•Renjun II•

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Por dos años tuve que vivir sabiendo que la persona que amaba no sentía lo mismo por mi. Lo pero de mi caso era que él quería a mi hermana y yo seguía siendo su amiga.

Al principio, sentía que mi mundo había llegado a su fin, pero después de dos largos años era costumbre mía. Miraba como él la buscaba, como sus ojos brillaban cuando veían a mi hermana. Pero él no miraba como los míos se alumbraban al verlo. Lo seguía como tonta, no podía parar de desearlo.

—¡Renjun!— corrí hacia él —¿A dónde vas?— le pregunté una vez estando a su lado.

—No sé— su semblante vacío.

—¿Vamos por nieve?— pregunté con una sonrisa.

—No...— Seguía caminando.

—¿Por una crepa?—

—No...—

—¿Lo que sea?—

Se detuvo —No...— metió sus manos en sus bolsillos y sacó su cartera. Tomó mi mano y volteó su cartera sobre mi mano. Todas las monedas que tenía guardadas ahora en mi posesión —Ve y cómprate algo, yo no quiero ir—

—¿Entonces qué harás?—

—No sé, pero no quiero...— detuvo su oración. Sabía que quería decir con eso. No quería estar conmigo —Bueno, nos vemos mañana— giró su cuerpo hacia la dirección contraria de donde me encontraba. Sabía que no quería nada conmigo, podía deducirlo con el simple hecho de su dirección. Él siempre iba a su casa primero.

Mire las monedas sobre mi mano y las guardé.

Terminé sentada sobre una silla en un café, comiendo una crepa de chocolate y dibujando. Mis oídos escuchaban mi playlist que más me inspiraba y dejaba que el tiempo pasara. No tenía nada mejor que hacer.

Saliendo del café el cielo estaba oscuro. Realmente me dejé llevar por el tiempo.

Comencé mi camino a casa con Renjun en todos mis pensamientos. Estaba harta de seguir enamorada por él. Si sabía que nada iba a suceder, ¿por qué seguía donde mismo? ¿Por qué no lo he aceptado?

Saqué mi teléfono de mi bolsillo en esperanza de distraerme un tantito. Aplaste el botón para encenderlo y aún así seguía con la pantalla oscura, no tenía pila. Suspiré y seguí caminado hasta llegar a la para de autobús. Me senté en la banqueta y decidí seguir dibujando mientras esperaba por un camión.

Pasó un rato y aún no llegaba. Alcé mi mirada y vi las calles mojadas, al parecer estaba lloviendo.  Seguí dibujando cuando alguien llegó corriendo y se sentó a un lado mio. Me detuve al ver gotas de agua salpicadas sobre mi hoja de dibujo. Con mi reojo, vi quien era, un estudiante como yo, aparentaba ser de la misma edad que yo, lo único diferente era su uniforme. Su perfil se veía fino y guapo.

Su cabello y su uniforme estaba escurriendo con agua. Él abrió su mochila y revisó sus cosas, me imagino que era para ver que tan mojada se encontraba su bolsa. Parecía estar muy molesto de su estado.

Regresé mi mirada a mi cuaderno. Trataba de concentrarme en mi dibujo, pero no pude evitar meter mi mano en mi mochila y extraer de él un pañuelo. Lo observé un tantito antes de extender mi brazo y soltarlo sobre él. Tímidamente, traté de no hacer ningún contacto con él.

Sentí como él me vio sorprendido. Al parecer el no se lo esperaba, pero de igual manera, ni yo. Fue un movimiento de valentía que no pude evitar.

—Gracias— dijo

Hubo un silencio breve

—De nada— dije lo más rápido que pude. Sentía como mi corazón latía de lo nerviosa.

NCT One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora