16

344 17 1
                                    

Eleanor

Cuando desperté estábamos a unas cuantas horas de aterrizar.
Me dolía un poco la cabeza, Tom estaba despierto mirando su teléfono.
-Hola- saludé adormilada a mi novio y a mi amigo.
-Por fin despiertas, ¿aún tienes ganas de acostarte con Tom?- pregunta Harrison.
-¿De qué hablas?- lo miré confundida.
-Hace unas horas dijiste que querías acostarte con él- rió.
-Lo siento, amor, no quería, bueno si quería decir eso pero nunca en el avión- me disculpé.
-Tranquila, de hecho esperaba que te pusieras cariñosa al llegar a casa- abrí los ojos como platos al oír eso, me sonrojé demasiado y Tom sólo rió.
Cuando aterrizamos hicimos la misma rutina, nos fuimos en autos separados, al llegar a casa sentí gran alivio que no fuera tan tarde, aunque mañana descansaba y eso era una gigantesca ventaja.
Oí la puerta abrirse y vi a Tom entrar, sonreí desde la sala, estaba sentada en el sofá.
-Elle, ¿cuando quieres ir a ver el apartamento en Highbury?- preguntó sentándose a mi lado.
-Lo más pronto posible- dije subiendo mis piernas en su regazo.
-Debo irme en tres días para algunas entrevistas y estrenos, mañana que es sábado vamos a ver los apartamentos y elige el que quieras que sea nuestro hogar- dice tallándome los pies.
-De acuerdo, mañana será, quisiera que pudieras quedarte más tiempo- digo puntando los pies.
-Igual yo, me tendré que ir un mes, después descanso otro mes y comienzo a grabar otros proyectos más- dice mirándome, yo sonrió.
-¿Sabes? Me encantó la película, te veías muy lindo, lloré de lo orgullosa que me sentía de ti- dije acomodándome en su regazo.
-Esperaba a que dijeras eso, tú opinión me importa demasiado- dice acariciando mi cabello.
-Te amo, ¿sabes? Llevamos casi dos años juntos y nunca hemos hablado sobre si queremos casarnos- mencioné.
-¿Qué?- dijo Tom casi ahogándose con su saliva.
-No es porque tengamos que casarnos ya, torpe- reí.
-Amor, se vienen años complicados, ya lo sabes y no me gustaría dejarte los preparativos de la boda para ti sola- explica, algo que yo entendía muy bien.
-Lo sé, pero, ¿donde te ves en diez años?- pregunté.
-Me veo en una casa en Brighton con el amor de mi vida, tal vez ella cocina la pasta de siempre porque no es buena cocinera, o también en un teatro viéndote ser prima ballerina de alguna compañía prestigiosa- Yo reí.
-Dios te oiga, Tom- besé su mejilla.
-¿Y tú donde te ves en diez años?- me pregunta.
-Tal vez ya me haya casado para entonces, contigo obvio, y tal vez esté embarazada- dije mirándolo con picardía.
-Diablos señorita- se burla.
El resto de la tarde seguimos hablando, luego subimos a la habitación cuando se hizo más tarde y nos dormimos.
Al despertar Tom seguía dormido, decidí bañarme antes de que se despertara y estar lista, después de bañarme me asomé por la ventana vi que más tarde llovería por la nubes en el cielo.
Me puse unos jeans ajustados de corte alto color claro, un suéter holgado de lana gris y mis botas Dr. Marteens.
Me até el cabello en una coleta baja y decidí no maquillarme hoy.
Bajé a preparar el desayuno y esperé a que Tom despertara, subí a la habitación y apenas se iba levantando.
-¿Por qué siempre despiertas tan temprano?- se queja adormilado.
-Sólo ve a bañarte- ordené.
Luego de un rato salió y se puso su outfit de siempre, jeans negros y una camiseta negra, también se puso sus botas.
Bajamos a desayunar y llamamos a bienes raíces, acordamos reunirnos en Highbury en una hora, cuando terminamos emprendimos camino lo más rápido que pudimos.
Al llegar una chica muy amablemente nos enseña los apartamentos de un edificio muy lujoso en la esquina de la calle, como los edificios en Madrid.
-¿Les agrada?- pregunta muy animada.
-Es lindo pero me gustaría algo más hogareño, ¿sabes? No tan pequeño pero tampoco tan grande- digo mirando por la ventana.
-Te entiendo perfectamente, de todos modos aún tengo tres opciones más- comentó, seguimos buscando.
El segundo edificio que nos mostró era lindo, parecido al primero, no me enamoró.
Cuando entramos al tercero, en Cornelia Street, quedé fascinada, era estilo Neoyorquino, muy vintage, era demasiado espacioso, tres habitaciones, cada una con baño, una sala y un comedor gigante, era un tipo loft.
Al entrar pude ver flashes de como seria nuestra vida viviendo aquí, tal vez con hijos o un perro, como si mi alma se hubiera desprendió de mi cuerpo y me hubiera mostrado un hermoso futuro junto a Tom.
-Es aquí- dije sollozando de felicidad.
-¿Qué?- dice confundida la chica.
-Es aquí donde quiero hacer mi vida contigo- Tom me abraza fuertemente.
-¿Este quieres?- pregunta mi novio, yo asentí.
-Sí, este es nuestro hogar- dije aún atónita.
-¿Podrías darnos el contrato de venta?- dice Tom aún abrazándome, la chica asiente y va por los papeles.
Cuando regresa firmamos el contrato y le hicimos un cheque, le di mi dinero a Tom para que fuera desde su cuenta la transacción.
-¿Las escrituras a nombre de quien será?- nos mira la chica.
-A nombre de Eleanor Dunne- se apresura a decir Tom.
-Ok, pues vamos a mi oficina para terminar el trámite y entregarles sus llaves- hicimos lo que pidió.
El resto de la tarde la pasamos arreglando cosas de nuestro nuevo hogar.
Cuando regresamos a nuestra casa en Kingston subimos a nuestra recámara.
-Mañana si quieres puedo contratar a algunos pintores para que se encarguen de eso, quiero que esté listo antes de irme y le diré a Hazza que te ayude a mudarte- dice Tom poniéndose ropa más cómoda.
-Tal vez, lo de los pintores me parece buena idea, de hecho me gustaría blanca con algunos tonos grisáceos claros- sugiero, Tom asiente.
-Le diré a Curtis, mañana comienzan a trabajar, pásame los colores que quieras y en dos días podrás comenzar a mudarte- me asegura, yo reí por la idea.
Esa tarde la pasamos haciendo compras por internet para nuestra nueva casa, alfombras, camas, sillones, mesas, todo.
Teníamos pensado dejar esta casa amueblada para cada vez que quisiéramos ir a Kingston, el apartamento que tuve cuando llegué a Londres estaba siendo rentado por lo misma agencia de bienes raíces.
Todo parecía ser entregado en una semana o menos, lo cual era magnífico.
Toda la noche la pasamos haciendo planes de cómo sería nuestra vida en el futuro y cada que charlábamos cada vez me emocionaba más.

I know places // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora