Capítulo X

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ー¿Qué estás haciendo aquí, Steve?ーDije enteramente sorprendida.

ー¿En serio creíste que te dejaría ir sola cuando no estamos seguros de lo que pasa? ーSe sentó en el asiento de Copiloto.

ー¿En qué momento subiste?

ーAntes de que cerraras la puerta.

ー¿Y Rodhey y Clint?

ーEllos se quedaron…

ーEsto no está bien, debemos regresar y …

ーNo voy a regresar, Natasha. ーDijo con mucha seguridad.

ーBruce dijo…

ーEscuché lo que dijo, pero también escuché a Rodhey y a Barton. No dejaré que vayas sola. Sea cual sea el motivo, no dejaré que salgas herida.

Aquellas palabras, aún sin que él me viera, tenían mucha carga emocional en mí.

Respiré profundo y miré al frente. Steve siempre era sincero así que aquellas palabras no habían sido sueltas al azar.

ーPuedo cuidarme sola. ¿Lo olvidas, Capitán?

ーSé que es así. No dudo de tus habilidades, Romanoff. Solo dudo de lo que pueda pasar.

ー¿A qué le tienes miedo exactamente? ーLo miré con curiosidad. Él tomó un rato para hablar.

ー¿Querías ver a solas al Dr. Banner por lo que dijo Barton?

Sentí mi corazón detenerse ante esa pregunta que no vi venir. Él por otra parte, parecía querer evitar todo contacto visual, así que hice lo mismo. Tardé unos minutos en reaccionar y saber qué responder…

ーQuería simplemente cumplir con su petición. Así como Clint, puede hque haya cosas que Bruce solo pueda hablar con una persona.

ーTiene sentido…

ーPero Clint dijo algo que no me planteé cuando hablamos… Si es ese tema,en realidad no sé que podría responderle…

Hubo otra pausa en la conversación, todo parecía volverse un tanto incómodo.

ー¿Aún sientes algo por el Dr. Banner?

ーSteve, no creo que sea un buen tema de conversación…

ー¿Eso es un sí?...

Suspiré, jamás esperé tener esa conversación con él tampoco. En ese momento deseaba que Clint apareciera o que algo me salvara del rumbo que tomaba todo.

ーCuando Bruce se fue después de Ultron, sabes que fue algo difícil para mí estar en paz y conmigo misma. Tardé un poco en enterrar esos sentimientos y fue hasta que me di cuenta que él no regresaría, que lo logré… El día que lo volví a ver algo de ello quiso salir pero ya era tarde… Todo lo que siento ahora por él es solo amistad. Cómo con Clint… ーSolté un suspiro, bajando la mirada. Esos dos fracasos amorosos habían sido más que suficientes para mí.

ー¿Entonces tampoco sientes nada por Barton?ーLo escuché a mi lado, no quise ver si me miraba o no.

ーCapitán Rogers, ¿por qué estamos teniendo está conversación? ーLo volteé a ver.

ーSolo un tema de conversación… ーNo se inmutó ni nada.

ーDudo que sea un buen tema de conversación…

Ambos guardamos silencio. No faltaba mucho para llegar y debido a que Bruce estaba en un laboratorio abandonado, tuvimos que buscar un aterrizaje “secreto”. Quedamos a unas cuadras de su ubicación exacta y comenzamos a caminar.

Alemania también había sufrido grandes pérdidas, pero algo había cambiado, era como volver a la época de Steve, al gobierno nazi. Pero más permisivo. A lo lejos veíamos “policías” patrullando las calles. Habían menos personas en las calles de las que recordaba pero parecían tratar de seguir adelante. Pero sin duda habían más paseándose que las que había en E.E.U.U

ーEsto es una trampa, Natasha. ーSusurró el capitán, cuando estábamos a una cuadra para llegar con Bruce. Él se quitó la chamarra con gorra que traía puesta y me la puso, cubriendo mi cabellera.

A un costado de su vista, habían carteles de nosotros, Sam, Wanda, Steve y yo. Sin duda, pedían más por mi cabeza. “Mierda”, pensé.

ーDudo que lo sea, Steve. Tal vez por eso me dijo que viniera sola, habría usado mis habilidades para pasar desapercibida… ーSusurré.

ーO tal vez sí es una trampa. Alguien más pudo usar alguna grabación de la voz del Dr. Banner…

ーEstoy segura que es él.

Steve, preocupado por ser vistos, me ignoró. Yo conocía el país, pero con un cartel con mi rostro sería difícil camuflajearme o presentarme como turista.

Mientras caminábamos, tratando de ir lo más rápido posible y desapercibidos, vimos a dos jóvenes que estaban coqueteando entre ellos. Algo incómodo en realidad, y por tanto la vista de los policías se volvía a otro lado.

Ahí recordé la vez que besé a Steve Rogers. Algo torpe, por haberlo tomado por sorpresa, pero dulce. Recordé la sensación del tacto entre nuestros labios, el calor de su boca... Sin darme cuenta, ahí había comenzado esto que sentía por él y se había consolidado a través de los años.

No me di cuenta al momento, pero sonreí. Aquellos tiempos eran extrañables.

Me hundí tanto en mis pensamientos que no vi lo que pasaba al rededor, hasta después, cuando Steve me tomó por sorpresa.

Me guió hasta el poste de luz y terminé recargando mi espalda en él, lo miré y él a mí. Sus manos tomaron mi rostro y en un instante, sus labios se encontraban sobre los míos.

All of my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora