All of my life

Capítulo III

Después de mi regreso, logramos contactarnos con el gobierno y comenzamos a tener pláticas tácticas sobre lo que podríamos hacer. Nada era definitivo ya que el mismo gobierno también tenía bajas significativas y necesitaba reagruparse. Eso no les tomaría menos de 6 meses al menos.

Lo único que quedaba era tratar asuntos que no necesitarán tanta aprobación. Steve se empezó a encargar de ello y yo solo era su apoyo.

Una semana había transcurrido apenas, desde que me separé de Clint, pero aún no me animaba a buscarlo; no deseaba que sintiera que lo presionaba.

Sin darnos cuenta, el tiempo seguía pasando pero éramos como zombies solo caminando por caminar.

Carol se puso en contacto con nosotros y nos informó que en los dos planetas que había estado, empezaban a sufrir lo que nosotros hace ya tres meses.

Nebula y Rocket se ofrecieron a ir a cuidar el espacio, después de todo, su hogar era ese. Siempre habían permanecido en él y quedarse más tiempo en la tierra solo les hacía sentir incómodos. Steve trató de converserlos para quedarse pero no lo logró. Lo único que hice fue darles un comunicador para que estuvieran en contacto.

Una vez que partieron, todo se volvió más silencioso. Cada vez éramos menos en la torre.

ー¿Pensando en la inmortalidad del cangrejo, Steve?ー Fue lo primero que vino a mi mente para interrumpir los pensamientos del Capitán, que al parecer, se encontraban muy lejos de ahí.

ーEso creo. ーGuardó silencio, yo solo me quedé a su lado, esperando que hablara cuando quisiera. ーTodos tratan de seguir con sus vidas, y aunque trato de hacerlo también, no sé cómo… Ya una vez perdí mi vida y ahora siento que la pierdo de nuevo. Siento que vuelvo al yo que apenas despertó del hielo, no encuentro un sentido a todo lo que veo contra todo lo que ya viví… Tengo ese enorme vacío nuevamente...ーSteve bajó la mirada hasta sus manos.

ーCreo que la vida quiere decirte que eres alguien muy valioso, Capitán. Aunque no lo creas ahora, te está diciendo que quiere que vivas… Cuando te sacrificaste para salvar a miles de personas, ella te ofreció volver a nacer en un tiempo en el que podrías vivir más tranquilo, sin la guerra. Aunque, quizá no supo que vivirías luchando por el bienestar del prójimo antes que el tuyo nuevamente... ーHice una breve pausa ーSteve, sin duda alguna, los Vengadores no hubiéramos sido los mismos sin ti y no sé cuántas peleas y misiones hubiéramos fallado…

Comencé a decirle mientras lo miraba. Él estaba sentado en la banca de afuera y yo, parada a su lado. Trataba de animarlo, trataba de hacerle saber cuán importante era. Aunque no podía decirle cuánto lo era para mí.

ーQuizá no me explique bien porque no soy tan elocuente como tú. Pero debes vivir, tu vida es valiosa, Steve. Debes intentarlo…

“Por qué yo quiero que vivas”, eso solo lo pensé. No me atreví a decírselo. En aquel momento sentí un impulso de confesarle lo que sentía por él y cuánto deseaba que fuera feliz, que tuviera una nueva vida. Pero no pude.

Mis labios se sellaron recordando el fracaso que tuve cuando me había confesado a Bruce y a Braton. Ambos casos no terminaron bien aunque fueron de diferente manera.

ーNo sé de qué hablas, Nat, eres muy elocuente. ーUna pequeña sonrisa se dibujó en los labios del Capitán y su rostro se volvió hacia mí. Ese azul de sus ojos con su sonrisa, me hicieron querer abrazarlo; pero de nuevo, no me atreví. ーGracias. Intentaré verlo como tú lo ves. ーMencionó no creyente de ello.

ーAún no sabes mentir, Steve Rogers.

ーQuizá deberías enseñarme, Romanoff ーBromeó, relajando más su expresión.