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Narrador

La mañana del día antes de la función Eleanor se había levantado muy emocionada, hoy era el último ensayo en el teatro, aquel imponente edificio llenaba de recuerdos a Eleanor.
La castaña había tenido que tomar calmantes los últimos días para poder mantenerse tranquila y no ser un manojo de nervios para el estreno, también requirió terapias telefónicas con su psicóloga.
Mientras que Tom se sentía entre la espada y pared por no saber que hacer.
El último ensayo fue majestuoso, o al menos esas fueron las palabras de todo el equipo de producción.
Eleanor en un tiempo libre llamó a Tom, pero este no respondió, sin embargo él le había enviado un mensaje explicándole que debía ir a Bristol a ver algo de la nueva película de Avengers pero que mañana sin falta estaría con ella apoyándola.
Ella no comprendía que asuntos sobre Marvel debía atender en Bristol pero confiada siguió con lo suyo sin saber lo que en realidad sucedería.
Tom iba en un avión hacia Nueva York, él único que sabía era Harrison quien en contra de su voluntad guardó el secreto, además de la fiesta de Zendaya él asistiría a una entrevista de última hora que se había programado.
Cuando arribó se fue al hotel, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero habían sido órdenes de su agente.
Eleanor estaba tan preocupada por su evento que casi olvidó por completo la ausencia de Tom.
En la noche cuando salió del ensayo casi a las 10:00 pm, a pesar de que era tarde fue a la casa de Kingston Upon Thames a ver a sus padres, al llegar ellos estaban en la sala.
-Hola- saludó Eleanor con cansancio.
-Hola, linda- saludó su padre.
-Cariño, te hubieras ido a casa, es tarde, mañana es el gran día- dijo entusiasmada su madre.
-Por Dios, quería verlos antes de mañana- los abrazó.
-¿Y Tom?- preguntó Lucy.
-Fue a Bristol- dijo y su hermana la miró confundida- exacto, dijo que vería asuntos del trabajo pero que mañana estaría presente.
-Estoy muy orgulloso de ti, mi hija mayor debutando en la compañía Real- dijo su padre abrazándola.
-También existo yo- Lucy se señaló a sí misma.
-Lucy, tú eres una niña genio, tranquilízate- la pequeña Lucy dio una risita.
-No es gran cosa, papá, ni siquiera es la principal- dijo Eleanor.
-Cualquier cosa que hagas siempre será grande para mí- su padre respondió.
Eleanor se tuvo que ir a casa para poder descansar.
Al despertar muy emocionada fue a bañarse, preparó lo que iba a ocupar, guardó en su maleta su tocado, pasadores, redes, medias, zapatillas, infinidad de cosas necesarias para la función.
Al llegar más o menos a las 11:00 am les asignaron sus camerinos, ella estaba con Caroline, Hanna y otras cinco chicas más, los vestuarios ya estaban colgados en sus respectivos lugares, los de cada personaje estaban acomodados por escena.
Ensayaron a hasta las 5:00 pm, a esa comenzaron a alistarse para abrir el telón a las 8:00 pm en punto.
Mientras que Tom estaba en la entrevista la encargada de entrevistarlo le hizo preguntas muy incómodas.
-Cuéntanos, Tom, ¿Quién es Eleanor Dunne?- el castaño se puso nervioso.
-Una amiga- rió de nerviosismo.
-Aquí la vemos en el estreno de tu nueva película, Spiderman: Homecoming- mostró una foto de la premiere.
-Es amiga de mis hermanos- soltó rápido, Tom no sabía que hacer o decir, todo parecía ser una pesadilla, además del hecho que su novia ni siquiera estaba enterada.
-Está foto la tomó un chico en Los Ángeles, al parecer son ustedes llegando juntos al hotel- las preguntas de la chica hacían que Tom se pusiera cada vez más nervioso.
-Ella está enamorada de mí, nos conocemos hace años, nada importante- quiso sonar casual.
-Oh, bueno, entonces si no es nada importante creo que está bien- rió.
-Sí bueno, ella no es muy cercana, pero es agradable, cuando voy a ver a mi familia ella siempre está ahí intentando captar mi atención- Tom comenzó a decir estupideces debido a los nervios.
-De acuerdo, creímos que era tu novia secreta- comentó no muy convencida.
-Sí, bueno, ella es linda y todo pero mi corazón le pertenece a alguien más- Tom se quiso abofetear a sí mismo.
-Oh, ¿será quien creo? Oímos que asistirás a la fiesta de Zendaya esta noche- comentó pícara, Tom sólo asintió.
Luego de un rato Tom se fue del estudio de grabación, llegó al hotel muy nervioso, sólo esperaba que Eleanor no viera eso, de lo contrario él sabía que su relación pendería de un hilo.
Mientras tanto la castaña estaba a media hora de salir a escena, la diferencia horaria siempre sería una barrera entre sus rutinas.
El teatro estaba a punto de llenarse, pero el caos tras bambalinas apenas estaba iniciando.
-¡Eleanor!- la llamó McGregor.
-Aquí estoy- fue hacia él.
-Hanna tuvo un ataque de ansiedad y se le bajó la presión, no podrá presentarse esta noche así que hoy tendrás que ser Odette- la castaña se sentía mal por Hanna pero su corazón estaba feliz, esto parecía una señal divina.
El anuncio de primera llamada se hizo presente en el teatro, ella ya estaba vestida con su vestuario para el primer acto.
Así llegó la tercera llamada, ella salió y dio todo lo mejor.
A lejos pudo observar a su familia y a la de Tom en primera fila, ella se veía ten preciosa, Eleanor le había conseguido un pase a Harry de fotógrafo, así que lo vio con su cámara.
Tom estaba en la habitación del Hotel preparando todo para la fiesta de un rato, él sabía que para ese entonces Eleanor ya estaba en escena, ni su familia sabía lo que estaba ocurriendo.
En Londres, tras bambalinas del Royal Opera House, Eleanor pudo notar la ausencia de su novio lo cual la hizo llorar un poco, ella sentía como el aire le faltaba a pesar de hacer una función impecable.
Su corazón se iba quebrado conforme la música iba sonando, Tchaikovsky penetraba su corazón al igual que la historia del ballet.
Ella no podía creer que Tom no asistiera después de haberle prometido que iría, se sentía traicionada.
Cuando fue el pas de deux del Cisne Negro ella se quebró en llanto, las demás bailarinas intentaron tranquilizarla.
Ella tenía el presentimiento de que algo había pasado, sólo que no sabía con seguridad qué. Sentía que sus esperanzas y sueños iban desapareciendo porque sabía que no podía contar con él, a pesar de que estaba consciente sobre que la vida de su novio era difícil no pensó que no asistiría a algo que era tan importante para ella.
Cuando hizo La Muerte del Cisne el teatro estalló en aplausos, todo era muy confuso, ella había plasmado la agonía y la rabia que sentía, su calidad artística fue tan perfecta que incluso hizo a gran parte de la audiencia llorar.
Eso la reconfortó un poco, ella sabía que su deber no estaba en buscar aprobación de su novio, porque al final del día la única que sería juez de su trabajo era ella misma.
El ballet había llegado a su fin, dieron las gracias vio sonreír a sus seres queridos, ella se sentía contenta por haber hecho a sus padres sentirse orgullosos, todo el tiempo que ellos invirtieron en esto había valido la pena.
Regresando a los camerinos las chicas se cambiaron pero dejaron sus peinados, guardaron sus cosas y abandonaron la pequeña habitación.
Al bajar estaban sus padres y los de Tom, todos la recibían con flores, ella agradeció, alguien tocó su hombro, ella volteó y se quedó congelada a ver a Nikolai Tsiskaridze, le dio un ramo de flores y ella hizo una pequeña reverencia.
-Me siento complacido con tu trabajo, me gustaría invitarte a una clase magistral en San Petersburgo- comentó con su acento ruso.
-Es un honor escuchar esto de usted, señor- dijo la castaña.
-Sin duda tienes demasiado potencial y me gustaría ver si podemos explotarlo- sonrió aquel imponente hombre.
-Por supuesto, siempre que querido tomar clases con el ballet ruso- Eleanor se sentía soñada.
-Mañana ven a las 10:00 am para una audición con el comité del ballet- dijo McGregor.
-Por supuesto, señor, es un honor- sonrió.
-No nos decepciones- dijo Tsiskaridze, dio una reverencia y ellos se fueron.
-Felicidades, Eleanor- dijo Nicola, le dio un abrazo y la castaña lloró de felicidad.
-Hija, en serio me siento feliz por ti, sabía que lo lograrías- dijo su padre.
Nicola ofreció una cena en su casa para celebrar el triunfo de Eleanor.
Todos convivieron pero la mente de Eleanor viajó a Tom, estaba molesta, le costaría trabajo perdonarle su ausencia.
Eleanor quiso enviarle un mensaje pero su teléfono no tenía batería, lo pondría a cargar en el apartamento, por ahora sólo quería disfrutar que había conseguido lo que quería.
Al finalizar todos se fueron a sus respectivas casas, Eleanor olvidó poner a cargar el teléfono después de desmaquillarse y quitarse el peinado, se fue a dormir debido al cansancio, la adrenalina había pasado y lo único que quería es que su cuerpo se relajara después de la exigencia que le había ordenado.
La hora de la fiesta de Zendaya había llegado, Tom hizo acto de presencia y la morena fue hacia él, la felicitó y ella le dio un beso.
Había familia de Zendaya y ellos festejaron muy animados.
El joven Holland decidió beber para sacar de su mente a la joven Dunne, Zendaya y él la pasaron toda la noche juntos, se besaban ocasionalmente y algunos amigos de Zendaya subían fotos de ellos diciendo que eran su pareja favorita.
Incluso grabaron un video donde le decía "te amo", no le importó, nada en ese momento importaba, su teléfono vibraba mucho, pero decidió no mirarlo porque sabía que si lo hacía la culpa lo comería vivo.
Fue con Zendaya a una de las habitaciones, comenzaron a besarse apasionadamente despojándose de su ropa, Tom dio besos húmedos por el cuerpo de la morena.
La embistió toda la velada, nunca había sentido tanto placer como esa noche, incluso él creía que superaba el nivel exitación que podía llegar a sentir con Eleanor, su cuerpo se electrizaba con el tacto de Zendaya, la palabra "te amo" fue la más repetida por ambos esa noche.
Se quedaron dormidos, Tom despertó a las 4:00 am y casi le da un infarto al ver su cuerpo desnudo junto al de su amiga, tomó sus cosas y preparó un vuelo para ir a Londres para prevenir la catástrofe que se aproximaba.
Eleanor había salido de casa para llegar a la audición, su teléfono seguía sin batería, ella tenía prioridades y su teléfono justo ahora no lo era, al entrar al aula los presentes la miraron con dureza.
-Puede retirarse, señorita Dunne- dijo Tsiskaridze.
-Disculpe señor, pero no comprendo- dijo confundida.
-El ballet ruso, Bolshoi como Mariinsky, evita convocar a señoritas que viven rodeadas de polémicas- dijo una señora mayor, por su acento debía ser rusa.
-Fue un placer trabajar contigo, Eleanor, pero la compañía ya no requiere de tus servicios- dijo McGregor.
-Pero, señor, no entiendo, ¿qué sucedió?- preguntó al borde del llanto la castaña.
-Debiste tener prioridades- dijo la misma señora.
-Las tengo, madame, el ballet siempre lo ha sido, le he dedicado mi vida entera- se excusó.
-Pareciera todo lo contrario, Eleanor, por favor no hagas la situación más complicada de que lo que ya es- dijo McGregor.
-Si tan sólo me explicaran qué es lo que sucede- suplicó la joven.
-¡Retírese!- exclamó Tsiskaridze.
-Por favor no te presentes a la función de esta noche, quedas fuera, lo siento- se disculpó McGregor.
Ella sin nada más que decir salió, su pecho dolía, había perdido la oportunidad del ballet ruso y había sido despedida de la compañía.
Lloraba a mares, no entendía las razones, para ella todo había sido una injusticia, le molestaba que no le hayan dado las razones por las cuales tomaron esa decisión.
Mientras caminaba a la salida veía las miradas de sus compañeros, algunos de lástima otros de felicidad, no obstante nadie dijo nada.
Al salir habían muchos reporteros, le tomaban fotos y le hacían preguntas, las cuales ella no escuchaba, su cuerpo entró en un estado de shock, se dejó caer al suelo y comenzó a llorar, el ruido retumbaba en sus oídos como explosiones, las caras se veían borrosas, un castaño la ayudó a levantarse, era Harrison.
Se subieron a una camioneta y comenzaron a dar vueltas por la cuidad
-¿Qué sucede, Harrison?- su amigo no respondió- ¡Dime que ocurre!- ella gritó.
-En serio lo siento, Eleanor- dijo apenado.
Ella sacó su teléfono y lo puso a cargar en el auto, cuando encendió vio muchos mensajes, comentarios y tweets donde la llamaban "zorra" u "ofrecida".
Vio un mensaje de su hermana donde le mandaba un link con la descripción "Las fans de Tom Holland", ella abrió el video y cuando Hazza escuchó el audio quiso quitarle el teléfono pero ella no lo permitió.
-¿Qué demonios es esto?- dijo entre sollozos mirando como su novio la exponía como una fácil.
-Eleanor, Tom viene para acá, intentará explicarte- dijo tomando el teléfono.
-Llévame a casa- ordenó y así fue, al llegar a casa gritó con todas sus fuerzas y tomó las fotos de la pared, las tiró todas, sacó la ropa de Tom del closet y la aventó por el lugar.
El teléfono de Eleanor comenzó a sonar y era Lucy.
-Mira lo que te envié, pero por favor, tranquilízate- ordenó Lucy.
Eleanor checó su teléfono y eran unas capturas de pantalla de historias de Instagram donde salían Tom y Zendaya besándose, e igual el video donde le decía "te amo".
Ella sintió como su corazón se partía, se hincó y lloró despechada, tiró su teléfono al suelo y Harrison lo recogió y vio la llamada.
-Hola, Lucy- preguntó Hazza.
-Eres un idiota, por favor toma las pastillas que están hasta el fondo del cajón de Eleanor y dale una- ordenó Lucy, Harrison hizo caso y le dio la pastilla a Eleanor, eran calmantes.
Cuando quiso volver a hablar con Lucy ella ya había colgado, Eleanor estaba drogada, Hazza la había recostado en la cama y esperaría a que Tom llegara.
La mirada de Eleanor se veía perdida, Harrison estaba preocupado, nunca había visto a su amiga en este estado.
Luego de unas horas el efecto de la pastilla bajó, a las 10:00 pm Tom había llegado con Eleanor, ella estaba en el cuarto haciendo sus maletas, se iría sin mirar atrás.

I know places // Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora