
Suspiré al oír mi nombre, me sentía tan feliz, salimos del salón con la instrucción de esperar a que pasara el otro grupo a repertorio en punta.
El primer grupo entró ya con puntas puestas, nosotras esperamos; cuando salieron no dijeron nada, al parecer la selección la harían después.
Entramos de nuevo al salón y seguimos las instrucciones, hicimos diagonales, muchas pirouettes entre muchas cosas más.
Al finalizar entró el otro grupo junto con nosotras, sabíamos que elegirían sólo a cinco chicas.
-Eleanor Dunne, Georgia Nicholson, Caroline Deffinbaugh, Zoe Granger y Melissa Harris, bienvenidas a la compañía juvenil del Royal Ballet- se levantaron los jueces de sus sillas y comenzaron a aplaudir.
Nos dieron la información de ensayos y clases, rápidamente me fui a cambiar para irme a casa y contarle a Tom.
Había sido un día muy bueno.

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Hola, soy la autora de esta historia!!!
He intentado hacer un Instagram especial para esto pero no he podido, sin embargo les comento que actualizaré cada semana, ayer subí el prólogo y el capítulo piloto, espero que les guste puesto que he dedicado mucho tiempo y esfuerzo a esta historia.
Sin más que decir me despido.
Gracias por sus lecturas.

I know places // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora